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El contenedor estaba desbordado. Cajas, bolsas y botellas de plástico, desparramadas sobre la vereda de la calle José María Montero, entre Guipúzcoa e Hidalgos, en el corazón de Punta Carretas.

La foto fue tomada por vecinos días atrás y enviada de inmediato a la línea de WhatsApp de la Intendencia de Montevideo (IMM), diseñada para denunciar este tipo de inconvenientes. Horas después, el camión recolector pasó y dejó la acera y el contenedor impolutos.

Sin embargo, la misma situación se había repetido en varias ocasiones en las últimas semanas. Por eso, esta vez, la solución no conformó a algunos vecinos que entendían que era responsabilidad directa de la intendenta Carolina Cosse y su nuevo esquema de recolección de basura, según dijeron a El País.

El 25 de mayo, la comuna inició un plan de reubicación de contenedores para residuos mezclados, que apunta a tener “una logística más eficiente” del servicio. Mientras se aumentó la frecuencia de los camiones recolectores, que en teoría pasan una vez por día en horario nocturno, se suprimieron algunos puntos donde antes había un contenedor. Esto fue lo que ocurrió en la cuadra de Montero, que desde el mes pasado tiene un solo puesto en vez de dos. Lo mismo sucedió en otras zonas de Pocitos, Villa Dolores y Punta Carretas, barrios del Municipio CH, donde la IMM aplicó primero su estrategia para zonas con alta densidad de población.

La lógica es que, a medida que el plan se asiente, los residentes tirarán los residuos más cerca del turno de los recolectores -previsto entre las 22 horas y las cinco de la mañana-, optimizando el servicio y disminuyendo la permanencia de basura en la calle. “Al realizarse la recolección todas las noches a los vecinos se les invita a sacar los residuos luego de las 19 horas, lo que implica una reducción del tiempo en que los residuos se encuentran en el espacio público, disminuyendo entonces el impacto del hurgado”, indicaron fuentes municipales a El País.

No obstante, en las primeras semanas de vigencia, el plan no fue tomado así por algunos vecinos del Municipio CH. “Por mi casa hace cinco días que no pasan. Tomaron una solución que no es tal y la situación empeoró. Hay un perjuicio porque tengo un lugar menos donde tirar”, señaló una de las personas que denunció por WhatsApp el desborde de contenedores, que prefirió el anonimato.

Las críticas también llegaron al Concejo Municipal, a la Junta Departamental y al Concejo Vecinal, tres ámbitos institucionales donde el plan de Cosse está siendo analizado.

El volumen de consultas fue tan elevado que el Concejo Municipal solicitó más información a la IMM, que está a cargo del servicio. Por esta razón el director de Limpieza, Ignacio Lorenzo, explicó las claves del proyecto en la sesión del miércoles pasado. “Se está implementando el nuevo plan y viendo cómo la gente se adapta. Como todo plan nuevo, obviamente genera desorden”, indicó a El País Andrés Burcatovsky, concejal del Partido Nacional en el Municipio CH.

“Lorenzo explicó que, al pasar a una recolección diaria, hubo una rotación de contenedores que desde hacía años no se hacía”, sintetizó el dirigente blanco.

A su vez, según Burcatovsky, Lorenzo reafirmó el compromiso de que en el Municipio CH los residentes no tengan que caminar más de 150 metros para deshacerse de la basura. Esta meta “deseable, no vinculante” se encuentra en el documento “Criterios de ubicación de contenedores de residuos”, divulgada por la división de Limpieza en junio.

Sin embargo, el análisis de la reubicación no se limitó a la visita del jerarca comunal, sino que también se le encargó a los concejales vecinales un estudio pormenorizado de los nuevos puntos que la comuna incorporará a la estrategia.

María Muxi, concejala vecinal de la Zona 5, contó a El País que el próximo lunes celebrarán un plenario extraordinario para responder a la solicitud.

La IMM dividió el Municipio CH en nueve zonas. Mientras que en tres de estas ya comenzó con la reubicación de contenedores, en las seis restantes no, pero dio a conocer a los concejales dónde irían colocados. Entonces, explicó Muxi, los representantes de los vecinos constatarán in situ si cada nueva dirección es adecuada o si, por el contrario, correspondería modificarla.

“Nosotros recibimos quejas: hay vecinos que nos han informado sobre contenedores en mal estado, desbordados y con basura alrededor. Se supone que pasan todos los días de madrugada, pero entonces a las ocho de la mañana no podrían estar llenos”, apuntó la también convencional departamental del Partido Colorado.

Asimismo, el plan de Cosse ha sido cuestionado por los ediles de la oposición montevideana. Diego Rodríguez, representante del Partido Nacional, dijo a El País que es un crítico “acérrimo” del nuevo sistema ya que “permanentemente” recibe quejas de la ciudadanía. “La ciudad está sucia. Hay contenedores completamente desbordados y vecinos que antes los tenían a una cuadra, pero ahora tienen que caminar hasta siete. Por lo tanto, me parece que la medida no contempla las necesidades del contribuyente”, sostuvo Rodríguez.

El edil cuestionó esta y otras decisiones del gobierno departamental, como la quita de papeleras en el Centro, y sentenció: “Parece que hubiera un mecanismo para atentar contra Montevideo”.

“El sistema de recolección que tenemos actualmente falló. Es un modelo importado que no funciona, y por lo tanto se tiene que cambiar”, apuntó Rodríguez, y recordó que tanto en este período de gobierno como en el anterior presentó proyectos de decreto que apuntaban a un sistema de rotación de contenedores, aunque con distintas características que el nuevo modelo.

En tanto, la IMM enmarca el plan de reubicación de contenedores en el Municipio CH dentro de su estrategia Montevideo más Verde, que apuesta a encontrar soluciones individuales para cada territorio. El diseño teórico fue realizado con los datos del Censo 2011, pero estará sujeto a ajustes hasta que los niveles de llenado de contenedores se estabilicen.