La fatídica muerte del cirujano salteño Gonzalo Leal, mientras intentaba cruzar a nado el Río de la Plata, conmocionó al departamento. A pocos kilómetros de completar el trayecto entre Colonia y Buenos Aires, el profesional sufrió un paro cardiorespiratorio y pese a los intentos del personal médico no se pudo reanimarlo.

Gonzalo Leal era médico de profesión. Tenía 55 años, estaba casado con Paula Tassani, con quien tenía cuatro hijos. Nadaba desde los cuatro años en el Club Remeros de Salto, al cual representó en innumerables competencias nacionales e internacionales en categorías amateur.

En 2019 había incursionado en la actividad política con el Movimiento Naranja, que nació como sector político independiente, junto al fallido proyecto de alianza del hoy ministro de Trabajo, Pablo Mieres, y la exdirigente frenteamplista Selva Andreoli, y terminó participando en las elecciones de ese año dentro del Partido Colorado apoyando al candidato a la Presidencia Ernesto Talvi.

En 2020 fue candidato a intendente de Salto dentro del lema Partido Colorado, impulsado por el sector Ciudadanos. Si bien no logró su cometido, su trabajo entusiasta le hizo ganarse el respeto de sus adversarios políticos.

Durante los años de la pandemia por covid, dejó la actividad política para ser presidente del Club Salto Nuevo, una organización deportiva radicada en uno de los barrios más populosos de Salto.

Su muerte fue sentida tanto por el ambiente deportivo como por el ambiente político y sobre todo el de la salud, donde llevaba unos 30 años de trayectoria como cirujano.

Sus compañeros de trabajo lo recordaron en diversos posteos en redes sociales. Por ejemplo, el jefe de Cirugía del Hospital de Salto, Alfredo Abelleira, escribió en Facebook: “Todos los miércoles de mañana, hora 8, riguroso, estabas en el consultorio 19, Carlos Rattin en el 20 y quien esto escribe en el 21. Recuerdo que uno de estos últimos miércoles te vi de pelo corto y como rejuvenecido (…). Eran los aprontes finales para esta prueba que te habías propuesto: cruzar a nado el Río de la Plata. Yo no sabía nada, hasta hoy, que Rosita (Blanco, esposa de Abelleira) me dijo que estabas en el agua desde las 4.33 am. Partiste de una playa de Colonia y pensabas llegar a Punta Lara en la Provincia de Buenos Aires. A las 17.00 me dice Rosita que estabas cerca de lograr tu objetivo, que estabas cerca de la costa Argentina, luego que estabas indispuesto y finalmente el grito ahogado de mi mujer ‘¡murió! ¡Alfredo, Gonzalo murió!’ Y yo gritaba que eso no podía ser, que no me lo dijera, por favor, y lloré como un niño, tanto que mis perritos se asustaron y viéndome así, en el borde de la piscina, aferrado y casi en posición fetal, me lamían desesperados sin saber qué me pasaba. ¡¿Cómo es posible que esto haya pasado?!”

También desde el ámbito político, el intendente de Salto, Andrés Lima, le dedicó unas palabras: “A Gonzalo Leal, el médico, el vecino, el amigo, el salteño, una persona buena que quería lo mejor para su pueblo. Médico dedicado, deportista apasionado y buen padre de familia. Siempre muy respetuoso y con muchos valores. Una gran pérdida para Salto. ¡Hasta siempre, Gonzalo!”.

Mientras que el senador colorado Germán Coutinho escribió: “Es mucho más que una triste noticia del fallecimiento de un correligionario del partido. Es una tragedia que le tocó vivir a un amigo, conocido y querido por Salto. Más fuerza que nunca a toda esa hermosa familia que supo formar”.

Al tiempo que el líder del Partido Nacional de Salto y compañero médico de Leal, Carlos Albisu, también posteó: “En este momento tan difícil quiero hacer llegar un sentido abrazo a la familia de Gonzalo. Estará siempre en el recuerdo, el colega y el amigo. Hasta el último día tras un sueño. QEPD”.

Sus compañeros de natación manifestaron su dolor por la irreparable pérdida y el club suspendió ayer las clases de natación y la preparación de los planteles, como forma de expresar su estado de duelo.

Por estas horas, sus familiares realizan los trámites correspondientes a nivel diplomático en el consulado uruguayo, con el fin de poder repatriar los restos del médico salteño hacia Uruguay.

Leal había partido desde la playa de Colonia del Sacramento, a nado, sobre las 4.30 horas del jueves y era seguido de cerca por dos lanchas, una de primeros auxilios, en la que viajaba su médico personal, y otra en la que lo acompañaba su hijo Octavio.

El médico se había preparado durante meses para realizar la travesía que implicaba unos 47 kilómetros. Durante días debió aguardar el aval de la Prefectura para que se abriera una ventana, como indicaban los efectivos, que permitiera un cruce en condiciones climáticas óptimas. Estaba previsto que su arribo a Buenos Aires se diera cerca de las 19.00 horas, pero en los últimos kilómetros se dio el fatal desenlace.