La problemática de las personas que viven en la calle parece ser un escenario focalizado en Montevideo. Sin embargo, en los últimos meses se ha visto cómo este fenómeno también forma parte del escenario habitual en Canelones.
Varios episodios han generado la alerta de la intendenta canaria, Gabriela Garrido (Asamblea Uruguay), quien relató a El País que la Policía ya
comenzó a adoptar acciones y a recorrer lugares donde se instalaron verdaderos campamentos.
Uno de esos focos se da apenas a tres cuadras de la plaza de la ciudad de Las Piedras, donde personas que viven en la calle "tomaron" la excomisaría de la Mujer y armaron campamentos por donde ingresaban antaño los patrulleros.
No hay expresión para describir el "patio trasero" de esa exsecccional. Heces humanas, championes viejos, ropas de todo tipo y color, pedazos de electrodomésticos y sillas acondicionadas debajo de trozos de nylon, entre otros objetos. El lugar dista mucho de una zona civilizada. Hay comida podrida desparramada en el patio debajo de la sombra de un árbol con una gran copa. Dentro de las antiguas oficinas hay más ropas y zapatos. Es evidente que los intrusos lograron ingresar al local de alguna forma.
Al regresar al frente de la vieja comisaría, que da una de las calles comerciales de Las Piedras (Instrucciones del Año XIII), se observa que el lugar donde estaba el Escudo Nacional dejó un vacío en la fachada. Llama la atención una silla, de color negro, incrustada en el vidriera del local.
"Al mediodía de hoy (por ayer), uno de los supuestos cuidacoches de la zona rompió el ventanal enorme, ingresó a la vieja Comisaría de la Mujer —hoy funciona en el local de la Seccional 21°— y trató de robarse una silla. Como la silla quedó trancada en el vidrio se fue. Es obvio que va a volver de noche; se reúnen en e", relató a El País una vecina.

La excomisaría se encuentra en la intersección de la calle Instrucciones del Año XIII y la vía del tren. Los comerciantes relatan que la cuadra se transforma en tierra de nadie al caer la noche. En un momento, dicen, hay personas que viven en la calle que llegan a cobrar "peaje" a aquellos peatones distraídos que osan pasar por el lugar.
El miedo de los comerciantes es evidente. Aquel que no fue robado, sabe que le puede tocar en cualquier momento porque su vecino fue víctima de un ilícito días atrás. Un comerciante contó que la quisieron rapiñar dos veces al mediodía: en una de ellas, el ladrón estaba armado con un revólver.
"No hay a quien no hayan robado de día o de noche. Son tantos los 'cuidacoches' que no sé de dónde salen. Cada vez son más. Y ellos nos tienen bien identificados", agregó con temor.
Otro advirtió que el barrio está muy peligroso porque está rodeado de asentamientos: el "Corfrisa", "La Pilarica" (Villa Juana) y un tercero que se formó cerca de la Ruta 5 vieja.
"El otro día entraron en el depósito de la panadería y robaron harina, comestibles y bebidas. En la vereda del frente habían ocupado una casa. Llevaron a cuatro cuidacoches y los condenaron", aseguró.
Desorden.
A unos 70 metros de la excomisaría de la Mujer y al costado de un túnel del Ferrocarril Central por donde pasa el tren con la carga de UPM hay un descampado. El lugar parece hoy una zona bombardeada: trozos de muebles, un enorme trailer ferroviario con una parte incendiada, guardabarros de autos, sillas de bebés, colchones de polifon y "tolderías" hechas con nylon.

En el lugar habían unas 15 familias. El jueves 20, funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), acompañados por policías, llegaron allí e invitaron a quienes viven en esos campamentos a dirigirse a refugios de la cartera, según relataron los vecinos de la zona.
María, una cuidacoches de 44 años, señaló que los funcionarios del Mides les dijeron que el próximo martes se sacará por la fuerza a todas las familias que queden en el lugar. "Nos dijeron que iba a venir máquinas retroexcavadoras y limpiar el terreno. Teníamos esto limpio pero ahora está horrible porque dijeron que nos iba a correr. Nos hicieron desarmar nuestros ranchos", dijo.
María advirtió que no se va ir del lugar. "Que me den un terreno aunque sea en el 'cante' (asentamiento) para irme. Ya se fueron unas nueve familias. Pero nosotros no tenemos dónde ir; mi hija está embarazada y yo también. Que nos den algo", insistió.
Fernando, de 38 años, pareja de María, dijo que no le sirve ir a un refugio del Mides como le propusieron. "Allí nos roban todo lo que tenemos, televisores y electrodomésticos", afirmó. La hija de María, Joselyn, tampoco se quiere ir del lugar. sin recibir algo a cambio.
Fernando no está de acuerdo con ir a un asentamiento. "Allí le roban la hija a Joselyn, que tiene 13 años. Ahora ella está en el liceo", explicó.

Medidas.
La intendenta de Canelones afirmó que la Ley de Urgente Consideración (LUC), aprobada en el período pasado, generó que una alta tasa de personas encarceladas y sobre todo mujeres como consecuencia del microtráfico de drogas. Agregó que muchas de estas personas terminan en situación de calle.
Garrido señaló que, al mismo tiempo en que no pueden haber campamentos en los espacios públicos, también hay que "dar soluciones" a esas personas vulnerables por problemas de adicciones y falta de trabajo.
"Además debemos atender al vecino. La Intendencia de Canelones es de todos y hay que mantener un equilibrio. Reitero, tenemos que dar garantizar los espacios públicos por donde pasan las personas. Los haremos con articulación con los ministerios de Interior, Desarrollo Social y Transporte, la Junta Nacional de Drogas y AFE", concluyó.