Sociedad de Arquitectos pide que no tiren el San Rafael

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Avanzan las obras en las cercanías del San Rafael. Foto: Ricardo Figueredo

HISTORIA Y DESARROLLO

Critican también las excepciones a la norma concedidas al proyecto global.

La Sociedad de Arquitectos del Uruguay se pronunció a favor de la conservación del edificio del ex Hotel San Rafael de Punta del Este “más allá de sus cuestionables valores arquitectónicos”.

Para esa institución de profesionales hay dos razones primordiales a tener en cuenta. Por un lado, no puede desconocerse que la construcción se volvió icónica porque “expresa valores simbólicos y testimonia la rica historia del principal balneario de la región”.

Por otro lado, tampoco es posible desconocer que “la aprobación de las nuevas edificaciones se hizo con la condición de la preservación del edificio Hotel San Rafael”. En la medida que esto no se cumpla quedaría en peligro el permiso de construcción a favor del inversor Giuseppe Cipriani.

La Comisión Asesora de Patrimonio y la Comisión Directiva de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay no solo manifiestan su preocupación sino que solicitan tres acciones a las autoridades departamentales y nacionales.

Piden en primer lugar que se proceda “de forma urgente a detener las demoliciones que se están llevando adelante en el predio del citado edificio”.

En segundo término indican que debe realizarse “un estudio riguroso que permita preservar los valores testimoniales del Hotel San Rafael”. Y, por último, invitan a que “se ajuste todo el proyecto a las herramientas vigentes por ley que ordenan el territorio y ofrecen las máximas garantías futuras sobre esta y cualquier intervención de similares características”.

La posición de la Sociedad de Arquitectos que ahora se hizo pública fue tomada en una reunión cumplida el 13 de marzo, instancia en que se afirmó además que la demolición de la obra de los reconocidos arquitectos De los Campos, Puente y Tournier, que data de 1939, es parte de un proyecto arquitectónico más amplio aprobado “por medio de excepciones a la normativa aplicable y vigente, (concediendo por ejemplo permisos para concretar edificaciones con más altura de la establecida), lo que resulta inconveniente dado que este procedimiento administrativo se reitera para varias inversiones en este departamento”, en contradicción con la ley 18.308, de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible.

Otro ejemplo reciente de esto último habría quedado demostrado con la resolución de la Cámara de Representantes de anular la anuencia otorgada por la Junta Departamental de Maldonado para construir un petit hotel de dos pisos y 30 habitaciones en la costa del Arroyo Maldonado, contiguo al Edificio Delamar, a cambio de la enajenación a favor de la comuna de 130 metros lineales de costa, que se constituirían en un mirador público al arroyo. Esta decisión del Parlamento, sin embargo, como se adelantó desde la Intendencia fernandina, derivaría en una solicitud de resolución judicial ante la Suprema Corte “por lesión a la autonomía departamental”.

El proyecto del arquitecto Rafael Viñoly para el complejo del Grupo Cipriani. Foto: Ricardo Figueredo
El proyecto del arquitecto Rafael Viñoly para el complejo del Grupo Cipriani. Foto: Ricardo Figueredo

Conflictos y cercanías

La polémica anterior a la del ex San Rafael, promovida también por anuncios de demolición en Punta del Este, fue la que se suscitó el año pasado en torno al chalet Poseidón, que luego de denuncias de prensa y manifestaciones de vecinos quedó en suspenso hasta que comenzó a realizarse una obra que da prueba del éxito posible cuando las partes aceptan articular intereses. Al igual que en ese caso, el proyecto desarrollista del Grupo Cipriani encontró oposición de residentes del barrio San Rafael no bien se hizo público que tirarían abajo el viejo hotel. Alfredo Tedeschi, el abogado representante de los vecinos, explicó por qué para ellos la demolición del hotel no está autorizada. “Cuando en la Junta Departamental se trató este tema, una gran cantidad de ediles, al fundamentar su voto y contemplar el contenido del informe de la comisión de obras públicas, aseguró que se trataba de salvar al hotel y de revitalizarlo. Nadie habló de demolerlo”. Tanto los vecinos como ahora la Sociedad de Arquitectos coinciden justamente en eso de que el viejo edificio fue la bandera de todos los proyectos empresarios en el lugar cuando se aseguraba que se salvaría al hotel San Rafael y nadie hablaba de derrumbarlo.

El “falso histórico” que se promete para el nuevo San Rafael no convence a los arquitectos uruguayos, por más que Cipriani haya prometido una reconstrucción ladrillo por ladrillo y con respeto de los planos originales, que nunca llegaron a concretarse en la estructura que motiva las actuales controversias.

El histórico y en parte legendario San Rafael, en verdad, jamás fue declarado Monumento Histórico, ni bien de interés departamental o municipal.

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