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Niña vino desde Dominicana con leucemia, fue estabilizada y recibió exitoso tratamiento en la Pérez Scremini

Melany, de 9 años, llegó a Uruguay gracias a un empresario que se hizo cargo de los costos. "No tenía alternativas en su país", aseguró Ney Castillo, médico fundador de la organización.

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Melany y su mamá junto al equipo médico y de apoyo de Pérez Scremini
Melany y su mamá junto al equipo de apoyo psicosocial de la fundación Pérez Scremini.
Foto: cedida a El País.

Una niña de nueve años tomará un vuelo esta medianoche junto a su mamá para volver a República Dominicana, luego de haber pasado meses en un país desconocido para ser atendida en la Fundación Pérez Scremini por una leucemia.

Para la fundación, se trató de un caso muy particular. Un día un empresario de origen español, que tiene una empresa en República Dominicana, se puso en contacto con la Pérez Scremini para pedir que recibieran a Melany.

"Averiguamos con la dirección del hospital cuáles eran los gastos que tenía el hospital y los que teníamos nosotros, y le dijimos que podíamos hacerlo", contó a El País su fundador, Ney Castillo. "La niña no tenía alternativas en Dominicana", aseguró.

Desde la fundación alentaron a la familia a venir a Uruguay para poder tratar la recaída de la niña. La única condición era que, de recuperarse, Melany debía recibir un trasplante de médula ósea lo antes posible. Y aceptaron.

Una vez en Uruguay, la familia de Melany se instaló en el Hogar Doña Coca, una casita ubicada a cien metros del hospital en el que la niña de nueve años pasó meses internada.

La primera parte del tratamiento, para estabilizarla, corrió por cuenta de la Pérez Scremini. "Respondió afortunadamente a los tratamientos que le hicimos y se puso en condiciones de poder trasplantarla", detalló Castillo. Entonces viajó su hermano, su donante, desde República Dominicana. De aquí en más, todo corrió por cuenta de ese empresario, anónimo para esta nota, que pagó además los pasajes de cada miembro de la familia.

El trasplante fue hace tres meses y ahora "la niña está muy bien, está perfecta y se va a su casa", concluyó Castillo que compartió en sus redes sociales una foto junto a la familia. Ahora los médicos uruguayos entraron en contacto con los médicos que seguirán su caso desde su país. "Dejamos abierto un lugar en caso de que tengan alguna consulta, pero ella se va sin medicación así que esta muy bien", apuntó.

Melany y su mamá junto a Ney Castillo
Melany y su mamá junto a Ney Castillo.
Foto: cedida a El País.

Un caso excepcional

Desde que comenzó el movimiento migratorio por el que venezolanos, cubanos y dominicanos arribaron al Río de la Plata, la Fundación Pérez Scrimini ha atendido a alrededor de 12 chicos de estas nacionalidades que ahora residen en Uruguay. Algunos de ellos ya concluyeron el tratamiento y están en seguimiento.

Pero el caso de Melany es excepcional. "Que vengan a un procedimiento prácticamente no existe, es un tratamiento muy caro", señaló Castillo. En este sentido, Melany y su familia tuvieron la fortuna de recibir apoyo para viajar y cubrir los gastos.

En su estadía, Melany y su mamá recibieron apoyo del equipo psicosocial de la fundación, no solo por la complejidad del tratamiento, sino porque además atravesaron este proceso en un país ajeno para ellas. "Tenían muchas dificultades para adaptarse", "no tenían costumbre de la comida nuestra" y eran de origen "muy humilde", detalló Castillo en este sentido. Además, la mamá había dado a luz poco tiempo antes de viajar a Uruguay, por lo que había tenido que separarse de su hijo más pequeño. "Ahora se iban felices", aseguró.

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