RIVERA | FREDDY FERNANDEZ
Unas quinientos mil personas que residen en la frontera Uruguay-Brasil tendrán que sacar la cédula fronteriza emitida por ambos gobiernos, que les permitirá tener libre circulación en ambos lados de la línea demarcatoria.
De esta manera, los uruguayos podrán trabajar del lado brasileño, usufructuar servicios de enseñanza y de salud, entre otras cosas.
Muchos riverenses por razones laborales o económicas, compraron un terreno y pasaron a residir en territorio extranjero, en forma ilegal, algo tolerado por la tradición.
El primer "convenio sobre residencia" fue suscrito por los presidentes Batlle y Cardoso el 21 de agosto de 2002. El mismo regirá a partir de mañana, 14 de abril.
Ese día, los cancilleres Opertti y Amorim firmarán el tratado en Yaguaron-Río Branco, donde canjearán los documentos ratificatorios.
Este paso trascendente en materia diplomática, aún no ha sido asimilado por los posibles beneficiarios.
Casi nadie aquí conoce sus derechos, ni tampoco cuáles son las exigencias que rigen para acceder al documento.
Resta determinar también qué exigirán los distintos órganos colegiados profesionales que regulan el trabajo en Brasil, nación donde la colegialización está arraigada.
Los ciudadanos involucrados podrán solicitar el documento especial de fronterizo, en el cual constará la calidad de tal y la localidad específica en la que estarán autorizados a ejercer los derechos estipulados en el acuerdo.
El instrumento define un espacio geográfico de aplicación de hasta veinte kilómetros, dentro del cual, en el futuro, Uruguay y Brasil podrán ampliar o reducir la nómina de localidades vinculadas.
Este convenio, representa "el primer paso" legal de la libre Circulación de Personas entre los Países que conforman el Mercosur.
MOTIVOS. Los primeros convenios fronterizos datan de 1933. El último de los mismos no hace otra cosa que consolidar "la histórica convivencia armónica" de quienes residen en la frontera, que a raíz de la particular condición geográfica, han ido determinando "usos y costumbres" que la Ley no contempla.
Ello ha influido para que ciudadanos uruguayos y brasileños residan en uno u otro país sin efectuar los trámites legales pertinentes.
La nueva situación ha despertado reacciones diversas. Manuel Oribe "Manolo" Fernández, un uruguayo que vive hace 27 años en Brasil, considera que se trata de un paso importante "en el ámbito urbano", pero no oculta su temor de que "esto sirva, para llevar trabajadores brasileños a Uruguay, pagándoles cuatro vintenes".
Muchos uruguayos miran con recelo el Cadastro de Persona Física (CPF), el primer documento exigido a cualquier extranjero por parte de Brasil- El mismo es imprescindible para hacer operaciones financieras, adquirir bienes o montar empresas del otro lado de la frontera.
En el caso de Fernández el Cadastro (Registro) de la Persona Física (CPF) que e(Impositiva) es hoy una herramienta importante, ya que permite existir a la persona dentro de territorio brasileño.
Sin embargo, un abogado uruguayo considera que "el CPF es una trampa que se le tiende a los extranjeros, ya que "los tienen prendados y sí algún día se legalizan, les caen con el mazo y la porra", en obvia alusión a la reciente obligación de realizar declaración de rentas para todos los residentes o ciudadanos naturales de Brasil.
Datos
El nuevo documento será expedido por la Policía Federal en Brasil y la Dirección de Migración en Uruguay. La tasa a cobrar aun no se definió. Presentar pasaporte u otro documento de identidad válido admitido por las Partes en otros acuerdos vigentes.
En algunos casos, se exigirá documento relativo a procesos penales y antecedentes criminales en las localidades de residencia de los últimos 5 (cinco) años. Además, dos fotografía tamaño 3 x 4 a color y recientes.
Exhibir comprobante de residencia en alguna de las localidades de frontera. Los beneficios estarán circunscritos a la zona de residencia del ciudadano fronterizo. Es decir, que no podrá hacer uso libre de los beneficios en otras ciudades o estados.
Aunque no se menciona oficialmente, una de las finalidades de Brasil es documentar a todos los residentes en la zona, en especial a la numerosa colonia árabe que vive en la frontera entre ambos países.