Por "error de notificación" reprograman audiencia y uruguaya sigue presa en Bolivia por 7 gramos de marihuana

Luego de estar más de tres meses en prisión junto a su hija, la madre quedó en libertad el pasado miércoles y ahora espera por la audiencia que tendrá lugar el próximo jueves.

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Marihuana
Foto: archivo.

Redacción El País
Debido a un error de notificación, debió ser reprogramada la audiencia que iba a tener lugar este viernes en Bolivia, para tratar el caso de la uruguaya que permanece presa en la cárcel de Obrajes en La Paz en por llevar siete gramos de marihuana en su equipaje.

El pasado miércoles quedó en libertad Silvia, la madre de Virginia que la acompañó en ese viaje y que, pese a no ser consumidora de marihuana, llegó a estar más de tres meses en prisión preventiva. La liberación de la uruguaya de 60 años le dio esperanzas a la defensa de ambas, que creyeron que sería de peso suficiente para lograr la liberación de Virginia, de 27 años.

Pero la suspensión de la audiencia de este viernes es uno de los peores escenarios previstos por la defensa, que este viernes planeaba pedir la celebración de un proceso abreviado. De haber tenido lugar, la defensa iba a aceptar la acusación de Fiscalía y la pena que conlleva: la expulsión de Bolivia.

"Es desolador. Lo peor es la incerteza de los plazos procesales, si vos sabés que tenés una audiencia en la que se va a discutir A y B y que se va a producir en tal fecha y que no es prorrogable, tenés un marco de certidumbre", expresó a El País el abogado de ambas, Rodrigo Rey, tras conocer la suspensión de la audiencia, que pasará a tener lugar el próximo jueves.

Más de tres meses en prisión:

El caso se remonta a marzo, cuando Virginia y Silvia -madre e hija- volvían de sus vacaciones en Bolivia. Fue en el Aeropuerto de El Alto que la Policía las detuvo, al detectar que las uruguayas llevaban marihuana en sus pertenencias. Por siete gramos de cannabis, fueron juzgadas por el delito de tráfico de estupefacientes.

El pasado 8 de mayo, la defensa de ambas demostró que esto era un error ya que Virginia, la hija de 27 años, no es traficante sino consumidora y que su madre, Silvia, no es ni una cosa ni la otra, por lo que fue sobreseída y liberada dos días atrás.

En Bolivia el consumo de sustancias es un delito cuya pena no implica prisión, sino la internación en un centro de rehabilitación. Sin embargo, los extranjeros que cometen este delito son directamente expulsados del país.

Pese a que cada país tiene sus propias leyes en cuanto a estupefacientes "no es una práctica común apresar turistas", menos aún con tan bajas cantidades de marihuana, y lo habitual es que en el aeropuerto "se deseche el material como cualquier material orgánico", aseguró Rey.

Según Rey, no es la primera vez que esto sucede en Bolivia, pero sí es la primera vez que se consigue demostrar que la persona que portaba la sustancia lo hacia para consumo personal y no para tráfico. Esto fue porque el nombre de Virginia aparece en los registros de un club cannábico uruguayo.

La defensa firmó semanas atrás un acuerdo con el fiscal del caso asumiendo la responsabilidad de haber cometido la imprudencia de llevar la sustancia consigo e incumplir con la normativa boliviana, pero la audiencia que dará apertura a su caso tendrá lugar el próximo jueves.

Marihuana - venta de farmacias
Virginia estaba registrada en un club cannábico.
Foto: Fernando Ponzetto

El pedido a Cancillería

Rey aseguró que aún espera recibir una comunicación directa de la Cancillería uruguaya y que esta demuestre su "interés humanitario" en el caso.

En este mismo sentido, la familia se expresó semanas atrás en una carta dedicada al ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini.

"Estar preso siendo inocente es una de las peores pesadillas que una persona pueda soportar; si a eso le sumamos que es en un país extranjero, sin redes de contención afectiva, sin visitas que acompañen, sin comprender la idiosincrasia, sin conocer las leyes, las instituciones, las dinámicas culturales, es aterrador", dice la carta.

"Hoy necesitamos que el gobierno uruguayo dé un paso más y logre traer de regreso a casa a Silvia y a Virginia. No sabemos cuánto tiempo más podrán soportar las condiciones de encierro; la salud de ambas se deteriora día a día", culmina el texto escrito antes de la liberación de Silvia.

Pese a que este texto recibió una respuesta de Paganini, este le transmitió a la familia que sus competencias y capacidades para colaborar activamente en el caso son "limitados".

Según supo El País, la Cancillería uruguaya sigue de cerca el caso desde el comienzo y asiste a la familia tanto desde el país como a través de la embajada en Bolivia. El embajador Fernando Marr las visitó en varias ocasiones para corroborar su estado sanitario y ha mantenido reuniones con la Cancillería boliviana para solicitar información sobre el caso.

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