La revolución del MLN-Tupamaros, de sangre y muerte, es liquidada por el Ejército en 1972. El poder militar hunde a todo el aparato tupamaro siguiendo las órdenes del Poder Ejecutivo y el Parlamento. En 1973 comparece otra situación. Pese a que el movimiento tupamaro estaba vencido, el Ejército da un nuevo golpe de Estado contra la Constitución de la República y contra la democracia. Así, el guardián de la Constitución se convierte en un violador absoluto de las libertades. El País repasa los sucesos políticos que transcurrieron desde febrero de 1973, cuando saltan todas las alarmas, hasta el episodio del 27 de junio que refrendó la irrupción militar en el pulso civil de la República.