Vecinos denuncian "caos" y "zona liberada" por la noche en la Ramblita de Piriápolis

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La "Ramblita" de Piriápolis: vecinos alertan problemas con grupo de jóvenes. Foto: Ricardo Figueredo

MALDONADO

Los vecinos alertan que personas de la zona provocan ruidos molestos, generan suciedad en la zona y también “temor” porque muchas veces, dicen, “se tornan agresivos”.

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Poco a poco la reunión por Zoom comenzó a llenarse de personas, de nombres, caras y voces que se unieron para tratar de transmitir su sensación de hartazgo. Un grupo de vecinos de Piriápolis se reunió virtualmente con El País para hablar sobre un tema que desde hace años les preocupa, y que aseguran se agravó por la pandemia: ruidos molestos, vandalismo, mugre, aglomeración y una “zona liberada” en la Rambla de los Ingleses (conocida como “Ramblita”) del balneario. “Basta de caos en la Ramblita de Piriápolis”, nombraron los vecinos a la reunión en la que contaron sus experiencias.

El primero en tomar la palabra fue Carlos (nombre ficticio). “Bolichean en la Ramblita, ese es el lugar de encuentro. Se instalan en sus autos con equipos de audio y es impresionante (...) te despierta, vibran los vidrios de adentro de tu casa”, relató.

Según denuncian los vecinos, hace aproximadamente unos seis años que en ese lugar varias personas de la zona se juntan y arman su propio baile al aire libre. Eso, explican, provoca ruidos molestos para los vecinos de la zona, genera suciedad en la zona y también “temor” porque muchas veces, dicen, “se tornan agresivos”.

Los vecinos dicen que si antes de la pandemia la situación ya era “intolerable”, con la prohibición de bares abiertos a partir las 00:00 horas, ahora se volvió “mucho peor” porque “el boliche se mudó” al espacio público.

Una de las vecinas explicó que las personas se empiezan a juntar en “la Ramblita” sobre las 18:00 horas y que en ese horario, “a pesar de que molesta, se tolera”. “Pero después se extiende por toda la noche. A veces hasta las primeras horas de la madrugada, 7:00 u 8:00 de la mañana, y cuando muchos vecinos salen todavía quedan autos con jóvenes ya en un estado lamentable que no están en condiciones ni de conducir un vehículo”. En ese sentido la mujer argumentó que “los jóvenes, antes (de limitar el horario de locales bailables) de pronto hacían la previa en la Ramblita o volvían cuando salían, pero al menos había una parte en la que podíamos tener cierta paz; ahora ellos bolichean ahí”.

Los vecinos de Piriápolis afirman que en el correr de los años se han comunicado tanto con autoridades municipales, como policiales, pero que no han tenido más que respuestas puntuales que se transformaron en soluciones fugaces sin resolver el problema global.

“Estábamos esperanzados con las nuevas autoridades que empiezan un período, que tienen impulso”, dijeron, pero eso duró poco. “Hemos intentado llegar a las autoridades por todas las vías posibles, pero no hemos obtenidos respuestas, ni de las salientes ni de las entrantes”, explicó un vecino.

La "Ramblita" de Piriápolis: vecinos alertan problemas con grupo de jóvenes. Foto: Ricardo Figueredo
La "Ramblita" de Piriápolis: vecinos alertan problemas con grupo de jóvenes. Foto: Ricardo Figueredo

Carta al alcalde electo.

El 22 de noviembre de 2020 varios vecinos escribieron una carta, la firmaron y se la hicieron llegar al alcalde electo del municipio de Piriápolis, René Graña. En la misiva los vecinos expresaron su malestar por “numerosos individuos usuarios de motos de diferentes cilindradas que se divierten haciendo ruidosas picadas”. Por otra parte, indicaron que las personas se concentran en “la Ramblita” y que las actividades que ahí llevan a cabo “martirizan a los vecinos” e “incluso amenazan e insultan al efectuarles algún tipo de reclamo”. Hasta ahora, expresan los vecinos, no han tenido respuesta.

Raúl (nombre ficticio) explicó en la reunión que más allá de que “no se puede dormir” por los ruidos molestos, lo que más está golpeando a las personas de esa zona es “el vandalismo”. “Lo más grave que estamos viendo es el tema del vandalismo y la prepotencia de estos jóvenes. Ya es un tema de temor por la propiedad e integridad de uno. No respetan absolutamente nada y se agravó obviamente con la pandemia”, indicó. Sobre este último punto los vecinos también hicieron hincapié. “No hay distanciamiento social, no usan tapaboca, no hay norma de higiene que se respete”, dijo un vecino.

Algunos de los que participaron en el encuentro por Zoom tienen casa en esa zona y van asiduamente al balneario. Pero últimamente, aseguran, decidieron no ir por la situación que entienden como “insoportable”. “Les hacen un daño enorme a los vecinos y a los turistas. Hacen de una zona hermosa realmente un caos, y es un infierno vivir allí. Yo me tuve que mudar y muchos vecinos no vienen porque es un sufrimiento estar ahí. Es lamentable que así suceda”, comentó uno de los afectados. Hoy, expresaron los vecinos, se intentarán comunicar con el secretario del alcalde para agendar una entrevista.

Problemática

“La Ramblita”, dicen los vecinos, se ha convertido en los últimos años en un espacio dominado por jóvenes que “desvirtúan” la zona. Según expresaron en diálogo con El País, “últimamente los turistas evitan pasar por ahí por las personas que se juntan a tomar alcohol y se ponen agresivas”. La Policía realiza intervenciones asiduamente; vecinos “exigen” una solución al problema.

Policía: “Hay operativos para desalentar esa conducta”
Se inició una investigación interna. Foto: Archivo El País

Las denuncias de los vecinos tienen competencia en distintos organismos. El principal es la Intendencia de Maldonado y es por eso que el grupo de veraneantes y residentes afectados por lo que sucede en “la Ramblita” está intentando que los reciba el alcalde Graña. En lo que tiene que ver con el rol de la Policía -vandalismo, picadas y riesgo sanitario-, el jefe de Policía del departamento, Julio Pioli, expresó a El País que “todos los fines de semana y días de semana se realizan operativos en la zona”.

“Nosotros hacemos operativos seguido. Es una calle pública y tienen que reclamarle al municipio. Es un tema que yo hablé con el alcalde (Graña). Va a llevar un tiempo modificar las costumbres de la gente”, expresó el jefe de Policía. Pioli sostuvo que ese problema también se ve en otros puntos de Maldonado, como “la parada 24 de Punta del Este o La Cañada”. Sobre este último lugar, Pioli precisó: “Estuvimos todo el invierno lidiando con ese problema”.

Pioli sostuvo que para solucionar el problema que se da en ese punto de Piriápolis “hay que coordinar acciones con otros organismos”. “Yo ya hablé con el alcalde; operativos hacemos todos los fines de semana, que es cuando se da el problema. Cuando hay un riesgo sanitario se interviene, pero los ruidos molestos son un tema municipal”. En cuanto al rol de la Policía, expresó: “Se hacen operativos para desalentar este tipo de conductas en esa zona particular”.

Los vecinos cuentan que cuando llaman a la Policía los efectivos van, pero al rato es como si nada hubiera pasado. Sobre los ruidos molestos relataron que van inspectores pero “miden los decibeles de ruido dentro de las casas, a la vista de todos, y el denunciante queda en evidencia”.

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