Por Pablo Méndez
Un avión de bandera uruguaya se accidentó en la madrugada de ayer en un camino rural de la localidad de Berisso, en la provincia de Buenos Aires. La aeronave había partido desde el Aeropuerto de Carrasco con destino a Ezeiza, pero llegando a La Plata los tripulantes detectaron que algo andaba mal y debieron realizar un aterrizaje de emergencia.
Si bien la aeronave quedó destrozada totalmente, y hasta se prendió fuego, los tripulantes sufrieron heridas leves y superficiales.
Se trataba de una aeronave que hacía un viaje de carga hacia Argentina, por lo que no llevaba en su interior a más personas que sus tripulantes, un piloto y un copiloto.
Según contó a El País Daniel Dalmas -propietario de Aeromás, la empresa encargada del vuelo- los dos accidentados se encontraban ayer ya en sus casas en Uruguay, tras un breve chequeo médico.
Hechos
El vuelo salió a las 23:55 horas desde el Aeropuerto de Carrasco. Lo hizo bajo el mando del piloto de 52 años Ariel Canedo; el copiloto, de 27 años, fue Gastón Camacho.
El vuelo desde Carrasco a Ezeiza tiene una duración de 55 minutos, por lo que no se esperaban mayores complicaciones en el trayecto. Aún menos se preveía lo que ocurrió cuando sobrevolaban la vecina orilla.
Fuentes del caso explicaron que próximo a la ciudad de La Plata el copiloto comunicó a la Torre de Control lo que se conoce en la jerga aeronáutica como “declarar la emergencia”.
Luego detalló sus próximos movimientos y comenzó a maniobrar por aproximadamente 15 minutos. El aterrizaje se dio sobre la calle 636 de la ruta 11, en un paraje rural de Berisso, en Buenos Aires.
Según testimonios consignados por el medio platense El Día, sobre la una de la madrugada allí se comenzó a ver cómo un avión daba vueltas en el aire. Allí iban piloto y copiloto buscando un lugar seguro para realizar el aterrizaje.
“Empezaron a dar vueltas planeando y vieron la calle 635 que tenía luces, por lo que quisieron aterrizar ahí. En el trayecto chocaron un árbol y tiraron varios postes de luz”, declaró a ese medio Juan Cruz, un testigo que también comentó que el barrio de La Hermosura quedó sin servicio de electricidad durante algunas horas tras el impacto.
Los tripulantes buscaron salir lo más rápido posible de la avioneta. Uno de los testigos en el lugar señaló que vio como un hombre salía del avión “bañado en combustible”.
Según el dueño de la empresa se debe desatacar sobre todo “la profesionalidad y gran habilidad de los profesionales a cargo de la avioneta”, que pudieron sortear un presunto desperfecto mecánico en el motor de la aeronave y buscar un lugar para aterrizar.
“Estaban a 3.000 metros sobre el Río de la Plata y el motor presentó una falla. Los pilotos buscaron dónde aterrizar de manera forzosa, porque no llegaban a La Plata. Estaban a cinco kilómetros del aeropuerto de esa ciudad, pero no iban a alcanzarlo. Buscaron un camino para asegurarse de no agarrar casas”, declaró Dalmas.
Pericia
Además, Dalmas expresó que, si bien se presume que la falla fue mecánica, se iniciaron las investigaciones de parte de las autoridades aeronáuticas de Uruguay y Argentina para determinar las razones del incidente.
“Es una investigación para prevenir que no nos vuelva a pasar una cosa de estas. En 40 años de operación nunca había pasado y en 31 de cruzar hacia Ezeiza de noche tampoco”, relató también el propietario de la empresa.
En un principio, los pilotos mencionaron que el accidente se pudo haber producido por una falla en el motor y también señalaron que tenían el tanque de combustible vacío.
Desde la empresa, en tanto, descartan esto, basándose en las descripciones de los testigos y en el posterior incendio de la aeronave, que obligó a los Bomberos a trabajar en el lugar.
Se espera que el piloto y el copiloto declaren formalmente en las próximas horas, y a partir de lo que digan se continuará con la investigación.
Pérdidas
Según Dalmas, la carga que transportaban era en su totalidad correspondencia: “cartas, documentos y alguna paquetería pequeña”.
Producto del accidente todo quedó totalmente destruida, porque una vez los tripulantes salieron del lugar el avión se incendió.
Las heridas de los tripulantes fueron leves. El copiloto sufrió lesiones en una pierna, mientras que el piloto tuvo quemaduras en un brazo. Así lo señalan los partes médicos a los que accedió El País.
Ambos ocupantes fueron atendidos en el Hospital San Martín de La Plata, hasta que se les dio el alta y regresaron a Montevideo sobre el mediodía de ayer. El País intentó comunicarse con ellos, pero tienen previsto no hablar con la prensa hasta dar declaraciones.
“Si pasaba antes, no podían maniobrar”
Un piloto retirado que voló la misma avioneta que se estrelló ayer, en el mismo trayecto -y que prefirió no ser identificado-, explicó a El País que si este caía “unos metros antes, sobre el río, el aterrizaje hubiera sido sobre el agua y todo hubiera sido más peligroso”.
Según el piloto, el accidente pudo tener un desenlace fatal, porque tan solo “unos kilómetro antes no les iba a dar” a los tripulantes para hacer la maniobra que lograron realizar en tierra.
Esto se sustenta en que hay un espacio, que se recorre en 15 minutos de los 55 que lleva el trayecto completo, en el que si falla el motor “no se puede volver planeando a Montevideo, ni seguir hasta Ezeiza u otro lugar cerca de la costa argentina”.
La única alternativa, entonces, hubiera sido bajar en el río, donde los riesgos son mayores y la maniobra se torna muy compleja, sobre todo en la noche por la pérdida de referencia visual.
Sin embargo, el avión accidentado es un Cessna Caravan, que tiene un solo motor -que es una turbina Pratt & Whitney PT6-, y que posee un ratio de falla muy bajo.
Es considerada una aeronave de alta confiabilidad, pues permite que un avión monomotor como este lleve pasajeros sobre el mar.