“¡Ayuda! A quien sea: ayuda”. El pedido fue hecho por uno de los vecinos de Aguada Sur y Cordón Norte que acudieron al Parlamento días atrás para reclamar ante la inseguridad que se vive allí. El colectivo volvió a plantear su situación ante los legisladores —la primera vez ocurrió hace un año— solicitando medidas para mejorar la convivencia y que se dé un mayor combate al narcotráfico.
Los vecinos, que acudieron el 5 de setiembre a la Comisión Especial de Seguridad y Convivencia de Diputados, criticaron además la carencia de respuesta del gobierno y la Intendencia de Montevideo (IMM). Y apuntaron que los patrulleros pasan “como turistas” y que “todo el mundo se pasa la pelota” del problema.
Los cinco vecinos que hablaron —a quienes se les mantuvo el anonimato en la versión taquigráfica— relataron una problemática que dicen vivir de manera cotidiana. Uno de ellos apuntó que son situaciones que les consta también existen en Ciudad Vieja, Centro, Barrio Sur, Palermo y Tres Cruces.
El narcotráfico está “afincando de manera estructural y organizada, y hace inteligencia”, indicó otro de los vecinos que, además, explicó que corren un “riesgo” porque los “reconocen” a medida que avanza el tiempo, incluso a las personas que trabajan en la zona. Esta situación de temor a hablar incluso llegó a que en un grupo de WhatsApp que tienen los vecinos “ya mucha gente no se anime a expresar opiniones o a generar iniciativas porque pueden identificarla”.
Sienten que están “ante una falta de respuestas en el territorio” por parte de las autoridades; y que el gobierno y la IMM “responden como Bomberos” en el sentido de que los llaman, les insisten, logran que concurran al lugar y después se van. Este vecino apuntó: “Estamos en un estado de indefensión ciudadana. ¿Pasan patrulleros? Sí, pero como turistas. Parece que no ven o tienen la orden de no ver; no sé qué es lo que pasa (…) Es evidente que más allá de la honestidad y de la buena voluntad —que recalco—, no hay un plan”.
Otro de los vecinos contó que siente que ya ha “hecho todo lo que está” a su “alcance”. En ese sentido, relató: “Hablé con la seccional tercera., con Convivencia, con la Intendencia y con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). ¡Ya no sé con quién más hablar! Me siento solo porque no sé con quién más tengo que hablar para buscar una solución con respecto a lo que está pasando en esa calle, donde en las noches hay tiros y se dan puñaladas. Todos saben esto; imagino que la seccional lo debe de saber porque yo he hecho las denuncias”.
Incluso uno de los vecinos espera que la “próxima vez pueda” ir a la “reunión o que cuando” vaya “no tenga que decir” que su “hijo murió porque recibió un balazo”. Esto lo comentó —según explicó— porque en su casa hubo “balazos” que rebotaron en dos paredes, situación que no pusieron en grupo de WhatsApp de vecinos porque tienen miedo. Y remató: “¿Entienden la situación? Es mi hijo, pero puede ser el hijo de cualquiera de los que estamos acá, porque no hay un barrio en Montevideo que esté exento de estos problemas”.
Uno de los planteos es el conflicto que genera que haya un refugio del Midesen la zona y, según apuntaron, la “situación ha ido de mal a peor”. De la cartera, les respondieron que “de la puerta para afuera no tienen problema”; a lo que los vecinos les contestaron que esas personas “venden droga”. Pero desde el ministerio, según contaron en el Parlamento, les dijeron que “están enterados de la situación, pero que no van a hacer nada”.
Vinculado a las drogas, se mencionó que hay una “proliferación de bocas” y una “multiplicación de personas que se instalan en la vía pública a vender”. Uno de los vecinos contó que ven gente que se “hacen pasar por personas en situación de calle o son personas ‘en situación de calle’, entre comillas”, pero que comercializan sustancias. Y continuó: “Son conocidas por todos, inclusive, hasta los nombres, muchas veces. Sobre ellas hemos hecho múltiples denuncias, pero la verdad es que por ese tema en particular hemos recibido muy poca respuesta o casi ninguna. No entendemos mucho por qué, porque están en la vía pública y no se necesitaría ningún tipo de orden de allanamiento”.
“En el correr del año ha habido tiroteos, enfrentamientos. Inclusive, se disputan el lugar”, indicó, y continuó: “Nosotros estamos cansados de denunciar. Hemos filmado y hemos anotado las matrículas de los vehículos -algunas veces vienen en motos o auto y, otras, en bicicleta de los que regentean a estas personas; pueden estar rotando un poco los puestos, pero muchas son las mismas caras. También aparecen falsos cuidacoches como parte del esquema”.
Otra de las situaciones que viven —según relataron— es que ven “armas blancas a diario”. Un vecino contó que “las portan sin ningún recaudo” y que “no se cuidan de que los vean”.
A su vez, contaron que se robaron las luces que puso un ciudadano a su cargo en la calle porque entendía que el alumbrado público “no es suficiente”. La situación que viven —relató uno de los vecinos— hace que “no se pueda salir de noche” de las viviendas porque “son muy rápidos (los delincuentes) y salen de abajo de las piedras”.
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