Viagra: del apogeo a la competencia

| Según estudios tanto adultos mayores como jóvenes recurren a los productos que favorecen la erección

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LEONEL GARCIA

Al igual que la penicilina, surgió de casualidad. Significó la recuperación de la autoestima para muchos hombres y de la intimidad para innumerables parejas. La pastilla con forma de pequeño diamante azul multiplicó la fama —y las ventas— del laboratorio que la inventó, Pfizer. A poco más de seis años de su irrupción en el mercado farmacéutico, ya todo el mundo sabe lo que es el Viagra.

Pero no todo el mundo sabe qué es el sildenafil. Se trata del único componente activo del Viagra y actúa como vasodilatador permitiendo la llegada de sangre al cuerpo cavernoso del pene provocando la erección. En Uruguay hay, además del "diamante azul" -tal como es conocido por la forma de los comprimidos-, otros siete medicamentos que contienen esa sustancia y se destinan a tratar la disfunción eréctil.

Y en Uruguay hay "mercado". Según un estudio a cargo de los sexólogos Gastón Boero y Teresa Herrera en 1998, el último de su estilo y realizado el mismo año de la irrupción del Viagra, el 22% de los hombres mayores de 18 años en Montevideo, Las Piedras, La Paz y Ciudad de la Costa sufren impotencia. Boero añadió a El País que, en la población masculina mayor a 50 años, "el 52% tienen problemas de erección".

En todo el país, las farmacias compraron a los laboratorios 850.000 comprimidos —de 50 y 100 miligramos— para la disfunción eréctil cuyo componente activo es el sildenafil en el período comprendido entre mayo de 2003 y abril de 2004. De acuerdo a las estadísticas de Dispharma, empresa auditora del mercado farmacéutico, es la mayor cantidad solicitada por los comercios desde que estos productos comenzaron a ser vendidos (en setiembre de 1998 con la llegada del Viagra). Asimismo, representó un aumento del 54% en unidades con respecto al mismo lapso de 12 meses inmediato anterior.

Ese porcentaje es muy significativo si se toma en cuenta que, en promedio, el mercado farmaceútico registra entre ambos períodos un aumento en las compras por unidades del 9%.

Si se traduce a dinero esa cantidad, en ese período indicado las compras a los laboratorios totalizaron 578 mil dólares. Un 18% más que entre mayo de 2002 y abril de 2003.

RANKING. "En el mundo se venden nueve comprimidos por segundo de Viagra", afirma Eliana Ribeiro, directora técnica de la sucursal uruguaya de Pfizer. En el país, empero, la realidad es otra. Ni bien salieron al mercado los otros productos en base a sildenafil, con la misma fórmula pero un precio mucho menor, el Viagra comenzó a perder lugares en el mercado local.

Al Viagra correspondieron el 98% de los 74 mil comprimidos con sildenafil que se vendieron en Uruguay hasta abril de 1999. Ocupó asimismo el primer lugar también en 2000 con el 61% (de un total de 166 mil). Recién dejó de liderar el mercado local al año siguiente a manos de Plenovit, del laboratorio Urufarma. Este último registró un 43% de un total de 237 mil comprimidos, contra un 34% del producto de Pfizer, solicitados por las farmacias en 2001.

Justamente Plenovit es hoy el más vendido en el país con el 46% de los "sildenafiles" colocados en farmacias entre mayo de 2003 y abril de 2004. Le sigue Maxfil, de Servimedic, con un 16%. El Viagra se encuentra hoy en quinta posición, con un 7% del total. Y antes que éste se ubicaron el Sildenafil (Lazar, 15%) y el Vimax (Roemmers, 12%).

Los otros medicamentos con igual formulación - Libiden, Opción y Segurex; de Kupfer, Ivax y Gadox, respectivamente— ocuparon el 4% del mercado.

Todas las fuentes consultadas —médicos, laboratorios y comerciantes— coinciden en que la diferencia de precios entre el Viagra y los demás incide significativamente. Mientras un comprimido de 50 miligramos del "diamante azul" cuesta unos 200 pesos, y una caja de cuatro $ 779, dos pastillas de esa misma dosis de los cuatro productos más vendidos varían entre $ 50 y 100.

Esa diferencia de precio provoca que, si bien en los pedidos por unidades el Viagra se encuentra en el quinto lugar, este fármaco está en el primer puesto en materia del dinero invertido —junto con el Plenovit— por las farmacias con un 37% de los 578 mil dólares. Le siguen Maxfil (9%), Sildenafil (8%) y Vimax (5%).

