EDUARDO BARRENECHE
El uso del ADN de animales robados llevó a la captura de delincuentes que se dedicaban al abigeato y faena clandestina. En Young, productores se arman y en Treinta y Tres cae parte de una banda con vínculos con contrabandistas.
"Sacamos muestras de los restos de un animal robado o faenado en forma clandestina. Luego extraemos muestras de carnicerías y de los locales informales que venden milanesas u otros productos. Después ambas se cotejan", explicó a El País el vicepresidente del Instituto Nacional de Carne (INAC), Fernando Pérez Abella.
Los "cuatreros" tienen predilección por animales de lechería, ya que son más mansos. "Le cortan el tendón de Aquiles o le dan un tiro para sacarles solo los cuartos", expresó.
El jerarca del INAC, quien también fue director de Mercado Interno del organismo durante 15 años, dijo que el abigeato "mata psicológicamente al productor. Se levanta y observa los destrozos dejados por los ladrones".
El Instituto Nacional de Carnes integra la Comisión Rural que fue reinstalada en 2010 por el Ministerio del Interior para combatir el abigeato. En esa asesora también participan el Ministerio de Ganadería, la Policía y las gremiales agropecuarias.
Pérez Abella coincidió con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, acerca de que delincuentes organizados están detrás de los abigeatos.
"Cuando aumenta el precio de la carne, crecen los robos. Con matar dos o tres animales, los delincuentes obtienen unos US$ 2.000. El atractivo de ese delito es evidente", advirtió.
Una opinión similar manifestó el subjefe de Policía de Treinta y Tres, Genaro Cardeza Díaz. "El abigeato social dejó de existir. Lo que hay son organizaciones que roban ganado para comercializar. Esa carne va a las carnicerías", dijo.
VACAS AJENAS. La Estancia La Serena está ubicada en el paraje El Oro, a la altura del kilómetro 315 de la ruta 18 (Treinta y Tres). En la mañana del miércoles 15, personal de ese establecimiento encontró las cabezas y otros trozos de cuatro pequeños novillos y de un toro Hereford. Los animales tenían un disparo en la cabeza.
El administrador de La Serena presentó enseguida la denuncia. La investigación del caso, que fue coordinada por el propio jefe de Policía de Treinta y Tres, Tabaré Gordiola, contó con el respaldo del Instituto Nacional de Carnes (INAC) y de una veterinaria de la zona.
Tras seis allanamientos en distintos comercios y casas de la ciudad olimareña, la Policía halló unos 200 kilos de carne en un local que ofició antiguamente de carnicería. "La carne estaba en un freezer y tenía mal olor", dijo Cardeza Díaz.
En el marco de las investigaciones, la Policía encontró varias patas de los animales faenados. Técnicos del INAC sacaron muestras de esos trozos y luego hicieron un relevamiento de los restos encontrados en el campo. Esos análisis aún no concluyeron.
En tanto, una veterinaria de Treinta y Tres efectuó estudios morfológicos de los restos encontrados y concluyó que correspondían con la edad y tipo de los cuatro novillos y el toro robado a La Serena.
Dentro de un freezer ubicado en la ex carnicería, la Policía olimareña halló la carne recién faena mezclada con trozos en mal estado. El individuo, que se dedicaba a vender chorizos, fue procesado por la Justicia como presunto autor penalmente responsable de un delito de abigeato en reiteración real y de fabricación de sustancias peligrosas para la salud, imponiéndole medidas sustitutivas a la prisión.
Afuera del local allanado se leía en un cartel: "Carne de ternera a $ 85" el kilo. Menos de la mitad de lo que cuesta en el mercado.
Según Cardeza Díaz, en el mismo operativo que llevó a la detención del sujeto procesado, la Policía de Montevideo interceptó a un vehículo con 600 litros de caña brasileña ingresada de contrabando. "El dueño del vehículo estaba vinculado a las maniobras de abigeato", dijo el jefe de Policía.
En Young, varios productores coincidieron en que el robo nocturno en los establecimientos y la inseguridad reinante hacen que muchos salgan armados en vehículos o a caballo.
Los abigeatos y las carneadas de lanares obligaron a productores de Río Negro a desistir de la cría ovina.
