Usar tecnología poco antes de dormir trae problemas al sueño

Expuestos. El 95% de los que admiten dificultades tienen esa conducta

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LETICIA COSTA DELGADO

¿Qué es lo último que hacés antes de dormir? ¿Apagar la tele? ¿Chequear el mail? ¿Mandar un SMS? Si tenés problemas de sueño quizá sea por eso. Un estudio demostró que el consumo de tecnología antes de dormir afecta el descanso nocturno.

El hecho de tener una televisión en el cuarto no es extraño en la actualidad. Ver una serie, un partido de fútbol o las últimas noticias antes de dormir, son hábitos cotidianos para muchas personas en Uruguay y en distintas partes del mundo.

Desde esta tendencia, científicos de la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos relevaron la relación entre el aumento de la tecnología en los hogares y la calidad del descanso de los estadounidenses. El 63% admitió que no lograba dormir tanto como quisieran.

El relevamiento incluyó personas entre 13 y 64 años. Más de la mitad dijo que todas, o casi todas las noches tenía algún problema para dormir, ya fuera porque roncaba, se despertaba a medianoche, se desvelaba al amanecer o se sentía cansado a la hora de levantarse. El 43% "nunca" o "casi nunca" tenía una noche de sueño profundo.

Al tiempo que manifestaron sufrir problemas en su descanso, prácticamente todos admitieron estar habituados a consumir algún tipo de tecnología minutos antes de dormir. El 95% miraba televisión, utilizaba su computadora o mandaba mensajes por celular.

Charles Czeisler, doctor de la Escuela de Medicina de Harvard explicó que las cifras registradas demostraron que existe una sobreexposición a la tecnología, en lo que llamó una "invasión" de las pantallas dentro de las habitaciones. "La invasión de estas tecnologías contribuye a que haya tantas personas que no duermen lo que necesitan", consideró el científico.

MAL DORMIDOS. Uruguay no cuenta con información sistematizada sobre problemas de sueño vinculados al consumo de tecnología. Pero la relación no es extraña para quienes trabajan con este tipo de desórdenes del comportamiento.

Magdalena Penela, neurofisióloga especialista en sueño, recuerda el caso de un joven de 20 años que llegó a la consulta por problemas de somnolencia (cansancio y pesadez durante el día).

Al explorar su rutina encontraron que una vez que toda la familia se iba a dormir, entraba a Internet y navegaba hasta la madrugada. "A las cuatro de la mañana se dormía porque lo vencía el sueño", recuerda Penela a El País. "Entonces lógicamente, a las ocho de la mañana nadie lo podía despertar". En consecuencia, se sentía cansado, estaba de malhumor durante el día y no lograba rendir en sus estudios.

Mensualmente, Penela atiende en su consultorio un promedio de 40 pacientes con problemas de insomnio o sueño de mala calidad. Según su percepción, la cantidad y el rango de edades de quienes consultan aumentó en los últimos años. En Montevideo funcionan cinco clínicas especializadas en problemas del sueño, dijo.

La exposición a la luz artificial antes de dormir aumenta el estado de alerta y modifica el ritmo cardíaco, lo cual hace más difícil poder dormir, según los especialistas. Como parte del mismo proceso, el cuerpo segrega menos melatonina, hormona que regula el ciclo entre el sueño y la vigilia, y el equilibrio se altera. "El problema no es la tecnología ni la pantalla en sí misma. El problema es que la usamos a la hora en que deberíamos estar durmiendo", consideró Penela.

En relación a los hábitos de los uruguayos, la especialista opinó que el cambio de hora, oficializado desde 2006 en los meses de verano, puede alterar el tiempo destinado al descanso. Si bien dijo no tener datos empíricos que lo confirmen, consideró que en la medida en que las personas se van a acostar más tarde, es posible que duerman menos. Si esto se suma a los malos hábitos en el consumo de tecnología, sus horas de sueño podrían verse modificadas.

PEQUEÑOS Y CANSADOS. Otro de los elementos destacados en el estudio estadounidense fue la exposición en niños y adolescentes. Quienes tenían entre 13 y 29 años sufrían más problemas de sueño que los mayores de 30.

Al relevar las horas de descanso de los adolescentes, los médicos encontraron que dormían una hora menos de lo que deberían. "Cuando el niño crece su cuerpo se predispone biológicamente a tener tiempos de sueño más largos", explicó Amy Wolfson, especialista en salud adolescente. Si son exigidos para despertarse antes, no completan las horas que necesitan.

Al investigar las conductas que se veían afectadas por su cansancio, los investigadores relevaron que más de la mitad de los jóvenes que conducían lo había hecho "medio dormido" al menos una vez al mes.

Las repercusiones en la lucidez al volante también se registraron en los mayores de 30. Dos tercios de los adultos admitió conducir con somnolencia.

Para Allison Harvey, experta en medicina del sueño de la Universidad de Berkeley, las personas que se sienten cansadas tendrían que prestar más atención a sus hábitos cotidianos y ver qué cosas podrían modificar.

Desde Uruguay, Penela recordó que su paciente quedó tan habituado a dormir mal, que por más que no utilizara la computadora por una noche, su cuerpo no lograba descansar hasta las cuatro de la mañana. En la construcción de hábitos, consideró, también influyen las costumbres construidas a nivel familiar y los hábitos que tengan los padres, quienes muchas veces se duermen con la televisión prendida.

Las cifras

63% Fue el porcentaje de entrevistados que admitió no poder dormir lo que necesitaba.

40 Son las consultas mensuales recibidas en una clínica de sueño montevideana.

CLAVES

Más de la mitad no logra dormir

El 63% de los entrevistados en un estudio realizado por la Fundación estadounidense del Sueño, admitió que no lograba dormir tanto como su cuerpo le exigía.

Uruguayos que no descansan

En Uruguay las consultas por problemas de sueño vienen en aumento. Los expertos recomiendan no exponerse a pantallas de televisión, PC o videojuegos en tiempos destinados al descanso, especialmente aquellos que tienen entre 13 y 29 años y se encuentran en edad de crecimiento.

Mejorar la rutina de sueño

Repetir los mismos horarios a la hora de ir a dormir y al despertarse; acostarse con el cuerpo relajado y evitar la luz mientras se duerme son algunos de los tips recomendados para el buen descanso. Tomar estimulantes y dormir siestas cerca de la noche son prácticas desaconsejadas por los especialistas.

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