Una delegación de la Unión Nacional de Trabajadores Transporte (Unott) fue el Parlamento con un pedido concreto: que los legisladores "revisen" el proyecto de reforma del sistema previsional que, en caso de aprobarse, tal como prevé el texto a estudio de la Cámara de Diputados, implicará la obligatoriedad para la población en general de trabajar hasta los 65 años. Para reafirmar su planteo, los sindicalistas apelaron a una serie de datos para describir la situación que vive su sector y las condiciones del trabajo que allí desarrollan.
El dirigente del sindicato de Come, Claudio Vera, comenzó recordando que en 2007 fue eliminada la ley del "seis más uno". Hasta entonces regía por motivos de salubridad, pero terminó siendo derogada ante las dificultades económicas que vivían las empresas del sector. También señaló que se planteó eliminar una serie de bonificaciones. El argumento pasaba porque la calidad de las unidades había mejorado.
A 16 años de esos hechos, apuntó, poco y nada llegó a los trabajadores. Junto al crecimiento económico de ese período hubo un aumento exponencial del parque automotor, que hizo aumentar a su vez los niveles de contaminación y las dificultades de convivencia en el tránsito, tensionando el trabajo y aumentando la violencia.
Por otra parte, durante ese lapso se fue eliminando la figura del guarda, lo que hizo que hoy el 80% del personal realiza la doble función de conductor-cobrador.
Además, dijo el dirigente, aumentó el largo de las unidades, que pasaron de nueve a trece metros, desmejorando su calidad a nivel general.
Vera también presentó ante los legisladores informes oficiales del Banco de Previsión Social (BPS). Según esos datos, el 24% de todas las certificaciones médicas del país corresponden a los trabajadores del transporte, lo que a su vez representa el 3% de la masa salarial.
Un largo listado de enfermedades
La Unott citó ante la comisión los resultados de un trabajo efectuado en forma conjunta con la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Allí se indicó que el sector tiene en promedio unas 50 mil certificaciones al año. En 2021 llegaron a ser 86 mil, ya que hubo 31.356 correspondientes a casos de covid-19.
Ese año, tomado como referencia por el estudio, hubo 22.595 certificaciones por patologías osteomioarticulares. Fueron el 47% del total. Correspondieron a casos de lumbalgias, enfermedades lumbociáticas, dorsalgias y artralgias. Hubo además 4.471 certificaciones por fracturas, luxaciones o esguinces. En algunos casos, se trata de trabajadores padecen más de una de estas enfermedades y presentan diferentes certificaciones a lo largo del año.
El 24% de las certificaciones, unos 5.572 casos, fueron por tendinitis, tendinosis y bursitis. El 4% a patologías degenerativas y el 3% a patologías de columna y de rodilla. Por otras parte, hay 5.247 certificaciones vinculadas a la salud mental. Básicamente, se citó, por casos de depresión, angustia y ataques de pánico. Otras 2.567 certificaciones corresponden a patologías cardiovasculares.
En concreto, en los últimos tres años, una de cada tres jubilaciones por incapacidad concedidas en todo el país fueron para trabajadores del transporte.
Los dirigentes también citaron otro estudio complemetario, que fue publicado en diciembre del año pasado en la Revista Médica del Uruguay sobre la prevalencia de enfermedades profesionales en el transporte. Allí se indicó que el 55% de los conductores padeció lumbalgia y el 39% tenía problemas para dormir. Las horas de sueño diarias en el sector promedian 6,75.
Según este estudio el 77% de los trabajadores estaban afectados por sedentarismo, el 35% consumía regularmente distintos tipos de fármacos y el 20% reconoció que consumía alcohol en forma frecuente. El 55% negó tener médicos de referencia. "Esta gente transporta pasajeros", advirtió el dirigente Miguel Marrero.
El mismo estudio indicó que, cuando se les preguntó por su estado civil, solo el 46% de los trabajadores del transporte dijo tener una unión estable. El 50% tiene al menos un divorcio, y el 62% dijo haber tenido dificultades en su familia, entre otras cosas, por las características y la organización de su trabajo: cambios permanentes de horario y de lugares, estrés, las discusiones cotidianas y la "agresividad de la que somos víctimas y que, quizás, traslademos a otras personas", apuntó.
Según el estudio, los trabajadores del sector permanecen un promedio de 76 horas a la semana a bordo de los ómnibus. El 9% tienen déficit auditivo, el 35% tienen déficit visual, el 18% sufre de enfermedades digestivas y el 10% tiene problemas respiratorios, asma o EPOC.
"No queremos plantear cosas que no son ni hacerlo de un modo dramático", dijo Marrero. "Simplemente queremos describir cuáles son las tareas que llevamos adelante y decir que nos resulta totalmente disparatado pensar que alguien pueda platear la posibilidad de que los trabajadores tenga que trabajar obligatoriamente hasta los 65 años conduciendo un ómnibus". Según datos del BPS, hoy el promedio de edad de jubilación en el sector es de 62 años.
Los sindicalistas fueron consultados por los legisladores sobre si pretendían ser incluidos en el artículo 37 del proyecto. Allí se prevé una causal jubilatoria anticipada por "puestos de trabajo particularmente exigentes" con 60 años dedad y 30 de servicios computables.
La respuesta de Marrero fue negativa. "Lo que venimos a plantear es que este proyecto es injusto y debe ser revisado en su totalidad", señaló. "Los trabajadores del transporte no podemos obligatoriamente manejar o trabajar a bordo de una plataforma hasta los 65 años", insistió.
Las cifras aportadas por el sindicato indican que el 72% de los trabajadores del sector comenzó a trabajar entre los 15 y los 19 años, y el 19% lo hizo entre los diez y los 14 años. El 43% tiene hoy una antigüedad de entre 10 y 19 años. En 2021, los datos del BPS mostraban que en todo el transporte había empleadas 3.447 personas en calidad dependientes, mientras que otras 4.747 lo hacían como patrones.
Las mujeres representan el 10% de la plantilla laboral nacional, que se eleva a 10% en el transporte urbano. La primera que trabajó en una plataforma comenzó en 1999.