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Miles de personas se reunieron ayer en Playa Ramírez para celebrar o ser espectadores de otra fiesta de Iemanjá. La novedad de este año fue la presencia de creyentes evangelistas y de opositores al sacrificio de animales.

Las aguas del Río de la Plata estaban muy rizadas, con un fuerte oleaje y vientos desde el sur que exigían estar en las playas ataviados con camisas o remeras, y hasta con camperas cuando ya cayó la noche.

En la Playa Ramírez, al promediar la tarde de ayer, varios eran los templos que ya estaban instalados, con sus líderes espirituales dedicados a darle a la "ayuda" o "caridad" a decenas de personas que, con sus zapatos o sandalias en las manos, hacían fila frente a cada altar de Iemanjá, en donde la efigie de la diosa de las aguas aparecía debajo de telas blancas y rodeada con velas del mismo color y también celestes o azules.

Ecilda, mae de Oxum, dijo a El País que llegó con los integrantes de su templo desde Mercedes, en un viaje tenso debido a que salieron a las 4 de la madrugada de ayer y se encontraron en ruta con la fortísima tormenta eléctrica, las lluvias torrenciales y ráfagas de viento atemorizantes.

La mae, que desde hace 30 años viene a la capital y en especial a la playa del Parque Rodó, dio su versión acerca del sacrificio de animales en celebraciones umbandistas.

LO SALVÓ UNA GALLINA. "Yo me recibí en Brasil, en Alegrete, y le cuento que tengo un hijo que tuvo cáncer, no tiene casi cráneo; él fue salvado en esta religión con una gallina. Por la vida de un hijo, se hacen los sacrificios". La mae de santo agregó que cuando se realizan rituales para llegar a ser investidos, hay también sacrificios de gallinas, chivos o corderos, pero que en esos casos "el animal se come, no se desperdicia nada". Interrogada acerca de si en la tradicional ceremonia de cada 2 de febrero, en el templo armado y cercado frente al mar se cometen sacrificios de animales, la mae mercedaria respondió negativamente y explicó las razones. "Yo hago una línea de umbanda blanca; ni siquiera un pescado se mata, por decirle algo. El que lo hace es porque tiene otras creencias".

La línea blanca se opone a la negra, confirmó la mae, y agregó que ni ella ni sus hijos jamás ofrendaron un animal a Iemanjá. "Eso se hace en un peixe, con todos los orixás, y cuando se trata de salvar la vida de una persona, como le dije".

En la barca de dos metros y medio de largo que fue trasladada desde Mercedes, la mae explicó que ofrendarán entre otras cosas: mazamorra blanca para Iemanjá y amarilla para Oxum, "porque yo soy de Oxum y no me olvido de ella, que es de aguas dulces; Iemanjá es la mae de todos los orixás y la mae Oxum es una hija".

En cuanto a la tormenta con que se inició el día y al aspecto picado que presentaba el mar durante el crepúsculo, Ecilda contó que en pleno viaje a Montevideo le dijo a su esposo: "la mae está brava, algo está pasando, nos quieren ensuciar; pero cuando entremos al mar, las aguas se aplacarán, todos los años pasa eso".

La Casa de los Orixás se unió también al culto de anoche, y su líder, el pae Angel Carlos de Xango, dijo a El País que los sacrificios de animales se llevan a cabo para alimentación de la comunidad. "Previamente se reza, se adora y consagra al animal y después se consume, pero en esta fiesta de Iemanjá no lo hacemos; se ofrendan frutas, flores y perfumes".

Cerca de las 20 horas, alrededor de medio centenar de personas, en representación de varias organizaciones protectoras de animales, se manifestaban en un cantero de la rambla, hacia el Teatro de Verano, con pancartas que lucían consignas contra la matanza de aves y durante el transcurso de rituales religiosos.

"Sabemos que no son todos los umbandistas quienes tienen esas prácticas; son los que siguen rituales antiguos, africanistas, que sacrifican animales en los santuarios y también en las playas", dijo Jonathan Vilar.

"Hay animales que faenan para hacer lo que llaman trabajos y que no pueden después consumirlos; queremos que se debata ese tema porque hoy la legislación, desde 2009, avala esos sacrificios", agregó Karina Kokar.

Por un motivo diverso, religioso, otros jóvenes opositores que se expresaron en la noche de ayer con carteles fueron integrantes de una iglesia evangélica de Pando llamada Cristo es la Respuesta.

"La gente llega aquí a buscar ayuda espiritual y nosotros creemos que eso viene de los cielos, de Cristo, de Dios, que se hizo carne y vino a traer la salvación", explicó a El País Nicolás Pérez.

Entre las novedades de otra celebración del día de Iemanjá, frente a la Playa Ramírez, en el Parque Rodó se ha desarrollado una feria que ayer tenía decenas de puestos con diversa oferta. Entre lo más caro se hallaban las barcas de madera (a $ 200) y efigies de lemanjá (hasta $ 1.800). Cada clavel se vendía a $10 y cada rosa a $ 30. Las velas en muchos casos se ofrecían "a voluntad".

El gremio de los pancheros se hizo presente también en el día de ayer como en los desfiles de Carnaval, pero protestando por la prohibición que sufren al momento de vender sus productos. De parabienes en cambio estuvieron los puestos ambulantes de tortas fritas y empanadas.

Aunque fueron miles las personas que se reunieron ayer en Playa Ramírez, también se observó como en toda la costa uruguaya la escasa presencia de turistas argentinos y brasileños .

Si bien se anunció que se reforzaría la presencia policial como medida preventiva ante el anuncio de la concurrencia de manifestantes de diversas sociedades protectoras de animales, se vieron pocos patrulleros y solo pudo registrarse más presencia de funcionarios de Prefectura caminando por la Rambla. A la hora pico, tampoco los inspectores de tránsito se hallaban en los cruces de la Rambla más próximos al entronque con el Parque Rodó.