EFE, AFP
Corea del Sur ordenó ayer lunes una “inspección exhaustiva” de todos los Boeing 737-800 operados por las aerolíneas del país, al día siguiente de que uno de estos aparatos se estrellara al aterrizar, matando a 179 personas. La aerolínea Jeju Air y el aeropuerto también están bajo escrutinio. Investigadores surcoreanos y estadounidenses intentan determinar lo que provocó la peor catástrofe aérea de la historia del país asiático, que las autoridades atribuyeron inicialmente a una colisión con pájaros.
El aparato transportaba a 181 personas de Tailandia a Corea del Sur cuando hizo una llamada de socorro y aterrizó sin tren de aterrizaje, antes de estrellarse contra un muro y estallar en llamas. Todas las personas que iban en el vuelo 2216 de la aerolínea de bajo costo surcoreana Jeju Air murieron, salvo dos asistentes de vuelo que fueron sacados con vida de entre los escombros.
El país inició ayer siete días de duelo, con las banderas ondeando a media asta. El presidente en ejercicio, Choi Sang-mok, se trasladó al sitio del accidente, en la ciudad sudoccidental de Muan, para participar en un memorial.
El mandatario, quien asumió el cargo el viernes pasado, aseguró que el gobierno haría “todos los esfuerzos” posibles para identificar a las víctimas y apoyar a sus familias en luto.
Corea del Sur tiene un sólido historial de seguridad aérea y las dos cajas negras del vuelo fueron recuperadas. Los investigadores han identificado hasta ahora a 146 de las víctimas mediante análisis de ADN o sus huellas. Los familiares de las víctimas acamparon por la noche en carpas instaladas dentro del aeropuerto en espera de noticias sobre sus seres queridos.
En la mañana de ayer, en el lugar del accidente, una pareja observaba los restos retorcidos del avión, que seguían dispersos cerca de la cola incendiada.
Los pasajeros, con edades de entre tres y 78 años, eran todos coreanos con excepción de dos tailandeses, según las autoridades.
Otro avión de Jeju Air presentó problemas con su tren de aterrizaje y debió regresar al aeropuerto de Gimpo, en Seúl, poco después de despegar el lunes, informó la aerolínea. Un representante de la compañía dijo a la AFP que están analizando lo sucedido en ese caso.
La causa inicialmente señalada del accidente del domingo fue un choque con pájaros, y la torre de control había emitido una alerta en ese sentido poco antes del siniestro.
Sin embargo, expertos que analizan los videos del aterrizaje del vuelo del domingo han señalado que la construcción del aeropuerto pudo haber incidido en la tragedia.
Kim Kwang-il, un expiloto y profesor de aeronáutica en la Universidad de Silla, dijo sentirse “bastante disgustado” al revisar el video del avión que realizó un aterrizaje de emergencia antes de chocar contra una barrera. “No debería haber una estructura sólida en esa zona”, comentó a AFP.
“Normalmente al final de una pista no hay una obstrucción sólida, va en contra de los estándares internacionales de seguridad aérea”, afirmó.
“Afuera del aeropuerto usualmente solo hay cercas, que son blandas y no causarían un daño significativo. El avión se habría deslizado más hasta detenerse por su cuenta. La estructura innecesaria es muy lamentable”, expresó.
El escrutinio sobre los protocolos de seguridad de Jeju Air, o el diseño del entorno de pista del aeropuerto donde se produjo la tragedia han ido en aumento.
La estructura de cemento, situada a 250 metros del final de la pista, tiene unos dos metros de altura, está recubierta de tierra y alberga una antena localizadora del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS), que ayuda al piloto a alinear el avión horizontalmente con la pista antes de tocar tierra.
Autoridades aeroportuarias indicaron que la estructura tiene esa elevación para mantener la antena al nivel de la pista, ya que el terreno presenta a continuación un desnivel, al tiempo que el Ministerio de Transporte surcoreano señaló que otros aeródromos nacionales y extranjeros cuentan con estructuras y distribuciones similares.
Por otro lado, medios surcoreanos destacaron que el avión accidentado realizó 13 vuelos en sus últimas 48 horas de vida operativa, incluyendo viajes de ida y vuelta entre Corea del Sur y cuatro destinos internacionales, China, Malasia, Tailandia y Taiwán, lo que pone el foco sobre el tiempo destinado a revisiones de seguridad antes de cada despegue por parte de Jeju Air.
El diario Korea Times destacaba ayer, basándose en datos como estos, que la aerolínea parece destinar 28 minutos a dicho mantenimiento para el 737-800 (aparato que integra la práctica totalidad de su flota y que se estrelló ayer), el mínimo que requieren las autoridades surcoreanas.
Estas afirmaciones han generado inquietud con respecto a si Jeju Air, la mayor aerolínea de bajo coste surcoreana y también la que a priori más parece exprimir sus aeronaves, prioriza eficiencia operativa sobre mantenimiento.
La propia Jeju Air informó ayer que ha registrado 67.000 cancelaciones a raíz del accidente, que le ha supuesto una caída de casi el 9% en la Bolsa de Seúl, y a su matriz, Aekyung Holding, una depreciación de más del 12%.
Año nuevo sin festejos
El Gobierno Metropolitano de Seúl anunció que reducirá los festejos para celebrar la llegada del año nuevo en señal de respeto por las 179 personas que fallecieron en el accidente aéreo. El tradicional tañido de la campana de Bosingak en la medianoche de hoy se llevará a cabo, pero los números musicales que iban a celebrarse antes y después se cancelaron. A medianoche también se izará detrás del pabellón que alberga la campana una escultura de unos 30 metros en honor de las víctimas. El gobierno declaró siete días de luto nacional.
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