Por primera vez en la historia del Uruguay se realizará a partír del próximo sábadoun censo nacional que ofrecerá una modalidad virtual. Será a través de la web censo2023.uy y ya en la primera pantalla que se le despliegue al usuario se le pedirá la información de su contador y cuenta de UTE. La razón: al tratarse de algo virtual, se podrá responder las preguntas desde cualquier lugar, por lo que el registro de esos datos le permitirá al Instituto Nacional de Estadística (INE) localizar el cuestionario en un lugar geográfico preciso.

Así lo indicó el titular de ese organismo, Diego Aboal, cuando el pasado miércoles concurrió a la Comisión de Población y Desarrollo del Senado a explicar las características del trabajo.

En el cuestionario estarán incluidas una serie de dimensiones. Por ejemplo, existirá un módulo en el que se indagará sobre el sexo de la persona, su edad, nivel educativo y ocupación, junto a elementos vinculados a la discapacidad y a la migración, un fenómeno que se acentuó en estos últimos años.

Aboal agregó que otro módulo será sobre vivienda. Allí se indagará "cómo vivimos los uruguayos y qué tipo de viviendas tenemos". Por ejemplo, si tienen o no techos livianos, cómo son las condiciones de las paredes, si tienen servicio higiénico y conexión a saneamiento. Si tienen electricidad y agua potable. También habrá preguntas vinculadas al equipamiento del hogar, que básicamente estarán referidas a los electrodomésticos y vehículos que allí se posean.

A partir de allí podrá hacerse una caracterización socioeconómica y una aproximación a partir de las variables que se relevarán. Por ejemplo, a través de qué tipo de electrodomésticos se posean. Por ejemplo, si se posee un secarropas se revela un cierto nivel de confort.

Más allá de estos elementos, el director del INE aseguró que el censo no preguntará acerca de los ingresos que tenga la persona encuestada. Habrá sí algunas dimensiones adicionales, como un módulo sobre otro nuevo fenómeno en el país como el teletrabajo. También algunas preguntas por parte del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) sobre si los hogares fueron recientemente afectados por inundaciones u otros efectos climáticos. Habrá alguna pregunta nueva, para saber cuántos uruguayos vivieron en el extranjero y retornaron al país.

"El censo permitirá saber quiénes somos los uruguayos y cómo vivimos", dijo Aboal. Además de constituir una "nueva radiografía", la información recolectada le servirá a "los próximos dos gobiernos" para definir polítícas públicas a partir de "información dura": dónde se instalará una escuela, un comedor o un centro CAIF. Dónde realizar obras de saneamiento.

Una dimensión que se cuestiona es que, por primera vez el censo incluirá una pregunta sobre identidad de género. El director del INE recordó que una ley, vigente desde 2018, obliga al instituto a incluir esa pregunta, que también debe ser formulada en las encuestas continuas de hogares. El cuestionario sumará para ello las categorías de varón o mujer trans, y también una categoría agregada de Otros.

La etapa virtual comenzará el próximo sábado 29 y se extenderá hasta el 17 de mayo. Luego, será el turno de la modalidad clásica y presencial que, se prevé, se prolongará por cuatro o cinco semanas. Será el primer censo nacional que se hace en Uruguay en 12 años.

A nivel internacional se considera que un censo es bueno si alcanza por lo menos al 95% de la población., Según Aboal, si bien en ningún lugar del mundo se llega al 100%, esa es la meta. "Vamos a salir a buscarlos a todos y a recorrer por lo menos tres veces cada domicilio en la fase presencial", aseguró. Las personas que se haya censado a través de la web también serán visitadas. En ese caso, deberá entregar un código que se les indicará al haber terminado el cuestionario virtual.

Si en algún momento no encuentran a nadie, los censistas dejarán el clásico aviso por debajo de la puerta. Serán unas 7 mil personas las que estén trabajando en esa tarea.

La posibilidad de respuestas vía web, señala el INE, expone al organismo a una cantidad de desafíos: por ejemplo la seguridad de la información. Al respecto, se vienen realizando testeos para otorgar seguridad de que la población podrá ingresar masivamente a la página y que su información estará protegida. El cuestionario, además, será intituitivo y podrá responderse fácilmente "a la primera lectura".

A los efectos de la seguridad, se recurrió al "hackeo ético" a través del cual un grupo de técnicos intentó vulnerar los sistemas y detectar posibles fallas. Aboal garantizó además el secreto estadístico: una vez que la información entra al sistema, el INE no puede divulgarla a nivel individual. Los datos relevados a través del formulario web permanecerán alojados en el centro de datos de Antel en Pando.

Aboal admitió cierta preocupación de la ciudadanía ante la obligación de tener que "abrirle la puerta" a los censistas. Para despejar esas dudas viene desarrollándose una campaña informativa que muestra cómo irán equipados: chaleco azul con el logo del INE y del censo, un gorro que tendrá ambos logos, un morral y una tableta.

Ante la "menor duda", el director recomendó que se le abra y que se le pida el número de cédula. En la web habrá un "verificador de censistas" en donde podrá corroborarse el documento de identidad. También podrá hacerse a través del 0800 2023. Aboal insistió en la premisa de que el censo deberá hacerse con seguridad. "Nadie tiene que abrir la puerta si tiene desconfianza", sentenció.

La campaña publicitaria y de información insumió unos US$ 360 mil, de un total de US$ 20 millones que el INE tiene asisgnados para desarrollar el censo.