El escultor uruguayo Pablo Atchugarry, elegido por el presidente Lacalle Pou para ejecutar la obra de una paloma de la paz, que sería forjada con el bronce del águila nazi del buque Graf Spee, escribió una carta luego de que se conociera la decisión del gobierno de dar marcha atrás con la iniciativa, tras duras críticas recibidas de amplios sectores de la sociedad.
"La paz ha sido siempre un eje central en mi vida y en mi obra. Los seres humanos no hemos aprendido a convivir con ella y es así que las guerras y conflictos acompañan a la humanidad a lo largo de la historia, aún en la actualidad. Hace veinte años, en el 2003, realicé una instalación en mármol llamada 'Soñando la paz'. Era el tiempo de la guerra en Irak y sentí que había que unir voces y conciencias para hacernos pensar en la paz. Es por todo esto que acepté la idea del Presidente del Uruguay, Luis Lacalle Pou, de transformar un símbolo bélico y de horror en un símbolo de paz, de forma honoraria y sin costos para el Estado. Estoy convencido que la paz merece todos nuestros esfuerzos", escribió Atchugarry en la cuenta de Instagram de su fundación.
"Esta iniciativa, cuya comunicación generó polémica en el Uruguay, quedó definitivamente cancelada. Decisión que comparto, porque un símbolo de paz y de unión no puede nacer desde la discordia", reflexionó el artista.
"Continuaré trabajando en la construcción de un símbolo de paz que nos ayude a acercarnos a ese ideal", finalizó.