LORELEY NICROSI
El flamante presidente del Supremo Tribunal Militar opinó que en el futuro la Justicia Militar puede intervenir en los casos de los retirados que fueron procesados por delitos de violación a los derechos humanos. Halty consideró que las FFAA deberán tener una nueva actitud ante las denuncias de acoso sexual si se comprueba su veracidad, y aseguró que pese a las resistencias que pueda generar su designación, está "tranquilo" porque hizo "lo que tenía que hacer" en la dictadura.
-¿Qué significación tuvo para usted volver a la vida militar, luego de estar alejado tres décadas de la institución?
-Es una situación que no esperaba; fue un hito importantísimo que el poder político reconociera que nosotros habíamos sido afectados por razones políticas y que nos recompusiera la carrera y nos ascendiera de acuerdo a lo que le correspondiera a cada quien. Muchos de nosotros llegamos a general. Eso fue una satisfacción enorme, tengo la resolución enmarcada, así como tengo enmarcado el diploma de Alférez y el de Oficial de Estado Mayor. Fue un reconocimiento a los que entendimos que lo que teníamos que hacer lo hicimos, arriesgando todo, que para nosotros era la propia carrera.
-Ahora preside el Supremo Tribunal Militar. ¿Que función cumple este órgano?
-Administrar justicia, lógicamente, y estudiar y tomar decisión sobre los militares que comenten delitos militares. Un delito militar es, por ejemplo, insubordinación, deserción. No presentarse a su lugar de trabajo, pasa a convertirse en delito. El Supremo está constituido por cinco ministros -por el presidente y cuatro ministros, uno de ellos letrado, nombrado directamente por la ministra de Defensa, en este caso la abogada Edith Wieder-. Ella es la ministra letrada, los demás son militares. El presidente normalmente es del Ejército; entre los ministros hay uno de la Armada, uno de la Fuerza Aérea y otro del Ejército, que son nombrados a propuesta y en coordinación con el Ministerio de Defensa. Necesitan la venia del Poder Ejecutivo. En este momento falta designar un ministro del Ejército. La constitución es la misma que la Suprema Corte de Justicia.
-¿A partir de la asunción del gobierno del Frente Amplio hubo cambios en el funcionamiento del Supremo Tribunal Militar o los habrá a partir de su presidencia?
-No por el momento no. Existe la intención de aggiornar la Justicia Militar, modernizarla en el buen sentido del termino. Hacerla trabajar de otra forma, veremos cuál es la mejor, pero no ha habido modificaciones profundas por ahora. No puedo desconocer que este nombramiento es fruto de una nueva política, eso es claro, y por esa senda se va a transitar. Hay toda una organización que iré conociendo. Hay oficiales que son profesionales universitarios y al mismo tiempo son militares de Justicia Militar, no son egresados de la Escuela Militar.
-En el caso de los militares procesados por delitos de violación a los derechos humanos, salvo alguna excepción, en su mayoría no han pedido Tribunal de Honor. ¿En estos casos la Justicia Militar puede actuar?
-En este momento los delitos que se han juzgado y otros que puedan ser procesados, están en el Código Penal Civil. Por lo tanto la Justicia Militar no va a intervenir, por el momento. Eso no quiere decir que dentro de un tiempo y ante determinada situación decida intervenir. A título personal, creo que tendría que intervenir Tribunales de Honor que juzgue la conducta de esos oficiales que han sido procesados por la Justicia Civil, porque una de las causas que los reglamentos de los Tribunales de Honor establecen para su formación es claramente cuando interviene la Justicia Civil. Para mí es claro que tendrían que actuar los Tribunales de Honor.
-En el caso de Gilberto Vázquez, fue sometido a Tribunal de Honor por haberse fugado estando detenido y fue el mismo Tribunal el que recomendó el pase a reforma. Sin embargo ninguno de los procesados fue sometido a Tribunal de Honor por la forma en que actuaron. ¿No es una contradicción?
