OBRA MILLONARIA
Los trabajos empiezan este año y llevarán al menos una década; el objetivo de la obra es “extender la vida útil” de la central hidroeléctrica.
El plan de renovación que llevarán adelante los gobiernos de Argentina y Uruguay en el complejo hidroeléctrico binacional de Salto Grande, se enmarca en el programa más ambicioso después de su construcción hace cuatro décadas atrás, y puede alcanzar una inversión cercana a los mil millones de dólares, según lo que ha podido recoger El País en ámbitos de la empresa energética.
Parte de ese dinero —80 millones de dólares, mitad para Uruguay y la otra mitad para Argentina— lo prestará el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y deberá ser devuelto en 25 años, según se establece en el contrato firmado esta semana por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEC).
Los trabajos, que tienen como objetivo "contribuir a extender la vida útil de la central hidroeléctrica, demandarán entre 12 y 15 años, ya que se quiere perder lo menos posible la productividad del complejo.
Las obras incluirán la modernización de los reguladores de velocidad de las turbinas y la renovación de los sistemas hidromecánicos como compuertas, rejas, entre otros.
Para los recambios se requerirá con seguridad la participación de técnicos altamente especializados así como de empresas que, dada la complejidad de las tareas, seguramente lleguen de otras partes del mundo como ocurrió cuando se construyó el complejo hidroeléctrico.
Colaboración.
Desde hace al menos 4 años, técnicos del BID junto a un equipo de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande designados por las delegaciones de Argentina y Uruguay han delineado todo lo atinente a lo que es el proyecto del plan recambio de la central hidroeléctrica que contribuirá, según sostienen los expertos, "a mejorar el medioambiente y potenciar otras áreas para mejorar la producción".
El ambicioso proyecto permitirá, con los mismos caudales de agua, mejorar considerablemente la producción energética de la central así como profundizar en la posibilidad de hacer funcionar la exclusa de navegación y renovar también la logística de operativa del complejo.
Las obras serán cumplidas en etapas y comenzará su ejecución este año. Los gobiernos de Uruguay y Argentina, según se establece en el artículo 4 del Convenio firmado el 30 de diciembre de 1946, deberán costear por partes iguales "las obras e instalaciones en común, constituidas principalmente por la presa, con las instalaciones mecánicas y eléctricas de generación así como los estudios y proyectos". Por esa razón, el gobierno local deberá desembolsar 500 millones de dólares, mientras que el vecino país deberá invertir la otra mitad.
Se prevé que entre 2019 y 2020 se utilicen unos 300 millones de dólares para los primeros trabajos.
Fuentes del complejo, aclararon que si bien el total de la inversión puede parecer una cifra elevada "el costo de la obra, a largo plazo, se termina pagando solo debido a la propia productividad del complejo".
"Salto Grande es una empresa sumamente rentable que se paga sola. Cuando se construyó lograron pagarla varios años antes de lo establecido y en ese entonces generaba una ganancia de un millón de dólares por día. Se financia sola, hay antecedentes de que eso", recordaron desde la comisión.
Suba de cota.
Entre otros temas que están relacionados a mejorar la capacidad de producción de Salto Grande, está en carpeta también la posibilidad de elevar la cota de la reserva del embalse de 35 a 36 metros, situación que en el caso de Uruguay no afecta la línea de seguridad establecida, ya que cuando se expropiaron las tierras se previó un nivel de afectación de hasta los 36,80.
En el caso de los argentinos, en tanto, se manejó en aquel momento en los 36 metros, por lo que cada vez que se sobrepasa ese límite, se debe indemnizar a los productores que son afectados por las inundaciones.
En el año 2017 (ultimo dato disponible), el complejo hidroeléctrico de Salto Grande contribuyó con el 4% de energía para el cubrimiento de la demanda en Argentina y con el 44% para Uruguay.
El promedio de generación energética media anual desde que comenzó a funcionar, en 1983 hasta 2017, es de 8.592 gigavatio por hora (GWh), ubicándose un 28% por encima de la energía prevista originalmente en el diseño, que era de 6.700 GWh. El año de mayor producción del recurso energético fue 2014, en el que se obtuvieron 11.305 GWh.
Cuatro características de la central
¿Cómo se construyó?
Para la construcción de la central se utilizaron 60.000 toneladas de hierro y 1.500.000 m3 de hormigón, equivalente a la construcción de 1.000 edificios de treinta pisos de altura. La capacidad total de evacuación (cantidad máxima de agua que puede pasar por la estructura de la represa) es de 61.560 metros cúbicos por segundo.
¿Qué incluye la obra civil?
La obra civil incluye una represa de 69 metros de altura (39 metros sobre el nivel del río) que forma un lago-embalse de 78.300 hectáreas. Cuenta también con dos salas de máquinas y un puente internacional, así como con una extensa red eléctrica que alimenta la demanda energética de Uruguay y el litoral argentino.
Una ubicación estratégica
El Complejo Hidroeléctrico se construyó en una zona de rápidos y desniveles rocosos, en el curso medio del río Uruguay, aprovechando para la generación hidroeléctrica un desnivel natural llamado Salto Grande. Está ubicada en el kilómetro 342,6 del río Uruguay, aguas arriba de las ciudades de Concordia (Argentina) y Salto (Uruguay).
Cantidad de energía usada
En Uruguay, Salto Grande es la productora de energía más importante y suministra más del 50% de la energía consumida. El resto de la energía se cubre con otras represas hidroeléctricas. En Argentina, lo producido por la central proporciona entre el 7 y el 8% de la energía requerida. El resto se abastece con otras centrales.
Retiraron más de 280 mil kilos de ramas y troncos
La pasada semana y tras un operativo que demandó varios días, una empresa especializada en limpieza de lechos de cauces de agua culminó con la tarea de retirar todo el arrastre de ramas y malezas que se habían acumulado en las rejas próximas a las turbinas.
Esta ha sido la primera vez que se realiza este procedimiento desde que se formara el embalse y desde que comenzara a funcionar la primera turbina. Al final del trabajo se contabilizaron más de 280.000 kilos de obstáculos como ramas y troncos y árboles de 20 metros de largo, que han estado depositados en esa malla de seguridad y en el fondo rocoso de ese tramo del Río Uruguay por años. Esos materiales llegaron al lugar debido a los distintos fenómenos meteorológicos como fuertes vientos e intensas precipitaciones sumados a las corrientes.
Luego de esa limpieza se logrará mejorar el pasaje de agua hacia las turbinas y se espera obtener entre un 1% y un 2 % más de energía.
Las tareas, que incluyó la utilización de una gran grúa, se realizaron sobre el Puente Internacional, afectando media calzada sin interrupción total del tránsito, salvo cuando se debía hacer alguna maniobra específica que provocaba esperas de hasta 20 minutos.