Unas 750.000 personas corren el riesgo de morir en Somalia por la hambruna, que se ha extendido a una sexta región del país debido a una sequía excepcional en todo el Cuerno de África, advirtió Naciones Unidas (ONU).
"En total, cuatro millones de personas se encuentran en situación crítica en Somalia, de las que 750.000 corren el riesgo de morir en los próximos cuatro meses en ausencia de una respuesta adecuada" en términos de envío de ayuda, avisó en un comunicado la Unidad de Análisis de la ONU para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (FSNAU, por sus siglas en inglés).
El precedente balance de la ONU, en julio, mencionaba a 450.000 personas en peligro de muerte en Somalia, donde se estima que viven menos de ocho millones de personas.
"Decenas de miles de personas ya murieron, de las que más de la mitad eran niños", recuerda FSNAU.
"Si el nivel actual de respuesta (a la crisis humanitaria) continúa, la hambruna seguirá progresando en los próximos cuatro meses", se alarma el organismo.
El estado de hambruna responde a una definición estricta de Naciones Unidas: al menos un 20% de los hogares confrontados a una grave penuria alimentaria, 30% de la población con desnutrición aguda y una tasa de mortalidad diaria de 2 sobre 10.000 personas.
A uno de septiembre, sólo se había abonado el 59% de la ayuda solicitada para el conjunto de los países del Cuerno de África afectados por la sequía, o sea poco más de 1.000 millones de dólares sobre 2.400 millones, según cifras de la ONU.
La región de Bay, la sexta declarada en hambruna por la ONU, está controlada por los insurgentes islamistas shebab, al igual que la mayor parte del sur y del centro de Somalia, e incluye sobre todo la ciudad de Baidoa, una de las principales del país.
Baidoa ya fue el epicentro de la anterior hambruna al comienzo de los años 1990, lo que le valió el apodo de "La ciudad de la muerte".
Otras cinco regiones fueron declaradas en hambruna por la ONU desde julio: primero Baja Shabelle y el sur de Bakool, ambas contiguas a Bay, los 400.000 desplazados de los campamentos de Afgoye, al norte de Mogadiscio, los instalados en la propia capital y los distritos de Balaad y Adale, en la región de Media Shabelle.
Alrededor de 12,4 millones de personas residentes en el Cuerno de África sufren la peor sequía en décadas y necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.
Somalía es el país más afectado debido a la guerra civil en la que está inmersa desde 1991. El conflicto destruyó buena parte de sus infraestructuras y dificulta mucho el acceso al centro y al sur del país.
AFP