FALLO JUDICIAL
El comunicador fue condenado a 18 días de trabajo comunitario; manejó con “grave embriaguez” y se desacató ante un grupo de policías.
El comunicador Humberto de Vargas se hizo presente en la tarde de ayer en el Juzgado de Faltas de 2° Turno, donde fue condenado a cumplir con 18 días de trabajo comunitario. Esto sucedió luego de que semanas atrás se lo detuviera manejando a alta velocidad y se desacatara ante un grupo de policías, y de que esto tomara estado público debido a algunos videos que rápidamente se hicieron virales.
La sentencia responde a que se lo consideró penalmente responsable de dos delitos: el de conducir un vehículo motorizado con grave estado de embriaguez -cuando lo detuvieron tenía 2,6 gramos de alcohol en sangre-, y el de desacato, pues se resistió a la detención e incluso llegó a escupir a efectivos policiales.
Los hechos sucedieron en la madrugada del 12 de julio y se hicieron conocidos por una serie de videos que se hicieron virales en las redes sociales, y que motivaron una investigación por parte del Ministerio del Interior.
Tras la audiencia, que comenzó sobre las 14 horas ante el juez de Faltas Jorge Pírez, se le indicó a De Vargas que deberá reunirse dentro del plazo de cinco días hábiles con autoridades de la Oficina de Supervisión de Libertad Asistida (OSLA) para definir el lugar donde deberá cumplir con la sentencia.
Además, se le indicó al comunicador que en caso de no acatarse el fallo se podría ordenar la prisión domiciliaria.
¿Qué declaró?
En la audiencia, que duró poco más de una hora, De Vargas -que dijo estar casado, tener 60 años (aunque tiene 59) y ser locutor- reconoció que recordaba pocos detalles de la noche que en que se dieron los hechos, debido a su estado de embriaguez.
“Recuerdo que estaba en una parrillada, a las 21 horas nos citamos, pero habremos estado llegando a las 22 y ahí ya no me acuerdo más”, dijo De Vargas.
El comunicador reconoció que tampoco se acordaba del momento en que había ingresado a su auto.
De Vargas dijo que se fue solo del lugar donde compartió una cena con sus amigos, pero aclaró que esto lo supo porque se lo dijeron ellos después, y negó tener presente cuál fue el recorrido que resolvió transitar en su vehículo para retornar a su casa.
Del encuentro en la parrillada, De Vargas sólo pudo rememorar que quienes lo acompañaban pidieron braseros, pero según le habrían dicho luego sus amigos, ni siquiera habría llegado a comer. Además, dijo haber tomado tres copas de vino rosado.
Frente a la insistencia del juez de recordar algo más sobre lo ocurrido, De Vargas dijo que su médico tratante le recomendó que no hiciera el intento de rememorar lo sucedido esa noche, porque lograrlo sería muy difícil, debido a que estaba en un “estado amnésico”.
De Vargas insistió en que el profesional le pidió que no se “torture”, pues le dijo que la mezcla de psicofármacos, que el comunicador habría consumido ese día, con vino, implica una combinación “explosiva”.
En cuanto al día después de su detención, dijo tener presente a un policía joven, de 22 años, que conversó con él y le ofreció un cigarrillo. “Charlamos de forma amigable y me indicó que en un rato quedaba libre”, dijo.
Por otro lado, reconoció que no era la primera vez que le daba positiva una espirometría, y confesó que durante un verano en Piriápolis esto ya le había sucedido.
Su salud
De Vargas dijo estar bajo un tratamiento psiquiátrico como consecuencia de la separación que viene transitando con su esposa y se apenó al recordar que el fin de semana previo a lo ocurrido había sido el Día del Padre.
“Una jornada difícil”, dijo, en referencia a que no tiene contacto con algunos de sus hijos.
Según De Vargas, por orden de su médico debe tomar dos psicofármacos “todos los días” y uno “especialmente para poder dormir”.
Y añadió: “Para venir hoy acá tuve que traer en la billetera una pastilla de rescate”. Esta, según dijo, le permite evitar un posible ataque de pánico.
Para reafirmar su situación, el comunicador invitó al juez Pírez a que corroborara su historia clínica. Y aseguró que en la misma se indica que padece un cuadro de depresión y agorafobia, “el temor a que a uno le pase algo al salir de la casa”, le explicó De Vargas.
Futuro incierto
El comunicador debió asistir al juzgado el pasado 21 de julio, pero pidió una prórroga alegando problemas de salud. Pírez aceptó esto, y fijó la audiencia para el día de ayer.
Canal 10 resolvió la semana pasada mantener fuera del aire el programa de De Vargas, Vivila otra vez, “hasta nuevo aviso”. Los directivos preferían esperar la resolución judicial del caso antes de tomar una resolución definitiva sobre el programa, y de fondo, sobre el vínculo con el comunicador.
El 7 de agosto -es decir el próximo domingo-, De Vargas cumple 60 años y, en Saeta, la tradición indica que a esa edad se inician los trámites jubilatorios. Pero también hay excepciones. Blanca Rodríguez, la histórica conductora de Subrayado, por ejemplo, tiene 63 años.
Policía que difundió video fue sancionada
Días atrás una policía fue identificada como la autora del video viral que muestra a Humberto De Vargas -el destacado comunicador que desde hace 40 años trabaja en Canal 10- en la comisaría, luego de ser detenido por manejar bajo efectos del alcohol y darse a la fuga. La oficial de la seccional 14 fue sancionada por haber grabado y viralizado el video. No es una sanción del Ministerio del Interior, sino de la seccional en la que ella trabaja.