SALTO | LUIS PÉREZ
Una mujer quiso ahuyentar a un murciélago al que intentaban capturar dos de sus perros, y fue mordida por él. Preventivamente, la mujer y los perros fueron vacunados contra la rabia.
"La situación está controlada: se vacunaron los perros y la persona correspondiente. Se actuó rápidamente, con criterios de vigilancia epidemiológica", dijo el director de la Comisión Nacional de Zoonosis, Ciro Ferreira.
El accidente se originó en una casa de una calle céntrica de la ciudad de Salto. La mujer, al observar que sus mascotas intentaban capturar al murciélago, intervino para que no lo sacrificaran. Entonces, dijo, fue mordida en la cara.
La mujer "se asustó y por eso comunicó lo que pasó, no significa que padezca algo", señaló la directora departamental de Salud, Cristina González.
El murciélago no fue encontrado, por lo que no pudo ser analizado. Las autoridades de Salud locales consultaron a la Dirección de Epidemiología del MSP sobre el tratamiento a aplicar. "El médico tratante tomó las medidas que corresponden en este caso. Las lesiones son muy pequeñas", dijo González. También intervino Zoonosis Departamental en el tratamiento preventivo de las mascotas.
Ancestral. Probablemente la rabia estuviera presente en los murciélagos insectívoros de las ciudades desde hace muchos años, y siga estándolo por mucho tiempo, dijo Ferreira. "Estamos descubriendo porque se busca", afirmó.
El proyecto de vigilancia que detectó el murciélago con virus rábico en Montevideo empezó su trabajo de campo a fines del año pasado, pero anteriormente al hallazgo podemos haber convivido durante décadas con esa situación, dijo Ferreira.
"Pudo haber casos accidentales como en Chile o en Argentina, pero no sucedió porque la posibilidad es remota", señaló.
Ante los descubrimientos que confirmaron presencia de distintos tipos de rabia en murciélagos, se realizó la semana pasada en Rivera un encuentro con técnicos brasileños y argentinos de la Organización Panamericana de la Salud (ver recuadro).
A partir del encuentro se realizó un documento en el que se estipulan lineamientos de trabajo para esta enfermedad, adaptados a Uruguay, dijo Ferreira. Se aconseja mantener una vigilancia epidemiológica, que incluye el monitoreo de los animales encontrados, la vacunación de las mascotas en los focos de mayor riesgo, la tenencia responsable de mascotas en todo el país e informar de que se debe mantener distancia al encontrar un murciélago.
Otras medidas, como una vacunación masiva de todos los perros y gatos del país, o la fumigación de colonias de murciélagos no tienen sentido en la situación actual, dijo Ferreira. "Tampoco matamos a todos los perros cuando había rabia canina. Son temas complejos que precisan soluciones complejas", señaló.
La cifra
1983 Es el año en el que se detectó por última vez el virus rábico en mascotas en Uruguay. En humanos, el último caso fue en 1966.
Tres tipos de rabia distintos
En la jornada internacional "Introducción al análisis de riesgo frente a la presencia de ciclos silvestres de Lyssavirus (virus de la rabia) en murciélagos", se aconsejó tratar en forma diferenciada las distintas situaciones de infección.
La rabia paralizante en herbívoros, transmitida por vampiros en ámbitos rurales de Rivera, es un problema de sanidad animal emergente para el país, circunscripta a Rivera por el momento, (aunque se encontró un vampiro infectado en Tacuarembó).
La rabia en murciélagos insectívoros, detectada como fruto de acciones de vigilancia de la Facultad de Veterinaria, MSP y MGAP, es probablemente ancestral, dispersa y de baja prevalencia. Esporádicamente diseminable en forma secundaria a animales domésticos (perros y gatos) y al hombre.
Rabia canina, en animales domésticos. No está presente en Uruguay; el último caso registrado fue en 1983.