PROHIBIDO NAVEGAR
El descenso del puente, que presenta "peligro real" en su estructura, es de "un centímetro diario en la parte inferior", de acuerdo al informe técnico que elaboró la Intendencia de Maldonado.
La Intendencia de Maldonado (IDM) informó este lunes que la situación del puente de La Barra número uno es "delicada", tal como había adelantado el intendente fernandino Enrique Antía y, por este motivo, consideran "vital" el apuntalamiento del puente lo antes posible.
Para graficar la situación, el descenso del puente que presenta "peligro real" en su estructura es de "un centímetro diario en la parte inferior", de acuerdo al informe técnico que elaboró el ingeniero de la IDM, Eduardo Carrera y que fue presentado a Antía.
"Al viernes había descendido 1.10 m", indicó la comuna en un comunicado. Desde el viernes 22 de setiembre, el puente está cerrado hasta nuevo aviso y el tránsito pesado fue derivado a la ruta 104. La Intendencia apunta a que las obras se concreten antes de la temporada de verano 2023 para evitar afectaciones en el tránsito en el momento de mayor afluencia de visitantes por esa zona.
Este fin de semana el descenso fue más visible "debido a la crecida del arroyo y la sudestada que no permitía una correcta desembocadura de las aguas en el mar", indicó la comuna.
Este domingo se fijó la "prohibición" del pasaje de embarcaciones por debajo del puente.
El informe de auditoría del puente indicó que se encontraron "cables de tensado no adherentes, los que se colocan fuera del hormigón, que están fuera de servicio". Esto implica que están "sin la tensión requerida o cortados en la zona de las juntas de la estructura de hormigón con las cabeceras de tierra", lo que habilita al descenso registrado al momento.
El plan de trabajo, incluido en el informe técnico, sugiere dos etapas de trabajo. La primera consiste en el apuntalamiento de la zona inferior de la estructura, mediante la colocación de dos vigas metálicas de gran dimensión para "detener" el movimiento descendente. Para poder introducir estos pilotes se van a "construir dos ataguías (estructuras auxiliares a modo de diques) en cada cabecera".
Este paso también implicará el transporte de 4000 m3 de piedra proveniente de las canteras de la zona y 60 toneladas de bloques de hormigón en cada cabecera sobre los estribos del puente, "para hacer contrapeso y generar fuerzas opuestas al movimiento existente por la rotura de cables". Los trabajos previstos en la primera etapa "no representan un impacto mayor que los propios pilares del puente".
La segunda etapa, tras estabilizar la estructura, implica estudiar el "procedimiento definitivo para la reparación". Con este objetivo se analizará la "sustitución" de los cables dañados, así como la posibilidad de "levantar" el puente para que vuelva a su nivel (cota) original.
"Con la primera etapa cumplida y en función de los resultados se podría considerar la habilitación del puente al tránsito liviano en temporada para poder proceder a la segunda etapa", puntualiza la comuna fernandina.
Se remitió un oficio al Ministerio de Ambiente, encabezado por el colorado Adrián Peña, para que comience de "forma inmediata" la primera etapa de la obra.
"La construcción de una plataforma que permita apuntalar el puente y prevenir la caída del mismo con su consecuente impacto ambiental y la ocurrencia de accidentes laborales", puntualiza la IDM. Además, se elevaron oficios a los Ministerios de Defensa, Interior y Transporte.