AFP, EFE
China inició ayer jueves dos días de ejercicios militares alrededor de la isla de Taiwán. El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que había detectado 49 aviones chinos en el marco de las maniobras, “de los cuales 35 cruzaron la línea media”, en referencia a la línea que divide el estrecho de Taiwán, situado entre la isla y China.
El Ejército Popular de Liberación (EPL) chino bautizó las maniobras como Joint Sword - 2024A (“espada unida” en inglés), como un “fuerte castigo” a los “actos separatistas” de quienes buscan “la independencia de Taiwán”.
Las maniobras se dan a tres días de la asunción de un nuevo gobierno en Taiwán. Considerado por las autoridades comunistas chinas como un “peligroso separatista”, Lai Ching-te asumió el lunes como presidente taiwanes con un discurso en el que celebró la democracia en la isla e instó a China a “cesar su intimidación política y militar”.
China, que reivindica su soberanía sobre esta isla desde 1949 y que nunca ha descartado el uso de la fuerza para tomar su control, denunció las palabras de Lai Ching-te como una “confesión de independencia”. Estas maniobras son una “advertencia seria” dirigida a los “independentistas”, que acabarán “ensangrentados”, señaló el portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin.
Las autoridades taiwanesas respondieron de inmediato y movilizaron sus fuerzas marítimas, aéreas y terrestres.
“Continuaremos defendiendo los valores de la libertad y la democracia”, aseguró Lai.
Las relaciones entre China y Taiwán se deterioraron notablemente desde el ascenso al poder de la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen en 2016 que, como su sucesor Lai, es una firme defensora del modelo democrático de la isla.
China incrementó la presión militar, diplomática y económica sobre esta isla de 23 millones de habitantes que, aunque apenas goza de reconocimiento internacional, cuenta con un gobierno, un ejército y una moneda propia.
En agosto de 2023, China lanzó ejercicios militares en respuesta a una escala del entonces vicepresidente Lai en Estados Unidos. Meses antes, en abril, las fuerzas armadas chinas simularon rodear la isla después de una reunión de Tsai en California con el entonces presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy. En 2022, China llevó a cabo unos enormes ejercicios militares en la zona después de que la predecesora de McCarthy, Nancy Pelosi, visitara Taiwán.
Los acontecimientos en esta zona pueden tener importantes consecuencias económicas, puesto que un 70% de la producción de semiconductores en el mundo procede de Taiwán y más del 50% de los contenedores de mercancías cruzan el estrecho que separa esta isla de China continental.
Estados Unidos y la Unión Europea expresaron ayer su deseo de que la tensión entre China y Taiwán no siga aumentando.
“Muy firmemente pedimos a Pekín que actúe con contención”, declaró el funcionario estadounidense bajo condición de anonimato. Los ejercicios militares desplegados por China “son temerarios, elevan los riesgos de una escalada y atentan contra normas que han mantenido la paz y la estabilidad regionales durante décadas”, añadió.
La Unión Europea, por su parte, dijo que las maniobras militares que inició China en torno a Taiwán “incrementan la tensión” en el estrecho y se opuso a “cualquier acción unilateral que cambie por la fuerza el statu quo”.