Redacción El País
A mediados de junio se detectó una pérdida de petróleo a la altura del Km 56 de la ruta Interbalnearia, producto de una avería en el oleoducto subterráneo que transporta petróleo desde José Ignacio hacia la refinería de La Teja. En las últimas horas, personal de Ancap comenzó a trabajar en una nueva rotura, esta vez en Montevideo.

La primera señal de la pérdida de hidrocarburos en la zona fue el olor, que comenzó a sentirse la semana pasada, cuando aún no se había detectado la pérdida. Según informó Telemundo (Canal 12) y confirmó El País, esta resultó ser a metros de la refinería de La Teja.

Desde Ancap detuvieron el bombeo del crudo y coordinaron tareas tanto con la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental como con la Intendencia de Montevideo. En las últimas horas el ducto fue descubierto y los funcionarios se enfocaron en evitar que la sustancia se filtrara a la red cloacal, según comunicaron.

Aseguraron que, como la refinería cuenta con stock, esta pérdida no generará impactos en el suministro habitual de combustible.

Fuentes del Ministerio de Ambiente indicaron a El País que un primer equipo técnico hizo una inspección del hecho y constató que Ancap efectivamente descubrió el oleoducto y extrajo la mezcla de tierra e hidrocarburo, que fue enviada a la refinería para su tratamiento. De todos modos, aún no se encontró la rotura que generó el derrame.

Por estas horas se maneja la hipótesis de que la pérdida está por debajo de la carretera, iniciada por trabajos que se hicieron en el lugar a principios de mes. Para corroborarlo, se pedirá autorización al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para trabajar en el cantero central de la ruta.

Foto: Estefanía Leal

La pérdida de menos de un mes atrás fue a la altura del balneario Costa Azul y se debió a una pinchadura de tres milímetros de diámetro, según informó posteriormente la empresa.

Para detener la pérdida, personal de Ancap detuvo el bombeo del petróleo crudo hasta que estuvieron finalizados los trabajos de reparación que incluyeron la recuperación del producto derramado.

En esa oportunidad, asistió al lugar del derrame un equipo del Área de Control y Desempeño Ambiental del Ministerio de Ambiente. Allí, corroboraron que Ancap había colocado material absorbente en los lugares en los que habían quedado restos de hidrocarburo.

Según informó la cartera, en el lugar no se detectó petróleo en su forma líquida, pero "sí se percibió un fuerte olor" y se constató que la sustancia había sido canalizada hacia un canal de pluviales que no desemboca en un curso de agua, sino que se pierde en el campo.

Además, la cartera inspeccionó el arroyo Sarandí, a 1.200 metros del lugar, en el que no encontró "signos de contaminación".

Desde la creación del Ministerio de Ambiente, hasta 2023, Ancap acumuló ocho sanciones, que implicaron un desembolso de US$ 148.300 (3.950 UR) por diferentes incumplimientos.

Las faltas fueron en La Tablada, Durazno, Treinta y Tres y Paysandú; siendo la más cara por un derrame de combustible que contaminó las aguas del arroyo Pantanoso. Por el hecho -y por entender que en ese momento no realizó las acciones suficientes para mitigar el impacto ambiental- Ambiente le aplicó una multa de US$ 67.600 (1.800 UR).

Foto: Ricardo Figueredo.