Industria pide apertura gradual y sindicatos apoyan el acuerdo a priori.
Uruguay y China se fijaron un plazo de dos años para firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) que catapulte las relaciones bilaterales. La decisión se tomó ayer en la reunión que mantuvieron el presidente Tabaré Vázquez y su par Xi Jinping.
En la reunión se firmaron 16 acuerdos marco que incluyen protocolos para cítricos y soja, cooperación en materia forestal y un plan quinquenal en lo que respecta al sector agropecuario. También se incluyeron temas como energía, deporte, tecnología, turismo, comunicaciones, defensa, asuntos aduaneros, el fútbol y la exención de visados en pasaportes.
Pero más allá de eso, y quizás más importante, se acordó "empezar a conversar para llegar a un TLC en una fecha tentativa en 2018", dijo a El País el director de Uruguay XXI, Antonio Carámbula, quien participó de la reunión y acompaña al presidente en la gira.
"Lo más importante es que se acordó pasar de una relación bilateral a una suerte de alianza estratégica superior con acuerdos de más largo aliento", dijo.
En la misma línea, el director general de América Latina y el Caribe de la Cancillería china, Zhu Qingqiao, dijo que los países acordaron "una nueva etapa de desarrollo para que los vínculos entre Uruguay y China puedan desarrollarse en un nivel más amplio".
El representante chino también mencionó al Mercosur, del cual dijo que es "una importante organización regional y por eso estamos dispuestos a mantener estrecha comunicación con el bloque sobre nuestras relaciones comerciales y el tratado de libre comercio".
Es que para firmar un acuerdo bilateral Uruguay debe contar con la aprobación del resto de los socios del bloque, de acuerdo a lo establecido por la resolución 32 del Consejo del Mercado Común del 29 de junio de 2000. Ella establece que "a partir del 30 de junio de 2001, los Estados Partes no podrán firmar nuevos acuerdos preferenciales o acordar nuevas preferencias comerciales en acuerdos vigentes en el marco de Aladi, que no hayan sido negociados por el Mercosur".
Inversiones.
Hasta ahora el principal componente de la gira de Vázquez había sido la búsqueda de negocios e inversiones, y en ese sentido, el ministro de Economía, Danilo Astori, anunció ayer que los planteos de inversión en Uruguay en materia portuaria y de ferrocarriles tuvieron respuestas "absolutamente afirmativas", informó la página web de la Presidencia.
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El ministro añadió que, para ello, el Banco de Desarrollo de China jugará un papel de apoyo financiero de estas inversiones.
Por otra parte, Astori informó que el lunes 17 firmó dos acuerdos con China, uno de cooperación en materia de producción e inversiones, "tema crucial para un Uruguay que busca recuperar niveles de crecimiento cada vez más altos", y el otro refiere a aduanas.
Industriales y PIT.
Recién llegado de China, el presidente de la Cámara de Industrias, Washington Corallo, dijo a El País que tras la firma de los acuerdos "nos tendremos que juntar todas las partes para definir la lista de productos que serán incluidos y los plazos", además de las "condiciones técnicas" que deberán cumplir los productos chinos que lleguen a Uruguay.
Corallo reconoció que no hay posibilidades de colocar en China "productos manufactureros puros", pero que podría haberla para algunos que utilicen materias primas uruguayas.
El empresario reconoció que el "dumping social" es una posibilidad cierta. "Las condiciones de trabajo en China no son las que hay en Uruguay. Yo quiero que China vaya a las condiciones laborales del mundo y no que Uruguay vaya a las de China. Les falta para llegar a condiciones de trabajo dignas", señaló el empresario.
"Para abrirse es importante generar las condiciones para ser productivos y competitivos. Y las empresas y sindicatos tendrán que dialogar", advirtió.
Por su parte, el Pit-Cnt está de acuerdo a priori con negociaciones que impliquen una "profundización" de la relación con países a los que considera "emergentes" como Rusia y China, siempre que no impliquen que Uruguay sufra "dumping social" o "competencia desleal", dijo a El País su secretario general, Marcelo Abdala.
La central ha tenido reparos "hasta ahora" con la política exterior del Gobierno "porque se volcaba demasiado a Estados Unidos y considerábamos que el acuerdo Transpacífico era un intento de aislar a China", explicó Abdala. Pero entiende que Estados Unidos atraviesa "cierto declive" y que la central no debe oponerse a la "exploración" de acuerdos con Estados "emergentes" como China y Rusia. "Pero otra cosa es un apoyo, sin más, a un TLC con China. Los TLC no son un sinónimo mecánico de desarrollo. Se pueden explorar acuerdos de inversión, científicos o de comercialización", dijo.
Abdala agregó que no se le escapan las "asimetrías enormes" entre China y Uruguay, y la necesidad de evitar que el país asiático realice "dumping social". El Pit-Cnt adoptará una postura una vez que reciba el informe de los dirigentes Milton Castellano y Jorge Bermúdez que fueron a China.
Crecimiento en las ventas
Datos oficiales muestran que las relaciones comerciales entre Uruguay y China tuvieron un crecimiento promedio de 20% en la última década. Pese a ello, si se analiza el intercambio de los últimos 15 años, en la gran mayoría la balanza ha sido deficitaria, esto es, China ha vendido más a Uruguay de lo que ha comprado. La desaceleración de la economía en el país asiático hizo que eso se suavizara.
-No obstante, pese a vender menos de lo que se compra, China fue el año pasado el principal destino de las exportaciones uruguayas.
-En 2015 Uruguay exportó US$ 2.095 millones incluyendo lo vendido a través de zonas francas, y US$ 1.403 millones si se las excluye. Los principales productos enviados a China son soja (44%) y carne bovina (34%), aunque la celulosa también tiene como principal destino la nación asiática.
-China es el segundo importador de productos del mundo (con creciente peso en alimentos), con lo cual, con miras a un TLC, a nivel oficial se detectan oportunidades de exportación en carne bovina, pescado, leche, quesos, medicamentos, insecticidas y fungicidas, y artículos para envasados de plástico, entre otros, según un informe país de Uruguay XXI al que accedió El País.
-En 2015 Uruguay, importó US$ 1.746 millones desde el mercado de la República Popular China con principal foco en teléfonos celulares, computadoras, insecticidas y autopartes.
Álvaro Recoba concitó la atención de todos, hasta del presidente chino
La agenda de eventos de ayer incluyó una parada militar en la plaza de Tiananmen que la delegación oficial consideró "imponente" y de una magnitud a la que no se acostumbra ver. Luego se concretó la audiencia de mandatarios y posteriormente un banquete en el que el toque lo dio el fútbol.
Álvaro "Chino" Recoba fue invitado al mismo, y le regaló a Jinping la camiseta autografiada con la que jugó el campeonato de fútbol playa en China, en un aparte que tuvo con el mandatario chino y el presidente Tabaré Vázquez. Recoba concitó la atención de todos en el encuentro. El futbolista había sido homenajeado por el gobierno municipal de Tangshan y la Asociación de Fútbol de China. Allí se le rindió un homenaje recordando sus goles en el club Internazionale de Milán, en la selección y en Nacional.
"El fútbol es un gran embajador de nuestra marca país, en particular en China el tema del deporte es muy importante", dijo el director de Uruguay XXI, Antonio Carámbula, quien informó que además de firmarse acuerdos en materia de fútbol con China, se comenzó a analizar la posibilidad de que en el marco de la cumbre empresarial China - América Latina y el Caribe en 2017 en Punta del Este, se pueda realizar algún evento deportivo.
AHORA SI, UN SALTO CUALITATIVO