LA MARCHA DE LA PANDEMIA
El 90% de los salones habilitados para realizar fiestas cumplieron con el protocolo que elaboró el MSP y fueron “muy pocas” las multas a los locales de Montevideo.
Antes de que comenzara la música “nostálgica”, el Dj del local Volvé mi negra hizo sonar en los parlantes la voz del presidente, Luis Lacalle Pou. Era un audio del 13 de marzo de 2020, cuando este había anunciado la suspensión de todos los espectáculos públicos por la llegada del COVID-19 a Uruguay. La oscuridad del salón con la voz del mandatorio de fondo se vio opacada con el comienzo de la canción Tú me dejaste caer de Daddy Yankee, y así se le dio inicio a la fiesta.
Finalmente, la Noche de la Nostalgia de 2021 reinauguró la posibilidad de celebrar eventos bailables, aunque el aforo, la ventilación y las medidas no farmacológicas (tapabocas y alcohol en gel) continuaron su curso.
Según supo El País, el 90% de los salones habilitados para realizar fiestas cumplieron con el protocolo que elaboró el Ministerio de Salud Pública (MSP) y fueron “muy pocas” las multas que se les pusieron a los locales de Montevideo por no atenerse a estos.
En una noche en que las calles de todo el país presentaron más movimiento que el acostumbrado, 1.500 efectivos fueron los que se encargaron de controlar que se cumpliera con las medidas sanitarias que fueron dispuestas.
En las fiestas habilitadas, medir la temperatura fue obligatorio y la amplia mayoría de los funcionarios de los salones utilizaron tapabocas. Este no fue una regla para quienes concurrieron a los eventos, aunque sí fue “recomendado” en el protocolo del MSP.
Las autoridades sanitarias determinaron que los eventos a los que asistieran únicamente personas vacunadas contra el COVID-19 tendrían un aforo de 200 o 300 personas, dependiendo de si el ambiente era cerrado o abierto. Además, este tipo fiestas eran las únicas con habilitación de la pista de baile. Esta podía utilizarse en lapsos de 40 minutos, con una pausa de 20 para la ventilación.
Según supo El País, al menos en dos lugares no se respetó esto. En el Hotel del Prado, donde se celebró una fiesta con baile para 200 personas, no se dejó de bailar durante las cinco horas de fiesta, aunque sí se cumplió con el resto de las medidas. Algo similar ocurrió en Volvé mi negra, donde el baile tampoco se detuvo, pero allí se trataba de un espacio abierto.
El presidente de la Cámara de Eventos del Uruguay (CEU), Germán Barcala, dijo a El País que “la noche en general” se dio “de muy buena manera” en los salones de habilitados para realizar eventos.
“Hubo varias fiestas realizadas por integrantes de la cámara y todos fueron inspeccionados por el MSP y la intendencia”, señaló Barcala y agregó que en “todos estos casos los protocolos fueron debidamente aplicados”.
Según supo El País, se fiscalizó en Montevideo 18 locales para eventos de los 88 que tuvieron actividades el martes. Dentro de los multados, no todos fueron salones de fiesta, debido a que también estuvieron incluidos bares que incumplieron con las medidas sanitarias. Además, la Intendencia de Montevideo fiscalizó a 16 espectáculos artísticos que se llevaron a cabo sin el debido permiso.
El presidente Luis Lacalle Pou dijo ayer en el acto por el 25 de agosto en Florida que espera no tener que “lamentar un aumento de los casos” de COVID-19 “en los próximos 20 días”, debido al incremento de la movilidad por la Noche de la Nostalgia.
“Esperemos que la noche de ayer (por la del martes) se haya desarrollado dentro de los cánones normales”, expresó el mandatario. Lacalle Pou destacó además que Uruguay, debido a los altos porcentajes de población vacunada y la administración de terceras dosis con Pfizer para quienes inicialmente recibieron la vacuna de Sinovac, “va rumbo a una temporada turística bastante abierta y con un poco más de libertad”.
Por su parte, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, también fue consultado ayer sobre los efectos que podría tener la noche del 24 y dijo: “Lo vamos a evaluar dentro de una semana, 14 días, y veremos qué impacto puede haber tenido con el estatus sanitario actual”.
Según informó El País este sábado, la mayoría de los científicos están de acuerdo en que el riesgo sanitario de la Noche de la Nostalgia está, aunque no coincidieron en el impacto que tendrá en la situación epidemiológica en general.
La inmunóloga María Moreno dijo que “la noche en sí misma es de preocupación”, mientras que el médico intensivista Julio Pontet subrayó que Uruguay cuenta con “un escudo de protección importante por la vacuna”.