GUSTAVO TRINIDAD
Ni los pestillos se salvan entre estas cuatro manzanas del Cerrito de la Victoria. Los venden como metal. Los hurtos son de poca monta porque para la dosis de pasta base alcanza con $ 30, pero son constantes y transformaron a la zona.
Al rato llega la "fisura" y "hay que" volver a robar para la siguiente dosis. Un edificio abandonado en la esquina de General Flores y Belarmino es usado para fumar pasta base y también para dormir cuando el cuerpo no da más, según varios vecinos denunciaron a El País. En esa misma esquina aseguran que la droga se vende al menudeo. Son los resabios, afirman, de otra boca que fue cerrada por la Policía hace tres meses en el cercano barrio Marconi.
El aumento del consumo de pasta base y de personas que llegan a comprarla produjo un entorno de inseguridad insoportable, según el relato de vecinos y comerciantes.
No se trata de rapiñas a mano armada pero sí de constantes hurtos por descuido, arrebatos y "peajes".
En estos "peajes" se da por entendido que si uno no quiere que lo roben hay que dejar dinero. Pero igual quienes cumplen con los peajes son víctimas de hurtos. Así le pasó a un vecino que vive sobre la calle Belarmino. Siempre da pero igual le robaron en la casa electrodomésticos, $ 2.000 y relojes. Después le pidieron dinero para devolvérselos. Al menos un vecino denunció la existencia de la boca a la Policía.
Además del edificio abandonado quienes están para el hurto y el consumo de "la base" se escudan en comercios, limpia vidrios en semáforos o cuidacoches de la zona. Buscan camuflarse entre quienes la "pelean" honradamente.
Esto dificulta el trabajo de la Policía, aunque la semana pasada dos procedimientos lograron detener en la zona a dos reconocidos arrebatadores.
edificio. Los vecinos y comerciantes intentan que el edificio abandonado, que antes era un bar, sea tapiado o bien tirado abajo.
Estiman que sin "el escondite" la actividad delictiva descenderá. El ex bar está abandonado hace años y aunque tiene las cortinas metálicas sanas y también la fachada, hay roturas por donde se puede entrar.
"Están sacados de pasta base, vos los ves. Acá en los semáforos hay arrebatos todos los días. A mí me rompieron dos veces el toldo, roban lo que sea, cualquier cosa les sirve para llegar a la dosis", contó Gabriel que tiene un almacén en General Flores y Trafalgar.
"El consumo de drogas en la zona creció mucho. A mí me robaron 13 veces", comentó una farmacéutica que tiene su comercio a media cuadra del almacén de Gabriel. Otro vecino que vive a media cuadra del lugar, señaló: "En General Flores y Belarmino en el edificio que está vacío de noche se junta mucha gente, a veces hay 15 o 20 personas. Usan el lugar para fumar la pasta base. Si pasás por ahí tenés que dejar dinero. Yo ahora si salgo me bajo del ómnibus unas cuadras antes y llego en taxi a mi casa, no me queda otra".
"Yo siempre les doy algún peso cuando paso porque creo que conviene tenerlos tranquilos. Pero igual me robaron. Entraron a mi casa y por un descuido me llevaron dos relojes, dos equipos de audio, una lámpara y $ 2.000. Yo se quien fue. El otro día uno de los que "para" en la esquina me quiso vender la lámpara que me habían robado", contó otra víctima a El País que prefirió mantener su nombre en reserva.
El temor y las rejas son otra constante, ademas del consumos de pasta base, en una zona ya no es la misma.
"Ya hicimos varios procedimientos"
"Hemos hecho varios procedimientos en la zona y se han cerrado muchas bocas de este tipo", comentó una fuente policial de la Seccional 13a. que tiene jurisdicción en la zona, al ser consultada por El País. "Hay mucho consumo en la zona de pasta base y eso muchas veces acarrea algún tipo de delito menor en el consumidor. Nosotros siempre alentamos a los vecinos a que vengan y denuncien sin temor porque nosotros trabajamos con absoluta reserva del denunciante", explicó la fuente policial. Uno de los cuatro equipos creados especialmente para el combate a la pasta base, tiene su sede en la Seccional 13a. y ha logrado cerrar múltiples "bocas". Ocurre que es común que a pesar que haya procesamientos, una nueva "boca" cercana a la anterior se abra a los pocos días.