También la diferencia de precios fue la causa que durante el período mayo 2000-abril 2001, cuando el Viagra pasó a ocupar la segunda ubicación del mercado (puesto que ocupó también en el 2002), se registrara la mayor inversión por parte de las farmacias de todos estos productos: U$S 1.028.000 por 237 mil comprimidos.

"Es muy fácil y muy barato hacer una copia. Pfizer es un laboratorio que se dedica a la investigación y al desarrollo, y eso encarece los productos. No decimos que los otros medicamentos sean malos, simplemente no sabemos", apunta Ribeiro. La técnica de Pfizer también compara: "Se puede llegar manejando a Artigas en un Volvo o en un Fitito, pero no es lo mismo". Carolina Baldoni, gerente comercial de la misma firma, no oculta su disgusto al afirmar que "hoy en Uruguay el 80% del mercado farmacéutico está en manos de laboratorios nacionales o argentinos que no se preocupan por la investigación. Y, haya crisis económica o no, los consumidores piensan en el bolsillo". Si bien reconocen que entre el público ha perdido peso, ambas sostienen que, a la hora de recetar —Viagra o competencia, ninguno es de venta libre—, los médicos siempre prefieren su producto.

Pero la competencia no piensa lo mismo. "Si de calidad hablamos, es lo mismo", señala por su parte Alfredo Skerl, químico farmacéutico de Servimedic. "Nosotros, y todo los productos similares, trabajamos con el sildenafil, que es el componente activo. Cuando lo analizamos y verificamos que cumple las especificaciones, se pone a la venta".

Similares conceptos manejan en Lazar, que produce el Vimax. "Nosotros ponemos un precio que a nosotros nos resulte un negocio", se limitaron a señalar fuentes de ese laboratorio.

Gastón Boero no entra en la discusión empresarial. "Todos sirven porque todos contienen sildenafil". Señala que "al barrer" los porcentajes de eficacia de estos productos oscilan entre un 70 y un 75%.

El médico también indica un costado poco conocido de las consecuencias del sildenafil. "A veces las parejas llevan años sin actividad sexual. Y el hombre empieza a tomar el medicamento cuando tanto él como la mujer ya están ‘de vuelta’. Por eso, hay bastantes consultas en lo que es necesaria una ‘reeducación’ o un reacomodo en torno a la intimidad".

FARMACIAS. Parecen lejanos

Baja la calidad de vida

El médico sexólogo Gastón Boero señala que la disfunción eréctil es consecuencia directa de la mala calidad de vida. "Es por ese motivo que, proyectado al futuro, no tengo dudas que el porcentaje de hombres que lo padecen va a aumentar", asegura.

"La gente cree que el sexo es algo autónomo del resto del organismo, que no tiene nada que ver. El sedentarismo, el tabaquismo, el comer y beber en abundancia atenta contra la calidad de vida".

Desde el 1o. de junio, todas las cajas de cigarrillos tienen una inscripción que alerta que fumar "puede generar cáncer, enfermedades cardíacas y pulmonares" y que "fumar durante el embarazo perjudica a su hijo". Boero añade que en Brasil los paquetes mencionan que también provoca impotencia.

"Hoy con los fast food (cadenas de comida rápida) nos estamos acostumbrando a la mala alimentación desde chicos", sostiene el médico. "Entonces, si hoy los hombres cuando llegan a los 40 años ya tienen una ‘doble panza’, en el futuro va a ser peor". Todo esto, indica, tendrá repercusiones en el rendimiento sexual.

los tiempos en que los hombres hacían todo un ejercicio de discreción para comprar preservativos. Quienes están detrás del mostrador en las farmacias aseguran que los clientes ya no se hacen problema para adquirir productos con sildenafiles. Los comerciantes sostienen que ese es otro de los motivos para que el Viagra haya perdido terreno en el mercado: todo el mundo sabe lo que es el Viagra, por lo que pedirlo en vos alta no es fácil para los más tímidos.

"El Viagra es muy conocido. Entonces, cuando alguien me lo pedía - y siempre lo hacía lo más disimuladamente posible - yo, sin que me lo solicitara. Lo envolvía lejos del mostrador y de la vista de otras personas. Con otros productos similares no hacia eso, no era necesario", señala Ivonne, la dueña de farmacia Diagonal, en avenida Del Libertador. Para ella, ni bien aparecieron las alternativas, el original comenzó a perder pie. "La gente se mira mucho el bolsillo", sentencia. Lo que explica que muchos, conocedores de que hay varios productos con el mismo fin, simplemente pidan: "Quiero un Viagra, el más barato que tenga".

"El Viagra se vendía mucho en los inicios, cuando salió y estaba en todos lados: en la BBC, en la CNN... hasta Pelé hizo propaganda", opina Nicolás, encargado de la farmacia Tundisi, en la esquina de Colonia y Rondeau. Hoy representa el 20% de los productos con sildenafil que se despachan en ese comercio. Califica de "buena" la salida de esos medicamentos.

