El jefe de Policía de Lavalleja, Jorge Khazzaka, aseguró este lunes en diálogo con El País que “nunca se buscó intimidar” a los manifestantes que participaron el sábado en Minas en el marco de la 28° marcha del Silencio, y que denunciaron que fueron controlados, fotografiados y perseguidos durante la manifestación. El jerarca señaló que la intención era brindar seguridad a la marcha.
“El reclamo no tiene colores políticos y es legal y popular, por eso queremos brindar respeto y apoyo. Para la próxima aprenderemos y apuntaremos a coordinar con quienes organizan la movilización para no mandar oficiales de investigaciones. Es en desmedro de la seguridad, pero estamos dispuestos”, expresó el jerarca.
Según relató el jefe, los tres oficiales vestidos de civil estaban “a una cuadra de la marcha, con la intención de prevenir hurtos, disturbios o cualquier ilícito que pudiera ocurrir”. Se trata, según el funcionario, de personas que participan habitualmente de otras movilizaciones o eventos para asegurar la seguridad.
“Estaban junto a policías uniformados e inspectores de tránsito, con el objetivo de darle fluidez a la caminata. No hubo intención de amenazar, ni molestar en la marcha. Algunos de sus participantes se sintieron molestos y les plantearon sus interrogantes a los policías, que no ocultaron información sino todo lo contrario”, agregó Khazzaka.
El Ministerio del Interior inició una investigación de urgencia para determinar los detalles del procedimiento.