"Trucos para el bienestar"

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Muchos de los supuestos problemas emocionales y/o psicológicos que padecen las personas hoy en día, son fundamentalmente el resultado de tensiones "físicas" sostenidas y acumuladas durante horas, días, semanas y meses. Todos sabemos que una preocupación importante puede llegar a producir contracturas musculares o dolores de cabeza pero los efectos emocionales de las tensiones físicas sostenidas van mucho más allá de eso, por ejemplo angustias inmotivadas, depresión, desinterés, insomnio, etc.

Nuestro cuerpo posee un nivel óptimo de funcionamiento, el cual es mantenido en forma constante por el sistema nervioso autónomo.

Los peligros reales o imaginarios, las preocupaciones y los problemas cotidianos, sacan de ese balance óptimo a nuestro cuerpo, lo cual genera un estado emocional displacentero.

Normalmente el sistema nervioso autónomo restablece rápidamente el equilibrio y pone fin a la alteración emocional. Sin embargo cuando nos vemos bombardeados constantemente durante todo el día por estímulos estresantes, preocupaciones o problemas inesperados los recursos de adaptación se ven agotados y no podemos restablecer el equilibrio físico óptimo. Cuando esto ocurre podemos caer en estados de angustia, depresión o pánico que eventualmente con el tiempo pueden llegar a convertirse en crónicos.

Si de alguna manera podemos restablecer el equilibrio orgánico perdido también vamos a lograr mejorar indirectamente nuestro estado emocional. El cuerpo puede ser la llave para el dominio de nuestros estados de ánimo.

Existe toda una serie de "trucos" que pueden ayudarnos tanto a evitar perder el control emocional como a restablecerlo cuando éste ya se ha perdido. Por ejemplo cada vez que sentimos que estamos por tensionarnos o que ya estamos tensionados podemos simplemente cerrar los ojos durante cinco minutos en un lugar donde nadie nos moleste.

El suprimir los estímulos visuales y quedarse lo más quieto posible ayuda enormemente al cuerpo a restablecer su equilibrio normal o por lo menos a no seguir incrementando el descontrol emocional.

Ni siquiera es necesario relajarse, muchas personas al intentarlo descubren que la preocupación y el esfuerzo por lograr la relajación las tensiona aun más. Otra "técnica" que puede ser de mucha utilidad (siempre que se pueda llevar a cabo) es una caminata al aire libre.

Aunque tal vez sigamos pensando en el problema o los problemas, nuestro cuerpo se va a encontrar en mejores condiciones para recuperar la homeostasis perdida.

No es necesario caminar una hora, incluso una rápida vuelta a la manzana puede obrar maravillas. Siempre de ser posible otra de las cosas que podemos hacer para ayudar al cuerpo a volver al punto óptimo de equilibrio es escuchar música suave durante un rato.

Si tenemos buena imaginación otra de las opciones es recordar con el mayor realismo posible un hecho agradable que hallamos vivido o imaginar un hermoso paisaje con el mayor lujo de detalles posible. Lo que hace que estas "técnicas" puedan llegar a funcionar no es la "intensidad del método" sino la perseverancia en emplearlas todas las veces que sea necesario cada día y todos los días.

Si desea mayor información sobre este y otros temas de psicología puede ingresar a la página en Internet: www.gustavoekroth.com, o cualquier consulta a través del nuevo teléfono: 712 60 93.

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