Los usuarios del transporte público en Montevideo demostraron un comportamiento distinto durante la pandemia por covid-19 que el que tuvieron otras poblaciones en ciudades similares. En la capital de Uruguay se registró una menor reducción del número de viajes y una muy rápida recuperación de los volúmenes de movilidad luego de los picos de disminución asociados con las tres olas de contagios.
“La menor reducción del número de viajes estuvo vinculada con el modelo de gestión de la pandemia, que no impuso una cuarentena o restricciones de movilidad, y con el menor riesgo percibido por los usuarios sobre utilizar el transporte público, como consecuencia del reducido número de contagios que se dieron en los primeros siete meses de pandemia”, analizó Sergio Nesmachnow. Él es doctor en informática y docente del Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería de la Udelar y autor del estudio “El impacto de la pandemia de covid-19 en el sistema de transporte público de Montevideo, Uruguay: una aproximación al análisis de datos urbanos”, publicado recientemente en la revista Urban Science.
Bajas
El análisis identificó que los eventos de aumentos de casos de covid-19 marcaron una correlación negativa con la venta de boletos. Esta fue particularmente pronunciada durante los períodos posteriores a las tres olas de la pandemia: primera ola (diciembre de 2020-febrero de 2021), segunda ola (marzo-mayo de 2021) y tercera ola (noviembre de 2021-febrero de 2022).
De acuerdo con los datos del estudio, luego de la declaración del estado de emergencia sanitaria el 14 de marzo de 2020, se observó una reducción global de los viajes en transporte público del 71,4%. La reducción fue mayor en días laborables (73,2%) que en fines de semana (54,1%).
Los resultados fueron diferentes según el barrio. Por ejemplo, la reducción de viajes fue significativamente menor en los barrios de bajos ingresos que en los de altos ingresos. Así, en Casavalle y Casabó-Pajas Blancas se registró una caída del 63%; mientras que en Pocitos y Parque Rodó fue del 89%. “Estos resultados muestran que las poblaciones de bajos ingresos se vieron más forzadas a seguir utilizando el transporte público, debido a las limitadas opciones alternativas para desplazarse”, apuntó Nesmachnow.
Los valores de reducción fueron más bajos que los que se registraron en ciudades similares: por ejemplo, entre el 80% y el 90% en Budapest (Hungría), 85% en Varsovia y 90% en Gdansk (Polonia), 93% en Santander y 95% en Fuenlabrada (España) y más del 80% en las principales ciudades latinoamericanas.
Adultos mayores
El estudio de Nesmachnow, cuya autoría comparte con Andrei Tchernykh, también analizó el uso del transporte público por parte de los adultos mayores, teniendo en cuenta que otros trabajos científicos han afirmado que la pandemia de covid-19 cambió significativamente sus patrones de movilidad debido a que las restricciones los excluyeron del sistema.
Al analizar la reducción de viajes observada para las categorías 'jubilado A' y 'jubilado B' del Sistema de Transporte Metropolitano tras la declaración de emergencia sanitaria en comparación con la reducción de los viajes de usuarios adultos (entre 20 y 60 años), se determinó que la reducción en el uso del transporte público por parte de personas mayores fue un 10% mayor que para los usuarios adultos. A pesar de esto, el número de viajes indicó que una proporción significativa de la población mayor (alrededor de una cuarta parte) todavía dependía del transporte público para desplazarse durante los primeros días de la pandemia.
“Este resultado es diferente de otras reducciones reportadas en otros países, donde la movilidad de las personas mayores fue casi nula en las primeras etapas de la pandemia de covid-19, como consecuencia del altísimo riesgo percibido y de las medidas de cuarentena aplicadas”, señaló Nesmachnow. Y añadió: “Este hallazgo tiene gran importancia ya que se ha reconocido que la preservación de la movilidad y las interacciones sociales es fundamental para la salud y el bienestar de los adultos mayores”.
No se detectaron variaciones significativas en la reducción entre las dos categorías de “jubilados”, lo que sugiere que el factor económico no jugó un papel significativo en ese sentido.
Recuperación
Respecto a la recuperación del uso del transporte público, el estudio indica que Montevideo superó a otras capitales y ciudades similares. El número de viajes experimentó un rápido repunte “con una tasa de recuperación notable”. De acuerdo con el estudio de la Facultad de Ingeniería, a solo cuatro meses de la declaración de emergencia sanitaria, el sistema ya había recuperado el 84% de sus viajes previos. Hubo una ligera disminución en agosto de 2020 pero el número de viajes casi alcanzó los niveles prepandémicos en noviembre de 2020, logrando una tasa de recuperación del 90%.
En particular, la recuperación del número de viajes después de la primera ola fue significativamente más rápida, superando el 90% en tres meses y recuperándose por completo en los últimos meses de 2021. Se detectó una tendencia similar después de la segunda ola. Tras la tercera ola, la recuperación fue más rápida, superando el valor anterior a la pandemia de covid-19 en solo dos meses, en marzo de 2022.
“Los resultados de la recuperación indicaron que, a pesar de la disminución inicial de los viajes en transporte público debido al aumento de los casos de covid-19, los ciudadanos recuperaron rápidamente su confianza en el sistema. Los plazos de recuperación del número de viajes se fueron acortando progresivamente tras cada nueva ola y, en 2022, solo fue necesario un mes y medio para alcanzar la recuperación total”, comentó Nesmachnow a El País.
Datos importantes para el futuro
“Establecer relaciones causales certeras entre la pandemia de covid-19 y el uso del transporte público es un desafío complejo, debido a factores subjetivos como el miedo a la infección y el riesgo percibido asociado con diferentes modos de transporte, así como de factores económicos específicos”, analizó Sergio Nesmachnow. Este tipo de resultados constituyen, a su juicio, insumos importantes para los formuladores de políticas para desarrollar estrategias efectivas en el futuro.