Vecinos presentaron a la Intendencia un plan alternativo para el club Neptuno

La Junta departamental canalizó las iniciativas barriales y plantean sean analizadas junto a la propuesta que impulsa la comuna capitalina.

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Piscina Olímpica
En la manzana donde está el Club Neptuno se instalaría un edificio de viviendas en altura con un primer piso de uso público.
Foto: Fernando Ponzetto

El 18 de mayo de 2023, la Intendencia de Montevideo (IMM) envió a la Junta Departamental una solicitud para que se le permita fraccionar el enorme predio del Club Neptuno. El edificio, muy venido a menos y con paredes a punto de caerse según dijeron fuentes municipales a El País, se encuentra en un punto clave de la Ciudad Vieja. Está delimitado por las calles Lindolfo Cuestas, Piedras y la rambla 25 de Agosto.

El proyecto de la Intendencia de Montevideo plantea la ocupación parcial del enorme edificio que se destinará a áreas recreativas -por ejemplo un gimnasio y una piscina- y el resto a proyectos inmobiliarios. Es decir, el gigantesco edificio, que tiene edificaciones que fueron levantadas sin control alguno, será remodelado.

La iniciativa de la IMM plantea fraccionar el padrón, para que una parte quede de uso público y otra pase a manos de privados. En este cálculo, un 65% del espacio del club quedará en manos de inversionistas privados.

Luego de que la comuna capitalina presentó su iniciativa para el Club Neptuno, la Comisión de Planeamiento Urbano de la Junta Departamental recibió a los vecinos, los que a su vez presentaron una serie de iniciativas para utilizar el predio de la exinstitución deportiva.

“Decidimos adjuntar esas propuestas de los vecinos y enviarla a la Intendencia de Montevideo”, dijo a El País la presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Junta Departamental, la edila frentista Patricia Dorrego.

El edificio del club tiene las paredes muy deterioradas, a punto de caerse
El edificio del club tiene las paredes muy deterioradas, a punto de caerse.
Foto: Leonardo Mainé

La intención de los curules es que la Intendencia de Montevideo evalúe cada propuesta de los vecinos y luego envíe otra iniciativa a la Junta.

Para los ediles de dicha comisión, los planteamientos de los vecinos tienen que transitar un camino administrativo porque el ordenamiento de la ciudad de Montevideo se regula por normas municipales.

Con el objetivo de mantener vivas sus aspiraciones, los vecinos se reunieron en asambleas muchas veces en la Ciudad Vieja. En marzo de este año, trasmitieron a los ediles de la Junta Departamental que pretendían que el barrio tuviera ese espacio en la rambla.

No obstante, según dijo la edila Dorrego, la iniciativa vecinal carece de un proyecto armado a largo plazo.

“Hay que desarrollarlas y darles viabilidad a esas propuestas vecinales. El expediente fue enviado a la Intendencia en forma electrónica el 23 de abril pasado mientras que el expediente papel, luego de ser tramitado en distintas oficinas de la Junta, llegará en breve a la IMM”, agregó.

Por su parte, una fuente municipal afirmó a El País que la comuna capitalina pretende continuar el dialogo con los vecinos para alcanzar una iniciativa que sea posible en concordancia con los intereses de los residentes de la zona y considerando el proyecto en el marco de todas las acciones que la Intendencia de Montevideo desarrolla en Ciudad Vieja.

El predio del Club Neptuno es propiedad de la IMM, que lo recibió en 2018, deteriorado y con una deuda que sobrepasa los US$ 10 millones, entre los impagos a empleados, exdeportistas, al Banco de Previsión Social, al Banco de Seguros del Estado y a la Dirección General Impositiva.

Se hizo primero una evaluación de riesgo de la infraestructura, un inventario de lo que había -o al menos de los artículos más importantes- y después se comenzó a idear una solución.

El proyecto de la IMM tiene una inversión inicial de US$ 3 millones. Eso representa solo la inversión pública. Y con la venta de los terrenos se prevé costear el proyecto de un nuevo club social y deportivo.

Club Neptuno cerrado y abandonado
Club Neptuno cerrado y abandonado
Foto: Leonardo Mainé

Un cambio

Los vecinos de Ciudad Vieja armaron su proyecto que se titula “Propuesta del barrio. Abriendo el Neptuno”, según consta en su publicación de Instagram.

La movilización barrial por las instalaciones del Club Neptuno comenzó en julio de 2020, cuando la propiedad del inmueble pasó definitivamente a manos de la Intendencia de Montevideo.

El 4 de julio de ese año, diversos colectivos convocaron a una asamblea en la Plaza Uno, en la que se definieron los principios generales reivindicativos para ese espacio: mantener la propiedad pública, desarrollar un proyecto sin fines de lucro y de disfrute de los vecinos del barrio y de Montevideo.

Según las iniciativas de los vecinos, en el espacio del club Neptuno debe funcionar una biblioteca, una escuela popular, un museo comunitario de la Ciudad Vieja, un anfiteatro, una cocina de uso compartido, un espacio para compostaje y un lavadero social, entre otras propuestas. También plantearon iniciativas recreativas y deportivos como un salón grande para reuniones, una piscina, canchas y baños y vestuarios, entre otras instalaciones.

Además

Una institución que supo ser referencia durante décadas

El Club Neptuno fue una referencia deportiva y social durante muchas décadas, tanto por su proyecto deportivo como por sus infraestructuras. “Está ubicado en una zona donde el capital privado está avanzando mucho, tanto en la extensión del puerto, como todos los rubros económicos que giran en su entorno, señalaron los vecinos en un documento enviado a la Junta Departamental de Montevideo.

Esa manzana, que desde hace unos años pertenece a la Intendencia de Montevideo, y por lo tanto es suelo público, “es una gran oportunidad para ponerle un freno a ese avance y potenciar las redes comunitarias, a partir de las necesidades y deseos del barrio y su comunidad organizada”, expresaron.

Los vecinos dijeron que la falta de espacios comunitarios, públicos, sociales y abiertos, hace que la mayoría de las organizaciones que trabajan en el barrio, dando respuesta a las necesidades sociales que “no resuelve” el Estado, estén permanentemente solicitando espacio, “quedando siempre en una

situación precaria”. Y agregaron que, por eso, piden más lugares de integración, de participación y de realización de actividades deportivas, sociales, culturales y educativas.

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