Una inédita travesía en legendario Ford del 24

Compartir esta noticia
La llegada del Ford T concitó el interés de curiosos y amantes de los fierros. Foto: V. Rodríguez
Picasa

Es una verdadera joya que se roba todas las miradas. La legendaria Ford T Doble Faeton, de 1924, se observa impecable y convoca el interés de quienes, al verla, no logran apartar la mirada de sus líneas originales, celosamente cuidadas.

Los "fierreros", y muchos curiosos, se inclinan ante el paso del vehículo en su sostenido transitar como ha ocurrido estos últimos días a lo largo de la carretera o al llegar a la estación de servicio de Ruta 5, en la ciudad de Durazno, para tomar un descanso y después continuar la marcha.

Luis Alberto Miller, su propietario, es nativo de Mercedes (Soriano) y es la tercera generación de dueños del inmaculado automóvil, que perteneció a su abuelo y luego a sus padres, y que está registrado en el "Montevideo Classic Car Club" y en la Federación Internacional de Vehículos Antiguos.

El peregrinaje en solitario de este docente de UTU, que aprovechó la época de vacaciones para cruzar de lado a lado el territorio uruguayo, desde Río Branco, donde trabaja, en el límite con Yaguarón (Brasil) a su ciudad natal en Soriano, no ha estado exento de situaciones difíciles, como el frío intenso de 3 y 4 grados bajo cero, en gélidas mañanas, que debió soportar estoicamente en todo el camino, dado que el vehículo es abierto a los lados, lo que hace dificultoso afrontar las inclemencias climáticas.

"Ahora mismo tengo puestas tres camperas, buzos, bufanda, gorro de lana y vengo tomando siempre líquido caliente, para poder salir adelante y llegar bien", comenta.

"Me he gastado el salario vacacional y el sueldo", comentó a su paso por Durazno, aclarando que igual así, el paseo le ha generado más alegrías que sinsabores.

Sin ventanillas: viaja con tres camperas, buzo, gorro y bufanda. Foto: V. Rodríguez
Sin ventanillas: viaja con tres camperas, buzo, gorro y bufanda. Foto: V. Rodríguez

Travesía.

El trayecto de Miller a bordo de su Ford T tocó quince ciudades de siete departamentos: Yaguarón, Río Branco, Rincón, Vergara, Treinta y Tres, José Pedro Varela, Retamosa, Zapicán, Batlle y Ordóñez, Nico Pérez, Sarandí del Yi, El Carmen, Durazno, Trinidad y Mercedes, adonde estaba prevista su llegada con un recibimiento popular.

La marcha promedio del vehículo se sitúa entre 40 y 45 kilómetros por hora y el consumo de combustible es de 5 litros por kilómetro, por lo que en el interior del vehículo, ademas de ropa y provisiones, llevó abastecimiento para el tanque en bidones.

"Yo estoy de semana de vacaciones de invierno y podría haber ido por la Ruta 8 que está preciosa, hasta Minas (Lavalleja) y haber agarrado por otras rutas, pero crucé el país al medio, agarré balasto, agarré camino de tierra, caminos feos y también caminos buenos, pero eso es lo lindo de esta salida: el contacto con el terreno, con los caminos primitivos que las "cachilas" recorrían antes, cuando las carreteras no eran de asfalto", señaló.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
La llegada del Ford T concitó el interés de curiosos y amantes de los fierros. Foto: V. Rodríguez

Docente de UTU recorrió quince ciudades y siete departamentos 

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Durazno

Te puede interesar