Redacción El País
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, informó este viernes que el artista Pablo Atchugarry transformará el águila con simbología nazi que fue extraída del barco alemán Graf Spee en una paloma de la paz. Poco después de la noticia, el presidente del Comité Central Israelita, Roby Schindler, celebró el anuncio y calificó la idea de “maravillosa”.
“No salgo de mi sorpresa, porque este es un tema que venimos monitoreando hace ya unos cuantos años. En el entendido de que el águila iba a ser eventualmente rematada (...) y de que el producido de ese remate se repartiría entre el Estado y quienes se encargaron de la búsqueda e invirtieron una cantidad de dinero”, expresó esta tarde Schindler en conversación con el programa 12PM (Azul FM).
“Esta noticia es música para nuestros oídos, al menos en lo personal”, aseguró el presidente del Comité, quien señaló que aplaude “de pie” la iniciativa.
Schindler también resaltó el peligro de “conservar un elemento de esos”, dado que “podría significar que alguien lo utilice como para el día de mañana generar un espacio de culto al nazismo”. “Sabemos que lamentablemente hay gente que aún atiende ese tipo de ideas e ideologías, y no hay nada más hermoso que transformar -y voy a copiar las palabras de Achugarry-, tomar un elemento que contiene la asquerosidad de la guerra y lo peor del humano y convertirlo en algo tan simbólicamente importante como es la paloma de la paz”, añadió.
También dijo que si, en lugar de transformar la estatua, se hubiera enviado a un museo, él también estaría de acuerdo. “Hay muchos museos de recordación del Holocausto que tienen elementos del estilo, seguramente en algún museo haya uniformes, sombreros, símbolos nazi. Si esta águila terminaba en un museo, también hubiera sido una buena cosa, pero dejarlo librado a quien sabe quién pudiera acceder en una subasta pública, era un riesgo que no queríamos correr”, concluyó Schindler.