Semanas atrás se viralizó en redes sociales un video donde se veía salir vapor de agua desde el suelo y que la tierra borboteaba. El hecho ocurrió en un campo en Paso de los Carros, Cerro Largo, y generó la intriga de los habitantes de ese terreno, pero además de investigadores.
Las hipótesis eran variadas, desde emanaciones de gases o posibles humedales. Sin embargo, el investigador Héctor de Santa Ana, geólogo y asesor de la Gerencia General de Asuntos Estratégicos de Ancap, fue hasta la zona para corroborar de qué se trataba. El campo pertenece a Walter Joaquín Abella, hijo del comunicador y periodista Walter "Serrano" Abella, quien compartió el video en la red social X (antes Twitter).
— Serrano Abella (@SerranoAbella) September 19, 2023
De Santa Ana explicó a El País que “se trataba de un transmisor que instaló UTE” para electrificar la zona, que con el ingreso de agua por las fuertes lluvias “generaba una fuerte descarga”. De Santa Ana fue a la zona acompañado de César Goso, doctor en Geología e investigador del área Geociencias del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba)
El investigador asociado señaló que el campo “estuvo muchos meses sin agua por la sequía” por lo que se pensó en una hipótesis de “emisiones de gases de metal biogénico de poca entidad”. Sin embargo, al llegar al lugar eso quedó descartado.
Cuando De Santa Ana fue a la zona ya no salía vapor, pero detectó que en el lugar se había colocado una jabalina en la tierra, que es una barra de acero cobreada que funciona como un electrodo que va insertado en el suelo del terreno para realizar la descarga a tierra.
“Lo que pasaba era que estaba electrificado. Era como un SUN gigante”, explicó el investigador, que hizo una comparación con el aparato eléctrico inventado por el uruguayo Carlos Caggiani en 1962. “El vapor era vapor de agua de la ebullición del fenómeno térmico que estaba provocando una carga importante. UTE lo resolvió”, agregó. Además, los investigadores se comunicaron con los propietarios del campo para explicarles qué había ocurrido.
De Santa Ana comentó que “el fenómeno se generaba con el ingreso de agua por fracturas que tenía el suelo” y por eso se daba “una descarga peligrosa y fuerte”.