-Es posible. Por eso digo que en lo personal tendrían ya que haber intervenido Tribunales de Honor, porque a Vázquez lo juzgan por un hecho puntual. La institución militar no tuvo ninguna duda que a Vázquez había que someterlo a Tribunal de Honor porque había violado explícitamente las disposiciones de los reglamentos de los Tribunales. La Justicia Militar no intervino por ahora. Porque ante la acusación que tienen todos los que están procesados, el delito que cometió Vázquez es de menor entidad cuando se fugó. Sin perjuicio que la Justicia Militar pueda actuar en su momento, hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos y ver un poco cuál es la dinámica que toman los hechos.
-¿Cómo ve que puede ser la relación con los centros sociales de retirados, cuando para muchos de ellos militares como usted, fueron considerados traidores e incluso objetaron en algunos casos cuando se les reparó la carrera? ¿Se enfrenta en esto a una situación compleja?
-Sin duda y eso fe uno de los motivos por lo que me costó aceptar este cargo. Yo sé que puedo enfrentar problemas, no con el personal del Supremo, sino con mis colegas que son generales retirados y algunos tienen una continua voluntad de crítica hacia determinadas actitudes que se tomaron en la dictadura. Yo tengo la conciencia muy tranquila de que hice lo que entendí que debía hacer: estar del lado de la Constitución y la ley. En más de 30 años me habré cruzado con gente por la calle, y hay dos actitudes claras: unos me siguen tratando y apreciando como antes y otros me ignoran y yo los ignoro a ellos. El problema es de ellos, no es mío. Yo pensé diferente y no puedo estar arrepentido por haber pensado diferente. Aquellos que hoy siguen pensando que Julio Halty es tal cosa o tal otra, yo no puedo menos que sentir angustia porque creo que no han evolucionado como para darse cuenta que hay cosas que hay que superarlas.
Perfil
Nombre: Julio Halty
Nació en: Montevideo
Edad: 71 años.
Estado Civil: Casado, 3 hijos, 8 nietos
Contrario al Golpe
En el año 1977, con el grado de teniente coronel, fue pasado a retiro por el teniente general Julio Vadora por su oposición a la dictadura. Conoció al general Líber Seregni en el año 1963. Tenía 24 años y era teniente. Seregni visitó entonces el Liceo Militar y el director le pidió a Halty que hiciera una presentación sobre la institución ante el general. Pero la relación con el futuro líder histórico del Frente Amplio vino en 1984, cuando trabajó en la presidencia de la coalición de izquierda. Allí surgió un reconocimiento mutuo y su admiración por Seregni, al punto que termina su vida política como secretario del general.
Cambios en FFAA por acoso sexual
Para el nuevo presidente del Supremo Tribunal Militar, Julio Halty, las Fuerzas Armadas deberán tener una nueva actitud frente a las denuncias de acoso sexual.
- ¿Puede haber un cambio de criterio en el tema del acoso sexual en las FFAA?
-Evidentemente. Hablo a título personal: es un delito nuevo el acoso sexual, porque cuando era joven, era demencial pensar en una mujer en las Fuerzas Armadas. Estamos en una sociedad que es machista aunque lo tratemos de disimular. En esa época era mucho peor, no se disimulaba nada. Podía haber homosexualismo -como siempre lo hubo en todo internado masculino o femenino-, eso sí había, como hubo desde que el mundo es mundo. Eso va a tener que reverse y tener que asumirse. El acoso sexual no se da sólo del hombre hacia la mujer, sino también puede ser de la mujer hacia el hombre. El hecho de prevalecerse de la jerarquía para abusar sexualmente del otro, eso es delito. -¿Es decir que si existía un criterio de tapar esas situaciones de ahora en más no va a suceder?
-No, eso no se puede tolerar, porque involucra el honor militar; no tengo ninguna duda. Que existan relaciones entre hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas es un hecho natural. Lo que sí es obligación es controlar el abuso porque afecta el honor y se puede transformar en un delito, y ahí tiene que actuar la Justicia.