Joaquín Zabaleta es dueño de la cabaña El Renuevo, situada a 20 kilómetros de Young. Esta es una de las permanentes triunfadoras en exposiciones ovinas en el país, especialmente en la Rural del Prado
Zabaleta se queja del accionar policial y judicial. "Anualmente nos roban hasta un 10% de nuestra majada de pedigree. Vienen, matan varios en una noche y seguramente se los llevan en vehículos. Pero queda todo en la nada", dijo a El País.
Zabaleta debió reducir su majada y mantenerla muy cerca de la casa para poder vigilarla mejor. (Producción: Marco Rivero, Daniel Sosa, Patricia Mango y Sandra Kanovich).
La cifra
85 Es el precio del kilo de pulpa de ternera que ofrecía un sujeto en Treinta y Tres. Menos del 50% de su valor de mercado.
En Melo piden apoyo del Ejército; en Florida ya no denuncian robos
N. ARAúJO / A. TRUCIDO
La Sociedad Agropecuaria de Cerro Largo a través de su presidente, Martín Uría, propuso a las autoridades nacionales que el Ejército colabore con las patrullas en zonas rurales. "Los militares tienen los vehículos y el personal. Son conocedores del campo por lo que tienen todo para poder cooperar con la tarea contra el abigeato", dijo Uría.
Desde la Junta Departamental, los ediles que integran la Comisión de Ganadería convocaron al comando de la Jefatura hace pocos días con el propósito de solicitarle mayores controles en las áreas urbanas, debido "a los reiterados casos de robo de ovejas para el consumo o eventual reventa de la carne" , dijo el edil blanco Ignacio Gigena.
El productor más afectado en estos últimos días fue Vinicio Mazzei, a quien le robaron la oveja Texel campeona del Prado 2007 y madre de varios ejemplares campeones en la expo Melo. El animal está evaluado en US$ 3.000. "Le pedimos al Ministerio del Interior que le dé más herramientas a la Policía para poder trabajar", dijo Mazzei.
En Cerro Largo, la Brigada de Prevención del Abigeato (Bepra) realiza recorridas diarias en caminos rurales.
El jefe de Policía arachán, Alberto Camacho, dijo que se hicieron dos procedimientos en estas últimas horas que determinaron los procesamientos con prisión de los responsables de los robos y los carniceros reductores también procesados. "No existe una organización dedicada al abigeato y a las faenas clandestinas. Estas fueron desbaratadas gracias a las denuncias que formulan los productores una vez que notaron la falta del animal en sus campos", dijo Camacho.
FLORIDA. Pablo Perdomo vive en la zona de Palermo en el centro norte del departamento de Florida. Es "normal" que por año le falten entre 10 y 12 animales por abigeato, pero insiste en que hay casos peores.
En su zona, al norte del departamento y próximo al límite con Durazno, sostiene que hay semanas que los robos son "de todos los días", pero los productores, en su mayoría pequeños, "ya ni hacen la denuncia".
"El desánimo es un gran problema y ahora luchamos contra eso", expresó Perdomo.
Jerarcas niegan la incidencia de bandas
Las jefaturas de Policía de Salto, Rocha, Canelones, Paysandú y Colonia señalaron que el abigeato en esos departamentos son del tipo social y que no constataron el accionar de bandas organizadas.
En Canelones no se detectaron bandas dedicadas al robo de ganado, dijo el jefe de Relaciones Públicas de la Jefatura canaria, Elbio Barbosa. Sí reconoció que en varias zonas es frecuente el robo de animales, pero de pocas cabezas. Es de estilo faenar un animal en el campo y colocar los cortes menos apetecibles en el mercado negro, dijo.
Para el jefe de Policía de Salto, Carlos Ayuto, el abigeato en este departamento pasa más por las carneadas y no tanto por gavillas.
Ayuto creó un equipo de inteligencia que tiene su radio de acción en la ciudad de Salto, donde se comercializa la carne robada.
En Colonia, el jefe de Policía, Adán Cuello, dijo que el delito de abigeato "está controlado" y que los mismos se definen como de "tipo social". Agregó que el accionar de la Brigada de Prevención del Abigeato (Bepra) minimizó la incidencia de este ilícito en el campo.
Una opinión similar manifestó el jefe de Policía de Paysandú, Roque Arámbula.
Señaló que la mayoría de los abigeatos ocurren cerca de los centros poblados para alimentación.
Fuentes policiales dijeron que la incidencia de este delito es mínima en Rocha.
(Producción: P. Clavijo, E. González y L. Pérez).