Redacción El País
El Sindicato de Trabajadores de la Enseñan Privada (Sintep) rechazó la decisión que tomó la dirección del colegio Santa María-Maristas, que a finales de mayo despidió a un catequista que realizó comentarios ofensivos contra otra docente por su orientación sexual. El comentario fue realizado en un grupo de WhatsApp por error.
En diálogo con El País, la secretaria de Asuntos Laborales del sindicato, Alejandra Rey, remarcó que la postura del gremio es “condenar” el mensaje “indeseable” que envió el trabajador, pero sostienen que la decisión tomada por la dirección es “desproporcionada y desmedida”, y aseguró que durante la investigación hubo “vicios de forma”.
“El docente hizo un comentario que no corresponde. Nosotros tenemos el compromiso para combatir las actitudes patriarcales como las del mensaje, de hecho impulsamos el protocolo, pero no compartimos la sanción que se resolvió”, dijo Rey, quien añadió que el profesor hace 19 años que trabaja en la institución y que nunca había tenido “ningún episodio” similar a este.
Rey señaló que la institución actuó correctamente al aplicar el protocolo, pero especificó que durante la investigación hubo “vicios de forma”; comentó que no se resguardó la privacidad de los implicados. “Se expuso también a la profesora, la situación era muy comentada”, dijo.
El pasado 6 de junio hubo una reunión en la Dirección Nacional del Trabajo (Dinatra), en la que el colegio, según dijo Rey, rechazó que el docente retome su puesto de trabajo. “Se entendió que no había posibilidad de reintegro”, dijo la dirigente. En ese sentido, comentó que Sintep tiene la posibilidad de convocar a la Asociación Uruguaya de Educación Católica (AUDEC) para buscar nuevos caminos de diálogo.
El director del colegio, Adrián Arias, dijo el martes a El País que esta es una “situación delicada” para el colegio y lamentó que se siga “exponiendo a las partes”, aunque especificó que la decisión está vinculada con que se trata de un profesional de catequesis, que debe trabajar de forma “ética y respetuosa” enseñando los valores católicos a los estudiantes. “Tiene que ver con su rol”, señaló.
Todo surgió en un grupo de Whatsapp entre funcionarios del colegio; en una charla “descontracturada” conversaron acerca de los roles de género y los “lugares comunes de las masculinidades”, según informó El Observador. Allí, el profesor de catequesis intentó escribirle por privado a un compañero para bajar el tono de los comentarios. “Acordate que hay una docente que se llama x que se come la empanada”, le escribió, pero en lugar de enviar ese mensaje a su compañero, lo escribió en el grupo, que está integrado por una veintena de funcionarios.
El profesor borró el mensaje enseguida y ofreció disculpas, pero uno de los integrantes del grupo le advirtió a la Dirección sobre lo que había sucedido. Eso motivó que se aplicara el protocolo ante casos de discriminación y que se dispusiera la investigación interna que duró tres. A finales de mayo, el docente fue apartado de su cargo.
Para Rey, tanto el sindicato como el colegio tienen la intención de combatir estas actitudes, pero enfatiza en rechazar la medida. “Los cambios no se dan de un día para el otro y lo meramente punitivo sirve poco. Quedó la vara muy alta”, sentenció.