Polémica por muerte en la calle por el frío; citan al ministro Bartol al Parlamento

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El de ayer fue el segundo fallecimiento de personas sin techo en menos de un mes y seguirán las temperaturas bajas. Foto: Gerardo Pérez

VÍCTIMA TENÍA 31 AÑOS

La noche anterior, con alerta meteorológica, el hombre había acudido a un refugio del Mides, pero el ingreso le fue impedido por falta de cupos.

El final de esta historia es que un hombre muere de hipotermia, tras pasar la noche a la intemperie en pleno Centro de Montevideo. O tal vez ese sea el comienzo de la historia. Porque el fallecimiento de Gustavo Castro (31) sembró las dudas sobre el sistema de refugios. Van dos muertes de personas en situación de calle en menos de un mes. Y la oposición citó al Parlamento al ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol.

Cuando Castro llegó a la puerta del refugio, en la calle Paysandú 929, le dijeron que no había cupos. A esa hora, poco después de las ocho de la noche, el centro de operación del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) indicaba que todas las plazas para hombres, en la capital, estaban asignadas. Pero en la cartera investigan si, efectivamente, la capacidad estaba colmada.

Ocurre que los refugios nocturnos van asignando lugares. Puede ocurrir que, a las ocho de la noche, algunas de las camas continúan libres, pero se reporten como “ocupadas” porque se está a la espera de que lleguen aquellos a los que se les había reservado el lugar.

La cuestión es que a Castro le dijeron que no había cupos. El hombre, en su enojo, comenzó a discutir con otro usuario (de 32 años) y desde el refugio llamaron a la Policía. Los oficiales intentaron convencer a los involucrados en el desorden -como le dicen en la jerga policial- de que se retiraran del lugar. Y, ante la negativa, trasladan a ambos a la seccional tercera.

Los policías dieron aviso inmediato a la fiscal de turno, Brenda Puppo, quien ordenó la inmediata liberación de los hombres. Eran las diez y media de la noche.

Castro dio la vuelta manzana y se acostó a dormir en la puerta de una panadería, sobre la calle Yi. Poco antes de las siete de la mañana, el dueño del local llegó para abrir la reja y se encontró con un hombre tirado, inmóvil. Intentó “despertarlo”, pero el joven no respondía. Un médico constató que había muerto.

La investigación judicial busca conocer la causa de muerte. Según fuentes de la pesquisa, hasta la noche de ayer el forense no había podido determinar la causa exacta (hay sospechas, no confirmadas por la fiscal, de hipotermia) y los peritos exigieron una ampliación toxicológica (para descartar un fallecimiento por consumo de sustancias).

La investigación en el Mides apunta a conocer la existencia o no de cupos (aunque las autoridades admiten que, para el caso de hombres, “faltan más”) y si hubo negligencia en la operativa del refugio de la calle Paysandú (operado por la Coopel).

La investigación política, en cambio, reposa la mirada en la gestión de las actuales autoridades. El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, asumió en un mensaje de Twitter su “responsabilidad”. Lo mismo hizo en ronda de prensa el subsecretario del Mides, Armando Castaingdebat.

Pero la bancada de senadores del Frente Amplio cursó un pedido de información para conocer los detalles de lo acontecido y los cupos disponibles en los refugios, y le exigirá respuestas al ministro Bartol, quien confirmó que acudirá a la comisión de Población del Senado el próximo lunes.

Micaela Melgar, exresponsable del Programa Calle, calificó de “tristísima” la situación y pidió que no sea “politizada”. Según la información que maneja la hoy legisladora, no ha habido una planificación especial para el invierno, como otrora se inauguraba cada 15 de mayo, y la ampliación de camas fue “por COVID-19 pero no para quienes duermen en la calle”.

En acuerdo con el Sinae, el Mides tenía alojamientos disponibles ante una alerta meteorológica. “Ayer cuando (Castro) llegó no había cupo disponible porque con el tema de la alerta naranja lamentablemente estábamos a cupo lleno”, dijo sin embargo Fernanda Auersperg, directora Nacional de Vulnerabilidad, en canal 12.

Según el colectivo Ni Todo Está Perdido, conformado por personas en situación de calle, la suma de 500 plazas evitaría las muertes por hipotermia que se han generado. En un comunicado, este colectivo expresó: “Las víctimas de frío son víctimas de la indiferencia y la negligencia de un sistema injusto que no protege de igual forma a la ciudadanía. El fallecimiento de Gustavo, su enojo ante la impotencia que anticipa su propia muerte, sugieren que hay un accionar falaz e irresponsable por parte de lo que se comunica a la población, a través de los medios, por parte de las más altas autoridades del Mides”.

En junio del año pasado, 1.446 personas habían pasado, al menos una vez en el mes, por un refugio del Programa Calle. Pero son más de 20.000 los que, en la última década y media, han estado al menos una vez en esa situación.

Gente en situación de calle. Foto: Gerardo Pérez
Gente en situación de calle. Foto: Gerardo Pérez

Si bien los casos “crónicos” -esos que permanecen mucho tiempo en calle- son quienes más ocupan las camas de los refugios, el grueso de la población sin techo permanece por períodos cortos y rota. Así lo demuestra la tesis de maestría en Sociología de Thomas Evans, quien revela que “dos de cada tres de los usuarios de refugios tuvieron una salida sostenida del sistema de refugios, de al menos seis meses”.

El tiempo de permanencia en los refugios termina siendo, según la investigación de Evans, una condicionante para poner fin a la situación de calle. Pero también, dice, parece determinante la edad. Los más jóvenes tienen más chances de salir. Y Castro tenía 31 años.

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