El cuerpo de Jorge Mario Moitiño Contreras, de 26, estaba adentro de una cachimba. Lo habían colocado en el interior de una bolsa de plastillera, la que tenía atada un balde, y en el interior del mismo una piedra para que el cuerpo se hundiera y no saliera a flote. El pozo que está entre unas malezas y al lado de la calle Miguel Barreiro, al este de la ciudad, estaba lleno de agua y un vecino del lugar encontró algo extraño y un fuerte olor nauseabundo cuando trataba de sacar agua para darle de beber a un equino que pastoreaba en ese baldío, ubicado a unas dos cuadras de la casa de la víctima.
Según fuentes policiales, la hipótesis más firme que se maneja es que habrían sido más de una persona los autores del homicidio, quienes habrían tratado de ocultar en esa cachimba el cuerpo de Moitiño. Lo que aún no se ha podido establecer es si lo mataron en otro lugar y luego cargaron su cuerpo hasta ese pozo, o fue allí mismo. Fue casi imposible determinar las heridas infligidas al cuerpo que presentaba un estado de descomposición muy avanzado.
La Policía busca a dos hombres que habrían estado con el travesti poco antes, según testimonio de otro transexual.