Mides impulsa 12 proyectos para atender a quienes viven en calle; uno apunta a dar vivienda al "núcleo duro"

El Ministerio invertirá $ 150 millones en todas estas iniciativas, que supondrán unos 210 cupos y que, en parte, se basan en la provisión de un lugar estable para vivir a los beneficiarios

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Campamento de persona en situación de calle. Foto: Marcelo Bonjour
Campamento de personas en situación de calle.
Foto: Archivo

El de 2022 fue, según las autoridades, el segundo invierno consecutivo en el que el sistema de protección socialtuvo cupos suficientesen las distintas modalidades para las personas que necesitaron un refugio para pernoctar o pasar la noche. También fue el año en el que, según las cifras oficiales, se logró reducir la población que vive día a día completamente a la intemperie.

Fue principalmente a través del aumento de cupos en los distintos centros, principalmente nocturnos, que en la mayoría de los casos ofrecen una ayuda puntual. "Por más plazas que se generen, si la problemática de fondo no se resuelve, terminás teniendo a personas cronificadas en el sistema, y haciendo a la vez un uso poco eficiente de los recursos", le dijo este martes a El País la directora nacional de Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Fernanda Auersperg.

En ese marco, antes que culmine este semestre el ministerio desplegará en el territorio doce proyectos de "innovación social" cuya apuesta es la "diversificación" de las vías de atención a esta personas, algo que ya había sido definido como un lineamiento estratégico desde que asumió esta administración. Una diversificación que pasa por la aplicación de políticas diferenciadas y específicas según la población objetivo a la que se apunte para atender una situación que, se sabe, es multifactorial y está lejos de responder solo a factores económicos.

La aplicación de estos nuevos programas se hará bajo el convencimiento de que existe la necesidad de abordar nuevas estrategias para fomentar la superación de esta situación y evitar en lo posible que más personas tengan que vivir en la calle. También, según Auersperg, bajo la premisa de acercar a la sociedad civil al abordaje de esta problemática.

Bajo estos parámetros, el Mides invertirá $ 150 millones en todas estas iniciativas, que supondrán unos 210 cupos y que, en parte, se basan en la provisión de un lugar estable para vivir a los beneficiarios. Según información a la que accedió El País, uno de los proyectos, que estará en funcionamiento a más tardar en el mes de mayo, cuando inicie una nueva edición del Plan Invierno, se centrará centrado en el "núcleo duro" de los que viven permanentemente en calle y se resisten a ir a un refugio, y apunta en líneas generales a replicar una experiencia que ha dado buenos resultados a nivel internacional: Housing First y Housing Led.

Se trata de una modalidad que, precisamente, tiene a la vivienda como el elemento prioritario a la hora de intervenir en el proceso de inclusión de personas en situación de calle, acompañándolas con apoyo técnico pero siempre respetando su autodeterminación. Desde allí, apuntó Auersperg, se comienza a trabajar en adicciones, salud mental o el resto de los problemas que la persona pueda tener e ir armando junto a ella un plan de vida.

Bajo la premisa de esa diversificación buena parte de las propuestas -que serán financiadas cada una con un máximo de $ 11 millones- están concentradas en diferentes grupos que se perciben como de mayor riesgo de tener que ir a vivir en la calle. Por ejemplo, el denominado "Alcanzando el camino", que apunta con 20 cupos de acogida y atención a las personas que recién salieron de la prisión y se encuentran sin hogar.

Otras iniciativas combinan la provisión de vivienda con la formación laboral y la capacitación. En este caso la intención es que los beneficiarios puedan ir adquiriendo habilidades para que así cuenten con condiciones para generar ingresos por sí mismos. El plan incluye además la "educación financiera" de estas personas.

"Mujeres gestantes, producciones artísticas y emprendimientos gastronómicos"

Una de las innovaciones del programa gira en torno a la atención de mujeres embarazadas que estén solas. Uno de los proyectos consiste en la atención integral en un hogar colectivo, con 25 cupos, durante las 24 horas. Hasta el momento, estas personas debían limitarse a ir a pasar la noche a un centro nocturno hasta los siete meses de embarazo. A lo que se apunta ahora es que puedan permanecer allí durante todo el transcurso de la gestación e incluso hasta el año de vida del recién nacido.

Otro de los focos diferenciales innovadores estará puesto en los jóvenes que han vivido toda su vida en dependencias del INAU y que, al cumplir la mayoría de edad, son "desinstitucionalizados" y cuya única alternativa pasa por los centros nocturnos del Mides, con el riesgo de que terminen por vivir en la calle.

Entre los 12 proyectos que comenzarán a aplicarse está el de la "Casa de sueños y proyectos Heber Pérez". Se trata de la creación de un espacio diurno sociocultural que "reciba y haga partícipes" a las personas que vienen de la calle en la generación de productos artísticos y comunicacionales que, más allá del ejercicio de una práctica cultural, puedan estar orientados a la generación de salidas laborales. El nombre del proyecto pretende homenajear a un ícono de la cultura afrouruguaya, cantor y compositor de candombe que falleció a fines de 2021 sumido en la pobreza.

Otra de las alternativas propone un camino similar, con espacios psicosociales y educativos pero que va por el dado de generar prácticas y estrategias emprendedoras en el rubro gastronómico.

Recomendaciones hacia el futuro

Los doce proyectos surgen de un total de 52 propuestas que 37 organizaciones sociales habían presentado el año pasado y que el ministerio venía evaluando. En más de la mitad de los casos era nuevas, en tanto tres de cada diez ya tenían algún tipo de vínculo con el Mides.

En su evaluación colaboró el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), que en su informe final marcó ciertos puntos a tener en cuenta. Uno de ellos fue que ninguna de las propuestas surgió del sector académico, del sector privado, o de colectivos que reúnen a personas que viven o pernoctan en la calle.

El informe final, al que accedió El País, recomienda para el futuro acciones específicas para fomentar esa participación y elevar así el grado de innovación de los programas. También que, en proporción, fueron pocas las propuestas con enfoques centrados en el acceso a la vivienda, siendo estos los más respaldados por la evidencia internacional y la principal estrategia de innovación a nivel mundial en la atención a personas que viven en la calle.

El censo que se viene

Los proyectos seleccionados serán implementados casi en paralelo con uno de los grandes desafíos que tiene el Mides para este año, como será la realización de un nuevo censo de personas que viven o pernoctan en la vía pública. Allí, y más allá de relevar los aspectos puramente cuantitativos de esta situación, el ministerio pondrá el foco justamente en los que que se resisten a ir a los centros y en las causas que motivan su determinación.

Las cifras más recientes corresponden a un relevamiento efectuado a fines de julio de 2021, que indicaron que en Montevideo había 920 personas que vivían en la intemperie total y que, a su vez, representaban el 24% de las 3.907 consideradas "en situación de calle". Otras 2.987 personas eran usuarias de los distintos dispositivos del Mides.

Entre los que vivían a la intemperie, hubo 35 casos más que en el censo de 2020. Sin embargo, fueron 123 menos que en 2019, cuando habían sido relevadas 1.043 personas en esa situación. Los últimos datos con los que cuenta el Mides indican que, en 2020, el 86% de las personas que vivían en esa condición estaban vinculadas al consumo de sustancias. El 54% habían estado previamente encarceladas.

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