8 DE MARZO

Este año, la pandemia del COVID-19 no impidió que se celebrara ayer en varios países multitudinarias marchas por el Día Internacional de la Mujer.

En Argentina, las mayores movilizaciones se realizaron en Buenos Aires, en la Plaza Congreso, el Obelisco y la Plaza de Mayo. La mujeres marcharon en reclamo por los femicidios, la violencia machista, la lentitud de la Justicia para proteger a las mujeres que denuncian a sus agresores, así como la precarización laboral, que se agudizó con la pandemia.

Solo en los dos primeros meses del año, se cometieron 50 femicidios en Argentina, informó ayer el diario La Nación. Los primeros registros de este año coinciden con los números de informes previos, que dicen que una mujer es asesinada cada 29 horas.

En Chile, la policía dispersó con gases lacrimógenos y camiones lanza aguas la masiva marcha en el centro de Santiago con motivo del 8M y en la que participan miles de mujeres y adolescentes.

La intervención del cuerpo policial, que dejó escenas de gran violencia, tuvo lugar justo después de que un grupo de hombres encapuchados llegase a Plaza Italia, el epicentro de las protestas en Chile, para tratar de derribar una estatua de un controvertido héroe nacional.

El fallido intento de tumbar la gran escultura fue criticado por las manifestantes que gritaban a los encapuchados en coro consignas como “Váyanse a su casa” u “Hoy es nuestro día”.

En México, miles de mujeres marcharon en el centro de capital para protestar contra la violencia de género.

Antes de que la marcha comenzara a movilizarse poco más de dos kilómetros desde la Plaza de la República hacia la sede del gobierno nacional en el Zócalo, algunas encapuchadas derribaron a patadas y martillazos las vallas de madera que buscan proteger el Monumento a la Revolución.

Sobre la barrera colocaron fotos con nombres y apellidos de violadores, feminicidas y acosadores. “Juntas ardemos”, decía una pancarta junto a otra que rezaba “Juntas somos fuego, quemen todo”.

Las mujeres también protestaron por el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador a la controvertida candidatura al gobierno de Guerrero de Félix Salgado Macedonio, un político que ha sido señalado por violación.

En Europa hubo manifestaciones por el 8M en varios países. En España las marchas abarcaron a las principales ciudades, salvo Madrid, donde fueron prohibidas por la pandemia del coronavirus.

Pese a la prohibición, en la capital españolas algunas decenas de personas se reunieron en la céntrica Puerta del Sol. Además, distintas personalidades llamaron en redes sociales a salir al balcón, a las puertas de sus casas o edificios para manifestarse.

El año pasado, pocos días antes de que se iniciara el férreo confinamiento de la población, la manifestación reunió a más de 100.000 personas en Madrid, y, posteriormente, tres ministras que participaron dieron positivo al COVID-19.

Algunos murales reivindicativos de las mujeres fueron vandalizados en varias ciudades la noche del domingo al lunes, como uno en Madrid que mostraba rostros de Frida Kahlo, Rosa Parks y Rigoberta Menchú, con pintadas que leían “Stop feminazis” y “La violencia no tiene género”.

“Queda muchísimo trabajo por hacer. Si hay algo en lo que no se puede desfallecer, rompiendo los prejuicios que aún persisten, es en la lucha feminista”, dijo el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, en un acto en el Ministerio de Igualdad.

Desde 2003, cuando se empezó a llevar cuenta oficialmente de los feminicidios en España, 1.082 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, de ellas 45 en 2020 y 4 en lo que va de este año.

El 8 de marzo se ha vuelto una cita obligada de las feministas españolas desde 2018, cuando tuvo lugar una inédita huelga y una manifestación masiva con cientos de miles de personas.

En Francia, miles de mujeres se manifestaron en las calles de París para denunciar la desigualdad salarial y reivindicar su papel en el combate a al covid, en una protesta autorizada en medio de las restricciones para frenar la enfermedad aún vigentes en la capital gala.

La protesta, celebrada en otras grandes ciudades francesas y convocada en París por la intersindical Union Solidaires, sirvió también para denunciar la inseguridad que sienten las mujeres de noche, la desigualdad salarial y las violencias sexuales -146 mujeres fueron asesinadas por sus parejas en Francia en 2019-.

Y en Alemania, la Alianza Feminista Internacionalista de Berlín congregó a varios miles de personas en una marcha cal mediodía.