Redacción El País
La polémica suscitada en Punta Ballena (Maldonado) por la posible edificación en una zona hasta hoy libre, tuvo un nuevo capítulo en las últimas horas: en medio de la puja entre empresarios y vecinos, una organización ambientalista se reunió con el Ministerio de Ambiente y le propuso comprar la zona para dejarla como reserva natural.

A fines de 2023 se dio a conocer un proyecto que pretende construir 29 edificios y 300 apartamentos en una zona privada del baleneario Punta Ballena que no está cercada, es de acceso libre, si bien muchas personas acceden para pasear o practicar diferentes deportes como parapente, senderismo y escalada.

El proyecto causó preocupación en parte de la sociedad civil, y por ejemplo la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República alertó sobre "lo irreversible de sus consecuencias".

Foto: Ricardo Figueredo

En este contexto, el subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, que había conocido a representantes de la organización ambientalista en cuestión en la Expo Sostenible -un evento organizado por la cartera-, se reunió con ellos.

Según señaló al medio local FM Gente y confirmó a El País, es una organización que "se dedica a comprar predios y el objetivo es dejarlos en modo naturaleza, no hacer ninguna construcción ni ninguna explotación".

"Compraron algunos predios en Maldonado en zonas de bosques naturales, lo hicieron solamente para dejarlos vírgenes", dijo, y luego agregó que supo de compras similares en Argentina y de una isla en el Río Uruguay.

Explicó que este grupo básicamente lo que hace es solicitar dinero a "gente amante de la naturaleza, empresas o filántropos", que tienen interés en aumentar las reservas naturales.

Según dijo, la idea le pareció "interesante", porque implicaría que privados "pongan recursos de su bolsillo para cuidar el ambiente".

Es que, según manifestó, la polémica en Punta Ballena tiene motivos para ser tal. "El dueño de eso tiene expectativas, ¿por qué lo vamos a obligar a no hacer nada ahí y a que tenga un predio en el que no pueda hacer nada? Dueños de allí mismo, cerca, en su época construyeron, vendieron, alquilaron, viven y disfrutan, ¿y ellos porque llegaron tarde no lo pueden hacer? Es un poco injusto", opinó.

Por otro lado, para que el Estado rescate ese lugar como reserva natural "lo tendría que expropiar y los ciudadanos que viven en Artigas, Salto o Paysandú tienen que poner plata, ¿para que lo disfruten ciudadanos que viven en el este? ¿Tenemos que sacar plata de la educación púbica o de la seguridad o de vivienda para comprar Punta Ballena para dejarlo como reserva?".

Foto: Ricardo Figueredo

Entonces, como "hay mucha gente preocupada por el ambiente", preguntó si "están dispuestos a poner plata".

Amarilla contó que la reunión con los ambientalistas, integrados a la organización denominada Triple Impacto, fue en diciembre, y aún se aguardan novedades.