Redacción El País
Un proyecto presentado por el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) este martes podría ser el puntapié inicial para cambiar el sistema de transporte público en Montevideo y el área metropolitana. Es que el Grupo de Transporte y Movilidad lanzó su propuesta —que contó con la colaboración de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República— con la presencia de autoridades de intendencias y del gobierno en el Complejo de las Comunicaciones de Antel.

La propuesta del Cinve incluye utilizar vehículos similares a los ómnibus pero más grandes —de hasta 220 pasajeros—, hacer paradas subterráneas, pasajes a desnivel, a incluso soterrar algunos trayectos, por ejemplo en 18 de Julio.

El planteo es disminuir los tiempos de viaje y aumentar la comodidad de los medios de transporte, para así tener una "mejora en la calidad de vida de las personas". Y la motivación del Cinve fue lanzar el planteo en este momento para "generar insumos y propuestas" que puedan ser "consideradas por los distintos partidos políticos en las instancias de priorización de los contenidos programáticos" de cara a un futuro gobierno.

Es que más allá del rol clave de las intendencias, para los redactores "la intervención del gobierno nacional es condición necesaria de la transformación por la cuantía de recursos involucrados, así como la escala metropolitana que deben tener las intervenciones", dice el proyecto del Cinve.

Foto: Francisco Flores/El País

El proyecto intenta mejorar la eficiencia del transporte público, disminuyendo la congestión y superposición de líneas, además de mejorar la velocidad, frecuencia y ocupación de los vehículos colectivos.

Entonces, la idea es crear "líneas de alta frecuencia en ejes estructurantes", crear carriles de "circulación exclusiva" y "pasajes a desnivel en cruces más complicados", además de tener un sistema de "validación en paradas previo al ascenso a las unidades".

Como dos grandes ejes, habrá una línea A que conectará Zona América con Ciudad Vieja en un un viaje de 23 kilómetros y 41 paradas. La idea es que haya 30 frecuencias por hora, es decir, con un intervalo de dos minutos.

La línea B, en tanto, conectará Plaza Independencia con El Pinar, una longitud de 30 kilómetros y 48 paradas. En este caso se prevén 15 frecuencias por hora, con un intervalo de cuatro minutos.

En total se estima una flota total de unas 80 unidades de 25 metros y 220 pasajeros.

Foto: Cinve

Entre las intervenciones necesarias, según el Cinve, está el "soterramiento del transporte público" en 18 de Julio desde Fernández Crespo hasta Plaza Independencia. Las paradas serían subterráneas también, con un ascenso a la superficie mediante escaleras mecánicas y ascensores. Este tramo tendría una longitud de dos kilómetros.

También habría una importante obra subterránea en Tres Cruces, bajo la Plaza de la Bandera, donde la línea A y la B confluirían para ingresar a 18 de Julio.

Foto: Cinve.

Foto: Cinve

El proyecto incluye también cinco cruces a desnivel, dos en 8 de Octubre (esquina José Batlle y Ordóñez y esquina Centenario) y tres en Avenida Italia (esquina Bolivia, esquina José Batlle y Ordóñez y esquina Centenario). En todos los casos habría paradas subterráneas.

Además, en zonas donde el transporte sería a nivel de la superficie, se harían obras viales para generar sendas de circulación exclusiva para las líneas de transporte colectivo. Las paradas de ómnibus serían cerradas, y los usuarios para ingresar deberían validar su viaje (pagar el boleto), para no hacerlo adentro del ómnibus.

La inversión prevista es de US$ 528 millones.