LA PANDEMIA DEL COVID-19
El Consejo de Ministros aprobó un presupuesto suplementario para este año de 156.000 millones de euros, dinero que Alemania obtendrá emitiendo deuda.
Alemania se la jugó. Ayer lunes el gobierno aprobó suspender sus restricciones legales de endeudamiento y lanzar el mayor refuerzo presupuestario desde la II Guerra Mundial para combatir sin manos atadas la crisis del Covid-19. En una reunión extraordinaria -y con la participación remota de la canciller Angela Merkel, que se encuentra en cuarentena- el Consejo de Ministros aprobó un presupuesto suplementario para este año de 156.000 millones de euros, dinero que Alemania obtendrá emitiendo deuda.
Esta medida conlleva la suspensión temporal del “freno de la deuda” de la Constitución, porque el Estado alemán prevé endeudarse este año por primera vez en los últimos cinco ejercicios.
El Ministerio de Finanzas prevé un gasto de 122.500 millones en medidas de apoyo al sistema sanitario y a la estructura económica del país, así como una caída de la recaudación de 33.500 millones de euros.
En el ámbito económico, el grueso del gasto irá destinado al fondo de rescate para trabajares independientes y empresas de hasta diez trabajadores, que finalmente tendrá una dotación de hasta 50.000 millones de euros.
En el sanitario, la principal partida son 55.000 millones para poder “luchar contra la pandemia” de forma “flexible e inmediata”, pero se han previsto otros 3.500 millones para material de protección y el apoyo al desarrollo de una vacuna contra este nuevo coronavirus.
El suplemento presupuestario precisa de la suspensión temporal de la provisión constitucional denominada “freno de la deuda”, que prohíbe al Gobierno federal endeudarse más del equivalente al 0,35% del producto interior bruto (PIB).
El Consejo de Ministros aprobó la decisión de suspenderlo, alegando la situación de excepción que supone esta pandemia, pero debe ser el Bundestag (cámara baja) el que mañana miércoles ratifique la medida, algo que en principio es tan solo un trámite.
De esta forma, el Estado alemán prevé endeudarse este año tras cinco ejercicios consecutivos de superávit fiscal, dejando de lado la máxima de la estabilidad presupuestaria, enseña de la era Merkel tanto para Alemania como para laUnión Europea.
“Tenemos que hacer esto para que se sepa que vamos a hacer todo lo posible” por defender la salud de los ciudadanos, las empresas y los empleos, aseguró el ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz.
El Consejo de Ministros propuso asimismo al Bundestag la reactivación del Fondo de Estabilización para grandes empresas que creó en la crisis financiera de 2008/2009, una herramienta dotada con 500.000 millones de euros.
El fondo cuenta con un marco de garantías de 400.000 millones de euros para “facilitar a las empresas que se refinancien en el mercado de capitales” y aseguren deudas y pasivos durante esta crisis.
Además, el instrumento prevé medidas de recapitalización directa por 100.000 millones, para “asegurar la solvencia” mediante adquisición de participaciones e incluso nacionalizaciones temporales.
“Nuestro país debe defenderse” y evitar que una crisis imprevisible “dañe de forma irreversible” las estructuras económicas del país, argumentó el ministro de Economía, el conservador Peter Altmaier, que advirtió explícitamente a quienes intenten aprovechar el momento para hacerse con empresas alemanas.
Acuerdo del G20.
En tanto, los ministros de Finanzas y los bancos centrales de las 20 economías más grandes del mundo (G-20) acordaron ayer lunes desarrollar un “plan de acción” para responder a la pandemia de coronavirus que el FMI ahora espera provoque una recesión mundial. Los líderes del G-20 se reunirán en los próximos días en una cumbre virtual de emergencia, a medida que el virus continúa con su rápida propagación, con 337.500 personas infectadas en todo el mundo y más de 14.600 muertes.
La cumbre convocada por Arabia Saudita -que preside el grupo este año- se verá complicada por una guerra de precios del petróleo entre el reino y Rusia, y las disputas entre Estados Unidos y China por el origen del virus.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo a Fox News que sus pares acordaron tomar medidas para respaldar sus propias economías y coordinar a nivel internacional según sea necesario. Pero no entregó detalles.
Japón y Argentina emitieron sus propios comunicados pidiendo una acción más decisiva, mientras que expertos externos afirmaron que se necesitaban de manera urgente medidas específicas y no las amplias garantías ofrecidas por el G-20 hasta ahora.
Mnuchin comentó que Estados Unidos trabajaba estrechamente con los países del G-20, el Grupo de los Siete (G-7), el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para responder a la crisis.
“Este es un esfuerzo de equipo para matar este virus y proporcionar alivio económico”, añadió Mnuchin, quien al mismo tiempo está luchando para conseguir el respaldo del Congreso de su país para un paquete de rescate cercano a los 2 billones de dólares.
La Reserva Federal anunció ayer lunes un enorme paquete de programas para respaldar la economía estadounidense, incluyendo medidas para apoyar compras de bonos corporativos, prestar directamente a las firmas y dar créditos a pequeñas y medianas empresas que emplean más de la mitad de la fuerza laboral del país.
Merkel da negativo y espera por el segundo test
La canciller alemana Angela Merkel (65), en cuarentena en su casa, “se encuentra bien” y dio negativo en un primer test del nuevo coronavirus, anunció ayer lunes el portavoz del gobierno. En los próximos días se llevarán a cabo otros test para concluir en un resultado definitivo. Merkel decidió autoimponerse la cuarentena como precaución al descubrir que el médico que le había administrado una vacuna el viernes estaba infectado por el nuevo coronavirus. “La canciller se encuentra bien”, había dicho poco antes Steffen Seibert a la prensa.
El portavoz no precisó si Merkel se encontraba en la cancillería o en su apartamento privado en el centro de Berlín.
Ayer trabajó a distancia, igual que millones de alemanes.