AFP, EFE
Hay una “alta probabilidad” de que 2024 sea el año más cálido desde que hay registros, después de que el decenio finalizado en 2023 rompiera un récord de calor que empuja al planeta “al borde del abismo”, alertó ayer martes la ONU.
La argentina Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), subrayó que todas las variables climáticas, empezando por la temperatura media global, están empeorando, lo que supone una “alerta roja” para las sociedades y economías globales.
El informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentado ayer martes confirmó los datos preliminares que muestran que en 2023 se registraron niveles de calor sin precedentes desde que hay registros. Además la agencia de la ONU, con sede en Ginebra, señaló que el decenio concluido en 2023 fue el más cálido desde que comenzaron las mediciones.
Además se “pulverizaron” varios récords de los niveles de gases de efecto invernadero, las temperaturas en superficie, la temperatura y el aumento de nivel del mar y el retroceso de los glaciares.
“No podemos decirlo con certeza” pero “diría que hay una alta probabilidad que 2024 vuelva a batir el récord de 2023”, declaró Omar Baddour, encargado de monitoreo del clima de la OMM, durante la presentación del informe.
El secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, afirmó que este reporte muestra que el planeta “está al borde del abismo”.
El año 2023 fue el más cálido de los 174 años que hay registros, y la temperatura media mundial cerca de la superficie estuvo 1,45°C por encima del nivel de referencia de la era preindustrial, según la OMM.
La secretaria general de la OMM, la argentina Celeste Saulo, indicó que el mundo nunca ha estado tan cerca, aunque de momento de forma temporal, del límite inferior de 1,5 °C del Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático.
“El cambio climático va mucho más allá de las temperaturas. Lo que presenciamos en 2023, sobre todo en relación con el calentamiento de los océanos, el retroceso de los glaciares y la pérdida de hielo marino antártico sin precedentes, es motivo de especial preocupación”, señaló Saulo.
Para Saulo “la crisis climática es el desafío esencial al que se enfrenta la humanidad”, y este informe constituye una “alerta roja”, ya que registraron récord en “cada uno de los indicadores climáticos”.
Un marcador que la OMM calificó como especialmente preocupante para finales de 2023 es que el 90% de los océanos experimentaron olas de calor en algún momento del año.
Igualmente, los glaciares de referencia sufrió la mayor pérdida de hielo registrada desde 1950, y la extensión del hielo marino antártico fue la más baja de las mediciones.
Otro factor de inquietud es que el calentamiento de los océanos, que dilata el volumen del agua, en combinación con la fusión de glaciares derivó en 2023 en un aumento del nivel del mar a un máximo desde que comenzaron los registros satelitales en 1993.
“Estábamos ya en alerta roja, pero es necesario remarcarlo una y mil veces, porque como sociedad global nos está costando reaccionar a los distintos niveles de responsabilidad que cada uno de nosotros tiene”, aseguró Saulo.
Los récords climáticos también se notaron en 2023 en Latinoamérica, subrayó, especialmente por los efectos que tuvo en la región el fenómeno de El Niño, ligado habitualmente a temperaturas más altas y que se espera finalice a mediados de este año.
“En el centro de Latinoamérica tendió más bien a generar lluvias por debajo de lo normal, mientras que en el área entre Brasil, Argentina y Uruguay las precipitaciones fueron por encima de la media. Lo importante es ver cómo influye en cada país y en función de ello prepararse, desarrollar una estrategia de agricultura o de ganadería diferente, dada la dependencia del sector primario en nuestros países”, subrayó.
En un espacio para la esperanza, Saulo y el informe destacaron este martes un aumento notable de la inversión en energías renovables (con un 50% más de producción agregada en 2023 que en 2022), mientras se duplicó en dos años la financiación relacionada con el clima hasta los 1,3 billones de dólares.