Bulldogs que pretendían ser contrabandeados por la frontera. Caballos sueltos en la vía pública. Canarios y gatos abandonados en domicilios o encontrados en situaciones de acumulación de basura. Estos han sido algunos de los animales incautados en operativos en el último año.
De 2021 hasta el primer trimestre de 2023, se triplicaron los casos de incautación (o rescate) de animales por situaciones de maltrato o crueldad, según datos del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) a los que tuvo acceso El País. En concreto, se pasó de 34 intervenciones en 2021 a 75 en 2022, lo que significó una actuación sobre 80 y 241 animales, respectivamente. En el primer trimestre de este año ya se rescataron unos 100 ejemplares. Entre estos figuran animales de compañía, equinos, animales de entretenimiento, aves de producción, fauna silvestre y especies exóticas.
Las dos primeras categorías representan los casos más numerosos. Por ejemplo, en este 2023 ya fueron rescatados y donados a instituciones sin fines de lucro 48 caballos. “En febrero de este año tuvimos un caso enorme”, recordó Marcela Delgado, directora ejecutiva del INBA. Apuntó que se había estado siguiendo la situación por varios años pero no se podía actuar sin una orden de allanamiento, herramienta que brindó un juez penal por primera vez y que facilita la intervención. “Fue la primera vez que contamos con esto de forma directa; antes lo hacíamos a través de Fiscalía”, señaló.
El INBA tiene la potestad de confiscar aquellos animales sujetos a maltrato o crueldad por parte de sus tenedores, también cuando implican un riesgo para la vida y/o la integridad física y bienestar de ellos mismos, personas u otros animales. Por ejemplo, en el caso de un caballo con signos de maltrato o suelto en la vía pública -Delgado dijo que aquí se “incauta al instante”- se verifica si tiene alguna marca que identifique al dueño. El INBA puede aplicar sanciones, las que están establecidas en el artículo 22 de la ley N°19.889, que van desde multas de 1 a 500 UR a la confiscación definitiva y/o la prohibición de tenencia. “Pero solo son sanciones administrativas”, lamentó Delgado, puesto que “no hay nada en el Código Penal que diga que el maltrato animal sea delito”.
La jerarca ve con preocupación la ocurrencia de denuncias que exigen la intervención y compromiso de acción de otras instituciones, para poder evaluar y abordar en conjunto. En este sentido, Delgado nombró a las situaciones de abandono de animales en casas de familia cuando su tenedor fallece o es internado en un centro de salud, situaciones de abandono en casos de realojo de la familia. Y añadió: “Estamos percibiendo también un aumento de denuncias por síndrome de Diógenes, las que trabajamos conjuntamente con intendencias y/o con la Policía”.
Los motivos de denuncia más frecuentes son la tenencia irresponsable, que representa más del 60% de las denuncias. Le siguen mordeduras y ataques a personas, que en el primer trimestre de 2023 fueron casi el 20% del total. En comparación, entre 2016 y 2018, la Cotryba había recibido un promedio de 151 denuncias mensuales, número que se duplica a partir de la creación del INBA en 2021. Este organismo recibió un promedio de 330 denuncias mensuales en el año 2021 y 340 en 2022. Dichas cifras ya fueron superadas en el primer trimestre de 2023, con un promedio de 441 denuncias mensuales.