
La licenciada Mariana Mas, psicomotricista, doula y educadora perinatal, escritora del libro Ama tu puerperio, define al puerperio como “la etapa del ciclo vital femenino que inicia luego de dar a luz a nuestra cría e implica intensos cambios físicos y psíquicos".
La autora agrega que el puerperio implica la reformulación de procesos internos que requieren tiempo. "El tiempo de maternar a nuestro bebé, aproximadamente dos años. En ese tiempo iremos experimentando cambios, al inicio muy intensos y desafiantes, luego más suaves y al final casi imperceptibles. Es imposible acotarlo, ponerle un límite rígido. El fin de este viaje lo marcará cada díada, cada mamá y su bebé, para algunas será menos, para otras más”, señala.
En el período postparto ocurren muchos cambios, entre ellos: la involución del aparato genital y el establecimiento de la lactancia son los más característicos. Estos ocurren en forma progresiva y marcan las distintas etapas: el puerperio inmediato (primeras 24 horas), el precoz (desde el 2 al 7-10 días), el tardío (hasta 40-45 días) y el alejado (etapa que se extiende desde los 45 días hasta un límite impreciso).
Algunos profesionales consideran a la mujer puérpera hasta que tiene la primera menstruación tras el parto, otros hablan de un puerperio psicológico que tiene que ver con los cambios a nivel cerebral, que podría durar entre uno y dos años.
¿Cómo viven la mamá y el bebé esta etapa?
“Este tiempo se caracteriza por un intenso vaivén emocional, por un cansancio físico igual de intenso. Esta experiencia nos transforma como seres humanos y tiene implicancias que van mucho más allá de la recuperación de nuestro aparato genital. Nuestra psiquis y nuestra alma se encuentran en una verdadera transformación", explica la experta en salud mental perinatal, Mariana Mas.
Acerca de las necesidades de la díada, profundiza: “Para poder ejercer esta inmensa tarea que implica una altísima demanda física y emocional, mamá necesita ser sostenida por otros adultos, necesita ser cuidada, cuidar su descanso, su alimentación y ocuparse solo de ella y de su bebé. Mamá y bebé, al inicio necesitan fusión, a partir de ahí se creará un vínculo que le permitirá luego al bebé separarse, explorar el mundo y aprender todo lo que necesita para desarrollarse de forma sana.”
Nace un bebé, nace una mamá y también un papá
¿Cómo viven los papás esta etapa?, ¿existe el puerperio masculino? Para responder estas preguntas tomamos las palabras del psicólogo Andrés González: “Con la llegada de un hijo/a aparecen muchas emociones de gran intensidad. Indudablemente nos desborda el amor, pero también aparecen preocupaciones e inquietudes que antes no teníamos.
Hoy corren otros tiempos en los que, de a poco, estamos comenzando a vivenciar otras formas de ejercer la paternidad y, aunque la transformación parezca lenta, hay generaciones que estamos cambiando esa realidad y la forma de ver y ejercer nuestro rol. Sin embargo, estos cambios traen aparejados sentimientos de inseguridad, incertidumbre y miedo. Pareciera no haber definiciones claras y muy pocos mapas de ruta. ʻNo es cosa de hombresʼ se decía hasta hace muy poco.”
En esta búsqueda de la corresponsabilidad en la crianza, que traemos las nuevas generaciones de mapadres, los papás encuentran un mayor protagonismo, en el que se definen las nuevas paternidades, pero que conlleva un trabajo personal muy profundo en el que tienen que construir su propia identidad como padres en una vivencia similar a la de la madre, pero en muchos casos sin referencia porque las tareas de cuidado no están socialmente designadas a los hombres. Todo esto representa para ellos un cambio de paradigma muy importante para la sociedad.
Con respecto a las necesidades del papá, González explica: “Es fundamental animarnos a hablar de nuestro rol, compartir con otros padres lo que vivenciamos y sentimos; validar nuestras emociones, pedir ayuda, leer, informarnos; descubrirnos en ese nuevo lugar con aciertos y desaciertos, armándonos y desarmándonos continuamente, permitiéndonos ser vulnerables, pero sobre todo animándonos a verdaderamente involucrarnos con respeto, amor, humildad y ternura.
El puerperio en época de fiestas
Para finalizar te dejaré unos tips para planificar tu puerperio. Y si tu bebé nació hace poquito o está por nacer, también te servirán para estar más tranquilos (a pesar del ajetreo de estas fechas).
1. Ni las fiestas, ni las vacaciones son motivo de inducción de parto o de cesárea, infórmate y tené en cuenta que podés preparar y presentar tu plan de parto y respetar el momento en el que tu bebé vaya a nacer.
2. Dejá mucha comida en el freezer pronta y también todo lo que vayas a necesitar en la despensa, u organizá un sistema de viandas para tener solucionadas las comidas principales por varios días o semanas.
3. Delegá los quehaceres u organízate con tu pareja para solucionar lo más inmediato y dejar para atrás lo que puede esperar. Necesitarás lavados de ropa, apoyate en tu familia o amigos para que los hagan.
4. Conversá de antemano con familia y amigos si van a recibir visitas y cómo será la dinámica, visitas que ayuden y respeten las necesidades del bebé. También tené en cuenta si van a concurrir a reuniones sociales o fiestas. Tú y tu bebé necesitan estar cómodos y tranquilos.
Durante el puerperio es fundamental que la familia cercana y amigos estén atentos a los nuevos padres y a que ellos sientan que respetan su intimidad y sus decisiones. Es un período muy vulnerable. Seamos pacientes y empáticos; todo va a fluir, solo necesitan tiempo para volver a encontrarse en esta nueva familia que se acaba de formar.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Natalia Villanueva
Nati, mamá de Martina y Salvador, creadora de Puérpera mía, donde ayudo a las mamás a prepararse para su post parto. Gestora de la guía para la maternidad, una comunidad de emprendimientos y profesionales que acompañan a las mamás y a las familias en Uruguay.
Podés seguirla a través de las cuentas de Instagram @puerpera_mia y @guiamaternidad.uy