Redacción El País
La panadería y confitería La Vienesa cerrará próximamente sus puertas, según informó la Mesa Coordinadora del Pan a través de un comunicado emitido este lunes.
El cierre llega luego de que la empresa, que tiene varias sucursales en Montevideo, se declarara en "bancarrota".
"Actualmente La Vienesa cuenta con ocho sucursales en Montevideo, y según se confirmó, la firma no posee solvencia financiera para continuar con la atención y con deudas a proveedoras, BPS y trabajadores".

La medida alcanza a más de 100 trabajadores. Según denunció la Mesa de Panificadores Industriales y Afines la empresa tuvo "atrasos en los pagos, aguinaldos y sueldos". "A pesar de esta situación la empresa se niega a enviar parte de su plantilla de trabajadores al seguro de desempleo", agregaron.

El sindicato se declaró en "asamblea permanente". Además, puntualizaron que "no descartan" llamar a un concurso de acreedores para "garantizar que la empresa pague sus deudas".

El cierre de La Vienesa se suma el de otras empresas que terminaron su actividad en las últimas semanas como la lechera Calcar, la autopartista Yazaki o Ramyan SA - Hormigones.
Cierre de Rayman SA-Hormigones
Los trabajadores del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) de la rama del hormigón se declararon en conflicto tras el cierre "sin previo aviso" de la empresa Ramyan SA - Hormigones, según informaron en un comunicado días atrás.
El sindicato manifestó que "más de 90 familias se quedaron sin su fuente de trabajo a partir del cierre sin previo aviso de las plantas de dicha empresa". La empresa les debe el pago de los salarios correspondientes a marzo y los trabajadores dicen que "no hay certeza del cobro de la licencia correspondiente"
Por esto, los trabajadores sindicalizados resolvieron declararse en conflicto y extender medidas al resto del sector, como el corte de las horas extras y la realización de asambleas.
El reclamo de los trabajadores es obtener "una rápida solución a esta lamentable situación donde una vez más los empresarios desconocen las normativas, abandonan las fábricas y dejan a decenas de trabajadores sin respuesta alguna".