JOVENES Y VIEJOS. No todos los que recurren a estos fármacos tienen problemas de disfunción eréctil. Su rápido efecto y prolongada duración -dependiendo de las dosis y de cada organismo, empieza a actuar entre 10 y 25 minutos después de ingerido y puede llegar a permanecer activo entre una hora y media y cinco horas- ha provocado una "resignificación" del producto.

Responsables de los laboratorios señalaron que, si bien el grueso del público sigue siendo representado por adultos mayores, muchos jóvenes recurren a los sildenafiles para mejorar su performance sexual.

Esto no sorprende a Gastón Boero. El origen del informe que realizó junto a Teresa Herrera fue, según dijo a El País, "que el 25% de los jóvenes entre 20 y 30 años que venían a mi consultorio sufrían de impotencia". El "susto del amor", como él lo llama, más allá de problemas físicos, influye en ese porcentaje.

DE FONDO. Pero el psicólogo y terapeuta sexual Arnaldo Gomensoro define su postura sobre el uso de los medicamentos con sildenafil como "anti-médica". "Eso de que al llegar a determinada edad uno tenga necesariamente que padecer problemas de erección es una historia para que los médicos y laboratorios tengan clientes. Si se realizó una vida sana y la relación de pareja es buena, no hay ningún motivo para sufrir esos inconvenientes", dijo el experto. Gomensoro dijo que los medicamentos con sildenafil son convenientes "sólo cuando el problema de disfunción eréctil tiene su origen en una patología orgánica".

"En los casos de impotencia hay un exagerado énfasis en lo orgánico, propiciado por los propios médicos y los laboratorios. Tu asistís a una consulta con un doctor y lo primero que hace es darte una ‘recetita’". En tal sentido indicó que el famoso estudio de 1970 de Master y Johnson —en el que se definió por primera vez a la impotencia masculina como un problema real—afirma que "sólo entre un 10 y 12% de los casos de disfunción eréctil tiene una causa orgánica, el resto es todo psicológico".

Gomensoro atribuye las ventas de estos medicamentos a una simplificación de un problema de fondo. "Es más fácil y cómodo tratarse con una ‘pastillita’ que analizar un problema de fondo. He tratado parejas por cuarenta años y sólo una o dos veces los problemas de impotencia tenían origen orgánico. La mayoría de los casos se trata de ‘conflictos existenciales’ relacionados con el hastío en la pareja, que tiene que ser tratados con terapia; y consultar sólo por el aspecto sexual aparece como la solución más simple".

Casualidad salvadora

n Por difícil que pueda creerse, algo tienen en común la penicilina y el Viagra. Así como Alexander Fleming inició la era de los antibióticos mientras realizaba un estudio sobre bacteriología, al terminar "tropezando" con la penicilina, un grupo de científicos del laboratorio británico Pfizer, investigando sobre un fármaco contra la hipertensión, descubrió que tenía utilidad para la disfunción eréctil.

De acuerdo con Eliana Ribeiro, de la filial uruguaya de Pfizer, la investigación insumió cinco años, costó 500 millones de dólares y fue testeada en unas diez mil personas antes que el Viagra saliera al mercado, en marzo de 1998. Seis meses después estaba en Uruguay.

Durante esa investigación, los científicos se dieron cuenta que las personas que probaban el producto pedían más dosis. Fue ahí cuando comprobaron su inesperada utilidad.

Unicamente bajo receta profesional

El Viagra o cualquier medicamento con sildenafil es recomendado bajo receta médica. Sólo con ella pueden ser expedidos en farmacias, al menos en teoría. Si bien es falsa la creencia que dice que los hipertensos no pueden tomarlo (se trata, justamente, de un anti hipertensivo), no se recomienda su consumo al mismo tiempo con vasodilatadores coronarios como los nitritos o nitratos, utilizados en afecciones cardíacas.

Según la página web www.sexovida.com, el Viagra o similares sí pueden ser utilizado en pacientes con dolencias cardíacas o hipertensos con la salvedad que el coito esté contraindicado. El mismo sitio señala que el esfuerzo que implica tener relaciones sexuales "equivale a subir a paso rápido dos pisos por escalera".

Son también los médicos los encargados de sugerir las dosis necesarias. En plaza existen comprimidos de 25, 50 y 100 miligramos.

Las bebidas alcohólicas también tienden a bajar la presión arterial. Es por este motivo que tampoco se recomienda ingerir alcohol conjuntamente con sildenafil. La mencionada página web también recomienda tomar los comprimidos con el estómago vacío.

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