La ampliación de la plataforma continental agranda el área para buscar hidrocarburos.
Después de un proceso de años, con muchas idas y venidas, Uruguay logró el 30 de agosto, que la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de la ONU, órgano técnico creado por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), emitiese una recomendación que en los hechos supone una extensión de la plataforma continental del Uruguay hasta las 350 millas marinas desde la denominada "línea de base", que está muy cerca de la costa (una milla marina equivale a 1,8 kilómetros).
Así, el país extiende su territorio en unos 83.000 kilómetros cuadrados. La superficie terrestre es de 176.215 kilómetros. Uruguay tiene más mar que tierra, para plantearlo en términos simples. Hasta ahora su plataforma continental era de unos 123.000 kilómetros cuadrados.
De todas formas, Edison González Lapeyre, experto con amplia experiencia en temas de derecho marítimo y ex presidente de la Administración Nacional de Puertos, aclaró a El País que "sólo en el vértice de un ángulo se llega hasta las 350 millas náuticas". A su juicio, es "insignificante" el área que llega hasta las 350 millas náuticas que mencionó el comunicado oficial de Cancillería que difundió la noticia.
No obstante ello, entiende que el resultado obtenido es satisfactorio y supone la terminación exitosa de un proceso que comenzó hace casi 50 años.
El canciller Rodolfo Nin Novoa explicó en la comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta lo que ampliación implica. "Nosotros tenemos derechos exclusivos sobre lo que hay debajo de la plataforma y sobre las especies vivas sedentarias y esto se refiere, sobre todo, al plancton". "Nosotros podemos autorizar a alguien a que haga algo, pero tenemos ese derecho exclusivo y nadie puede hacer nada sin la autorización de nuestro país", explicó.
González Lapeyre explicó que Uruguay pasa a tener derechos exclusivos sobre eventuales yacimientos de minerales, gas natural o petróleo y sobre las especies que reptan (no sobre los ictícolas). Las especies sobre las que Uruguay tendría derechos exclusivos "tienen escasa entidad económica" al menos hasta ahora, reconoció.
Hace veinte años parecía que el denominado "cangrejo rojo" podría tener potencial comercial. También las langostas son valiosas. La ampliación del mar territorial agranda el área uruguaya en la que se puede buscar hidrocarburos. El mes pasado la empresa petrolera francesa Total informó que la perforación ultraprofunda que realizó no dio resultado.
La novedad pone presión sobre el ministerio de Defensa. El ministro Jorge Menéndez dijo en abril en el Parlamento que se demandaría una inversión de US$ 250 millones para mejorar la flota de la Armada y la compra de tres barcos patrulleros oceánicos de 1.800 toneladas cada uno. Esos buques, además de tareas de defensa militar deberían tener capacidad de atender derrames, incendios y siniestros.
Para González Lapeyre, en realidad, la prioridad debería ser redoblar esfuerzos para evitar la depredación de la riqueza ictícola y en particular de las tres especies clave: la merluza, la pescadilla y la corvina, aunque también el lenguado es una especie muy cotizada. El problema es de larga data.
Recordó que en 1969 un buque factoría soviético navegando en aguas que hoy son uruguayas se llevó un millón de toneladas de merluza. "La Armada necesita aggiornarse e incorporar equipamiento moderno", señaló.
Identifican 547 especies de peces.
En Uruguay se han identificado 574 especies de peces, de las cuales 354 habitan ecosistemas de aguas saladas y 220 ecosistemas de agua dulce. Los recursos ictícolas disponibles para la flota pesquera uruguaya en su mayoría tienen que ser compartidos con Argentina, o son recursos altamente migratorios como la merluza que se desplaza hacia el sur.
RECURSOS VALIOSOS.
Puede haber variedad de minerales.
En el mar hay depósitos de minerales sólidos desde arena, a platino, níquel, cobalto, estaño, titanio, etcétera, señalaba el fallecido Julio César Lupinacci, experto uruguayo que participó activamente en la redacción de la Convención sobre Derecho del Mar (Convemar), destaca el trabajo "Proyección estratégica del Uruguay en sus espacios marítimos" del excanciller Sergio Abreu.
La Convemar da a los estados ribereños la posibilidad de probar que la prolongación sumergida de la masa continental se extiende más allá de las 200 millas hasta una distancia que no exceda las 350 millas marítimas, contadas a partir de la denominada "línea de base". Las pruebas deben presentarse ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de las Naciones Unidas. La Plataforma Continental comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas. Es la prolongación sumergida de la masa continental, la "prolongación natural del territorio terrestre". Si el Estado ribereño no explora la plataforma continental o sus recursos naturales, nadie podrá emprender estas actividades sin su permiso expreso.
EL TERRITORIO URUGUAYO ES MÁS GRANDE